La conferencia terminó en diálogo a dos bandas entre vascos: la Presidenta y yo de coprotagonista, la clásica sintonía tribal, sin remedio. Estoy con ellos y con afines, pero me resultan ya imposibles los vascos incluidos los míos (representan lo vasco). Debo quedarme, dado el momento tan cordial, pero no puedo. Nos vamos.
El Foro lo politiza todo, no tiene en cuenta factores socio culturales o políticos generales, se orienta por los titulares de prensa (hitos políticos de diario), si bien son decisivos referentes éticos e imprescindibles.
E.T. A. no es el IRA, y no cabe esperar la foto fija de la rendición del terrorismo y la entrega de las armas. No hay una contradicción principal entre ETA y la democracia, todo se ha vuelto más turbio y deslizante, se superponen nuevas contradicciones, aparecen inéditos centros de coordenadas y ejes desplazados, la crisis arrasa y modifica el marco de comprensión, la descomposición del estado y la sociedad subvierte anhelos y sueños...
Ahora hablo reposado sin raptos de vehemencia, atropello y oscuridad, destilo escepticismo, lejanía, soy conocedor de lo que hablo. Soy una voz surgida del viento, casi impersonal.
ETA fue para muchas generaciones de jóvenes socializados en las cuadrillas vascas, en su camaradería intensa -auténticas fatrias-, a donde iban los mejores de ellas, que tomaban el camino de la clandestinidad y de repente desaparecían, estaban en E.T.A. ,generosos , modelos, los que estaban dispuesto a darlo todo por Euskadi, causaban admiración y el máximo respeto. Eran la acción y el heroísmo, eran el exilio y el país vasco francés el territorio vasco más bonito, armonioso, esencial, puro.
Luego estaba la liturgia funeraria con sus muertos,
el recibimiento a los presos, el grito ancestral del Irrinzti, la percusión de la txalaparta de
palos de madera sobre tablas, el himno del soldado vasco, el ardoroso
cancionero de ETA, un mundo simbólico
envolvente, ritual, mítico, sacrificial, de comunión. La vida podía tener
sentido (por supuesto supraindividual)
y estar cuajada de símbolos con enorme potencia emocional y cohesiva.
Todo ese entramado simbólico se ha ido abajo, dije. El
atractivo del nacionalismo, el romanticismo, la nostalgia de la esencia perdida,
el sentimiento de comunión tienen una fuerza poderosísima. El nacionalismo vasco no es cualquiera (me dio
la razón), no es de cartón piedra. La patria
vasca desde Sabino Arana reunía la excelencia de los sueños y utopías más perfectas
y edénicas. Todos los objetivos estratégicos de reinstaurar el vascuence y
una vida específica y pura también han fracasado. Bilbao sigue siendo tan española como en mi
niñez. El tema vasco impregna ya de su infinito aburrimiento a los propios
vascos. A pesar de las especulaciones en torno a la negociación de Rajoy con
ETA, los terroristas siguen consumiendo
cárcel, la conferencia internacional de paz
en San Sebastián fue otro fracaso, Bildu gestiona el presupuesto de un país africano,
Bildu es sistema en época de furia antisistema. No es tiempo para teologías en
el cambio de paradigma y era.
A unos pocos vascos tendremos que agradecerles que hayan
escrito las mejores páginas de reflexión moral y política,
y la altura ejemplar de su actitud cívica en la historia reciente. El único reto pendiente es que el relato de los años de infamia, crimen y cobardía no lo escriba la comunidad de nacionalistas y terroristas.
2 comentarios:
¡Ño! Qué bien escrito y descrito.
Cosillas:
-Jon Juaristi se declara ex-vasco. Vaya, vaya, otro vasco que escribe sobre lo vasco que se pone el ex delante.
-Tocqueville. Voy por la página 170 del primer volumen no sé si lo terminaré. Habla de otro tiempo y otro país pero qué actual es en sus juicios (liberales) sobre los partidos políticos, libertad de prensa y justicia, entre otros...
En cuanto a Weber, gracias a la audio tecnología lo llevaré oído pero no creo que asimilado; el medio no es el adecuado para mi cabeza..
Salu2 EDH.
Gracias por tu clarividencia y generosidad.
Estoy ahora en el seguimiento del tiempo cuando se ultima en una vida: como un soplo.
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