El Museo de Bellas Artes de Bilbao del que soy socio amigo, felicita muy woke el año nuevo y prescinde de la navidad, muy laicos y superiores, se sienten docentes y virtuosos, obligados a impugnar el Belén, los nacimientos, pastores y camellos, corderos y gallinas, los villancicos alemanes, los renos de Santa Klaus, las misas de los maronitas libaneses, la sangre de los nigerianos,
El exhibicionismo testimonial y pedagógico de los progres woke, se hace casi insurreccional por Navidad. Cogen ímpetu. Siempre motrándose a sí mismos, confiando en la ejemplaridad de su testimonio idiota.

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