domingo, abril 07, 2013

Distribución: 19 -1 librerías


Será lo último que escriba hasta la presentación de El Sáhara, perspectiva de revisión. He desembarcado y en domingo  en esa gran guía que es todostuslibros http://www.todostuslibros.com/libros/el-sahara-perspectiva-de-revision_978-84-15464-92-1
(a la que están asociadas muchas librerías de toda España) y he vuelto a comprobar que el libro ya está en 18 de ellas, aunque a veces fluctúa; ya le ha costado. Como que ha desaparecido de la librería Troa de la calle Serrano de Madrid, la 19. Uno al menos vendido en Madrid.
Está teniendo más movimiento que el anterior,  lo digo por todo. También es mejor. El prologuista Manuel Vidal será  breve en el Casino, me ha dicho. Y yo también. Hace 4 años no sabía nada del Sáhara. Ahora sin duda soy un conocedor. Curiosamente estoy en un conflicto en el que  soy neutral por una vez. Normalmente siempre tomo partido, por supuesto hasta mancharme, como cantaba Paco Ibáñez   musicando a Gabriel Celaya (¿o Blas de Otero?). La equidistancia es particularmente  innoble.
En el asunto del Sáhara me siento un anglosajón, un extraño, un intruso. Mis simpatías estuvieron en su día con el Polisario, como todo el mundo. Ahora se han desvanecido. Supongo que si te calificas de extraño e intruso no se podrá entender por qué he escrito entonces  dos libros y en tan poco tiempo. Aunque hay una explicación para ello: son los sedicentes amigos de los saharauis (de una parte, claro) los que me han motivado.
Pensando también en la presentación del martes,  resulta que estoy comprometido únicamente con dos cuestiones que son internacionales, y por supuesto con ninguna española interna (me encantan sus voluntarios, cada vez más camisaspardas). No es ninguna casualidad que esas 2 cuestiones internacionales sean las de máxima (las únicas si exceptuamos la sacral devoción  del antiamericanismo) y ferviente  hinchada/hooliganía española, causas hispanas de zambra, hoguera, percusión… pancarta siempre. Propensos al fanatismo, henchidos de sectarismo, dogmáticos y simples, agitados…  temibles si la suerte y el valor les acompañara. Es muy desagradable ser español. No soy el único que lo piensa.
El logos
La posmodernidad como gran fenómeno cultural    y epocal ha abatido las bases de la Ilustración con su preeminencia absoluta de la razón. Aunque enemigo de los grandes relatos de legitimación, deploro  el derrocamiento de la razón en favor de la estética y la moral. La actualidad es un cacareo envanecido y  constante de los dueños de la moral o de lo justo y conveniente, de buenos y malos.
Está totalmente expurgada la razón, el análisis (porqué y qué “recortar” por ejemplo), la crítica, la reflexión personal.  Los retos más técnicos, los hechos  objetivos, los datos positivos son  eludidos por los tribunales morales de la calle, la “opinión”,  a los que no reconozco ninguna probidad  ni ecuanimidad racional.
En realidad  me he mantenido en los parámetros generacionales y utilizo las mismas armas que admiraba entonces. Me interesan los discursos, los relatos, su sintaxis y morfología, su eventual legitimidad y origen, y tratar de subvertirlos, como es el caso,  de la mano del logos y el espíritu de rebeldía  y erosión del  topo. Es lo único revolucionario  que queda.                 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siento mucho que no podré ir mañana a la presentación del libro.

Salu2,
EDH.

José María Lizundia Zamalloa dijo...

Es muy de lamentar, yo en cambio sí asistiré