La noticia más
reciente que tengo de Los Ángeles es que
un tomate cuesta un dólar. Fuente:
Pablito que ya ha empezado en la UCLA.
Ayer pagué a Fer los tickets para Los Ángeles. El
pasado lunes escuchamos atentamente lo que decía Belén de EE.UU.
Llegamos un domingo de primeros de mayo a la noche a LA (Elei) y el viernes tenemos
la graduación en Tucson (Arizona). Volver a asistir a los ceremoniales académicos
americanos, como lo hice en Georgetown y
vimos en la Universidad de Columbia
en NYC, no es algo que me produzca arcadas precisamente.
Desaconsejado ir de
LA a San
Diego en coche: embotellamientos, autopistas de 18 carriles, y policías en cada esquina. Lo
recomendable es el tren. Últimamente entro en youtube donde miró sobre todo a
la armada americana con sus destructores
más modernos, que alguno habrá en la base
naval de San Diego.
De niño en el Colegio
alemán, con ocasión de la llegada de una flotilla de la marina de guerra alemana a Bilbao, atracada en Portugalete, nos llevaron a visitarla. Luego tuvimos que dibujar los barcos. Curiosamente yo me acordaba del
barco mayor con todo lujo de detalles, lo había fotografiado mentalmente, y sentido de perspectiva siempre lo he tenido. Podía
dibujar lo que quisiera desde cualquier ángulo, aunque no dibujara muy bien. Según me contó hace un
par de años MH fui el mejor -¿alguna vez he
dicho que haya sido el mejor en algo?
Pues solo aquella vez- y mi dibujo se pasó el curso colgado en la pared. Yo
me acordaba del dibujo, del barco,
no del honor. Unido pues a los barcos de guerra. Me pasé la niñez dibujándolos
En EE.UU. no pienso conducir con alcohol, algo que hace años
con la música alta y fumando me parecía un verdadero goce. Mis goces no dependen de lo que
arbitren los gobiernos. He tenido la
suerte de pasar mi juventud bajo el franquismo, donde
sorprendentemente no había prohibiciones
a la vida (una vida desregulada,
desreglamentada), y la Transición. Supongo que el más tonto sabrá distinguir
entre política y vida. Sé de lo que hablo, porque tuve una multa por alteración del orden público o algo así. Merecidísima.
Tampoco puedes llevar latas o botellas abierta en el coche. Cuando te para la policía lo primero
que pregunta es si llevas armas y lo
segundo si has bebido. En EE.UU. no
es nada recomendable mentir a las
autoridades. Hay un excepción en la bebida: Las Vegas, donde puedes
ir por la calle bebiendo entre más borrachos, incluso casi todos.
El desquite será cuando hayamos cruzado la frontera mexican,
seguro que allí el margen de botellas
de tequila para dar positivo será altísimo. Por
una razón que me acaba de asistir, allí porcentualmente los muertos de tráfico han de ser ridículos comparados con los de las balaseras.
Y eso es algo que le puedes discutir y porfiar a cualquier agente
federal muy padre,muy
madre, güey o pinche huevón que se interponga,
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