Acabo de terminar otro libro, que ya me produce una extraordinaria satisfacción. Estoy feliz con lo realizado. Pero el tiempo se contrae y solapa. aunque debo ser yo el que haga que sea así. Análisis semántico/semiológico del último libro del Sáhara: me encanta ostentar mi nombre vacío de referencias. Alivio. Sí tengo que ver con el Sáhara y espero quedar conectado por muchos años. Por supuesto, sin hacer turismo solidario por la zona.
Mi trilogía del Sáhara tiene una gran particularidad afectiva y de valor por los competentes colaboradores: mi hijo, Manolo Vidal y Jesús Manuel Pérez Triana que me prologaron; y mi hija a la que dediqué este libro, que me regaló en Washington una joya de mapa antiguo del Sáhara, y a mi hermano que me saca fotos, me presenta, me corrige y con el que básicamente reímos.
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