Será lo último que escriba hasta la presentación de El Sáhara, perspectiva de revisión. He
desembarcado y en domingo en esa gran
guía que es todostuslibros http://www.todostuslibros.com/libros/el-sahara-perspectiva-de-revision_978-84-15464-92-1
(a la que están asociadas muchas librerías de toda España) y he vuelto a comprobar que el libro ya está en 18 de ellas, aunque a veces fluctúa; ya le ha costado. Como que ha desaparecido de la librería Troa de la calle Serrano de Madrid, la 19. Uno al menos vendido en Madrid.
(a la que están asociadas muchas librerías de toda España) y he vuelto a comprobar que el libro ya está en 18 de ellas, aunque a veces fluctúa; ya le ha costado. Como que ha desaparecido de la librería Troa de la calle Serrano de Madrid, la 19. Uno al menos vendido en Madrid.
Está teniendo más movimiento que el anterior, lo digo por todo. También es mejor. El prologuista Manuel Vidal será breve en
el Casino, me ha dicho. Y yo también. Hace 4 años no sabía nada del Sáhara.
Ahora sin duda soy un conocedor. Curiosamente estoy en un conflicto en el
que soy neutral por una vez. Normalmente
siempre tomo partido, por supuesto hasta mancharme, como cantaba Paco Ibáñez musicando a Gabriel Celaya (¿o Blas de Otero?).
La equidistancia es particularmente
innoble.
En el asunto del Sáhara me siento un anglosajón, un extraño,
un intruso. Mis simpatías estuvieron en su día con el Polisario, como todo el
mundo. Ahora se han desvanecido. Supongo que si te calificas de extraño e
intruso no se podrá entender por qué he escrito entonces dos libros y en tan poco tiempo. Aunque hay
una explicación para ello: son los sedicentes amigos de los saharauis (de una parte,
claro) los que me han motivado.
Pensando también en la presentación del martes, resulta que estoy comprometido únicamente con
dos cuestiones que son internacionales, y por supuesto con ninguna española
interna (me encantan sus voluntarios, cada vez más camisaspardas). No es ninguna casualidad que esas 2 cuestiones
internacionales sean las de máxima (las únicas si exceptuamos la sacral
devoción del antiamericanismo) y ferviente
hinchada/hooliganía española, causas hispanas
de zambra, hoguera, percusión… pancarta siempre. Propensos al fanatismo,
henchidos de sectarismo, dogmáticos y simples, agitados… temibles si la suerte y el valor les
acompañara. Es muy desagradable ser español. No soy el único que lo piensa.
El logos
La posmodernidad como gran fenómeno cultural y epocal ha abatido las bases de la
Ilustración con su preeminencia absoluta de la razón. Aunque enemigo de los grandes
relatos de legitimación, deploro el
derrocamiento de la razón en favor de la estética y la moral. La actualidad es
un cacareo envanecido y constante de los
dueños de la moral o de lo justo y conveniente, de buenos y malos.
Está totalmente expurgada la razón, el análisis (porqué y qué “recortar” por ejemplo), la crítica, la reflexión personal. Los retos más técnicos, los hechos objetivos, los datos positivos son eludidos por los tribunales morales de la
calle, la “opinión”, a los que no
reconozco ninguna probidad ni
ecuanimidad racional.
En realidad me he
mantenido en los parámetros generacionales y utilizo las mismas armas que
admiraba entonces. Me interesan los discursos, los relatos, su sintaxis y
morfología, su eventual legitimidad y origen, y tratar de subvertirlos, como es
el caso, de la mano del logos y el
espíritu de rebeldía y erosión del topo. Es lo único revolucionario que queda.
2 comentarios:
Siento mucho que no podré ir mañana a la presentación del libro.
Salu2,
EDH.
Es muy de lamentar, yo en cambio sí asistiré
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