El domingo pasado con María y Sr Lucas en el Potomac
También dije que la vida más interesante que conozco es la de mis hijos, no digo que la de sus amigos no sean parecidas, por eso son amigos, pero no sé de ninguna otra. Los que me lean se pueden mirar. Siempre habrá corresponsales y Médicos sin fronteras y algún Fer en ejercicio.
Ayer llamó mi hijo. Salen hoy de Washington a Salvador, escala para Lima. Van a celebrar el Día de Acción de Gracias con mi familia india-americana. Una semana entre Lima y Cuzco y Machu Pichu.
Le pregunto por su tarjeta verde y me dice lo que va a necesitar, antecedentes, certificados y estas cosas. Hará estas navidades un pequeño examen en la Embajada de EE. UU. en España. Está loco por votar y me cuenta que ha ido al consulado –al comienzo casi vivía en la residencia de los embajadores y me ha pedido que le compré el libro del entonces embajador sobre el CNI, son muy amigos de su hijastro y tenía una gran relación con él, comían muchos domingos con la familia.
Sigue conservando la residencia canaria y para votar ha de ser residente temporal o algo así. Me dice, he ido de listillo, a hacer trampa. Pero tú eres residente permanente en EE.UU, me dice una funcionaria. Que va, estoy siempre entrando y saliendo (se supone que de España). Como no avanzaba le manda a un diplomático, que le dice lo mismo.
-tú eres permanente.
- En absoluto
- Bueno, pues enséñame tu pasaporte con los sellos.
-lo tengo en casa.
- si quieres llamo a Interior.
- no, tampoco es para tanto
Me han fastidiado, pero me he alegrado por otro lado, porque he comprobado que las cosas funcionan.
Pero ayer se le escapó algo que tienen terminantemente prohibido en la orden franciscana (simbólicamente ¿OK?). Quiere cambiar de Organismo internacional y la plaza a que aspira no acaban de sacarla y al hilo comenta, ahora mismo les soy esencial (donde está).
O sea que ahora estarás como en el 490 del escalafón o al menos más cerca.
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