Abandonamos Los Reunidos después de mucha antigüedad y muy frecuentado por visitantes amigos. Fue como fundar una pequeña nación. Por una afrenta en la pandemia, un camarero, con el que me llevaba óptimo, de súbito se vino arriba, muy arriba, una noche de horario de cierre, que quiso policial: novia francesa de la región de París, moto imitación Harley y un mini cooper. Se volvió aquella noche indiano con fortuna repartida/repatriada entre Cuba y Venezuela, pero no acrecentaba mas mérito que los antedichos.
Soy generoso con el margen de resentimiento que alimento por las afrentas recibidas. Pero esta vez cuando lo iba a extinguir, el camarero se fue a ver mundo, con todo su patrimonio afectivo y motorizado-
Al momento que nos hubiera gustado regresar a Los Reunidos ya habiamos amistado cordialmente otra vez con los camareros de la nueva colonia, y eso no se abandona e hizo imposible el regreso, salvo algún paréntesis navideño como el de ayer. Sigue frecuentado por un pijerio estándar de la ciudad en familia. A Sonia Mónica, que es encargada camarera del nuevo asentamiento le pedí que cruzara la calle (Nokia) para sacar la foro y el selfie con ella, y mantener unidas las dos orillas, que es lo que se hace todos los lunes.