Y para uno que me gusta, Guerra Posmodernas de Jesús Manuel Pérez Triana, por sus análisis de gran nivel, me da pereza mirarlo porque sé que los voy a leer enteros, y no son cortos, además de muy densos.
De las redes lo más infame me parece Facebook. La gente no exhibe el cuerpo sino el alma y a veces toda su pobreza de espíritu. 80 "me gusta" a verdaderas idioteces. Facebook viene a ser como un prolegómeno anunciador de la certeza del fin del mundo. En los jóvenes lo veo justificado. Es una edad tonta.
Estoy en twitter donde me limitó a colgar mis artículos de prensa. Al comienzo quería tener seguidores, pronto descubrí que era mejor seguir a gente interesante, ahora me da igual, tan igual que no escribo ningún tuit. Había que hacer esfuerzo para ser brillante, agudo y oportuno. Cumpliendo esos requisitos alguno te entraba y te comentaba. Pero no estoy yo para esfuerzos de brillantez en Tuiter.
También por culpa de mi tertulia Mácaros me hice de google+, que todavía no sé para que sirve, aparte de para colgar mis artículos que nadie lee. Hay gente que me sigue pero yo no les correspondo. Tengo alguno que me manda (a mi y a 400 más) todos los días artículos que jamás abro, y son de esos que pugnan por tener más de 400 seguidores,
Hay una regla de oro, cuanto más seguidores tienes más pesados te encuentras que te acosan. Y hay que mantenerse a distancia de ellos y es básico tener pocos.
Luego están los guasap. Así como en los blogs la gente te deja en paz, no te están enseñando a todas las personas que tienen tu teléfono o has cruzado un correo, en el guasap te aparecen todos tus enemigos de clase, no clase, epidermis o nombres que no quieres ver ni en pintura.
Mis amigos tienen gusap, yo no estoy, hablan siempre de futbolín y son tan cariñosos que se felicitan los santos, da igual que tengas cuatro nombres, me imagino que para sentirse tíos, abuelos, pero yo logro infiltrarme con textos impropios, provocarlos, sacarlos de quicio. Últimamente estoy en esa modalidad guerrillera en guasp y descuido el blog. Cómo el blog, si tengo cuatro.
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