domingo, noviembre 29, 2015

Celebrando el Black Friday de manera inconsciente



En los juzgados, aparte de escandalizarme por una conjunción de  vida vivida e inteligencia, todo deplorable, afortunadamente me encuentro con Colorín (no me has sacado en tu último libro. En el siguiente ya te encajaré) y con A. A, cuéntame cosas, soy solo oídos: ¿Javi? No me hables de él, y seguimos examinando a la familia. Queda algún hermano que no se haya separado y regresado a la casa de vuestra madre, que es donde vas a terminar también tú. Yo ni loca. Pero yo... ¿podría terminar allí con vosotros? No, sería una catástrofe.
Tengo que presentar papeles en el Castillo. Bajo hablando con Rexie por el móvil, aunque más valdría decir riendo. Sentado en un banco, preparando un juicio está Leopoldo y además hablando por teléfono. Coloco la cartera entre las piernas y levando el índice pulgar, es un electo. Se levanta y me dice.
-Gracias por votarme.
-No te voté, no vote a nadie. No fui- . No le digo: yo solo llego hasta las relaciones personales, lo que es verdad, y no a ninguna otra. Ya me gustaría.
-Bueno, es igual.
-Tan igual no, porque el martes sales citado en mi columna.
-Ah sí, que ilusión me hace, que día para que esté atento.
-El martes
Falta media hora para tomar cervezas, me voy al Cortty, las masas, el abigarramiento general, los cambios producidos, echan para atrás. Intento subir a la librería antes de ir a Agapea. Me encuentro con un Sr Advocat que me cuenta una historia inverosímil. Me voy.
En Agapea por fin hay género, y poca gente. Salto la filosofía, transito por política, y me ubico ante historia medieval. ¿Soy yo éste? Jamás me he situado frente a frente a la historia medieval. Zas. Dos libros sobre Al –Ándalus. Puestos para mí, cojo el mayor y conozco al autor. Acaparo "Orfismo y tradición iniciática", lo de los misterios eleusinos, el culto en Delfos, pitagóricos, el gran Dionisos… Y otro de Ian McEvan, ficción. 
En Atlantic City he quedado con mi hermano,
-¿Puedo mirar los libros?
- Mientras no los hurtes.
- ¿Andas buscando alguna religión, cuanto más extraña mejor… ¿
Cercanas las 14 horas me dice que tiene que disculparse ante una secretaria judicial.
-Habrás montado un pollo de los que acostumbras. Se te han ido voz y gestualidad ¿no?
-Me han dicho que dijo a los funcionarios que si alguna vez tenía un problema me elegiría como abogado, por mi insistencia y exhaustivos seguimientos de los casos, y no saben que es neurosis, pura neurosis. Sabe que me va a encantar el autodiagnóstico. A la tarde se lo cuento a Rexie, que efectivamente coincide con  que mi hermanito es muy humorístico, y en casa.
Basta una buena frase para tener un fin de semana logrado, porque es frase que reverbera.
Divulgación

El viernes también contacté con mi amiga chilena de Misosoafrica (web chilena) para enviarle algún artículo sobre Al-Ándalus y el magreb. Me gusta mucho ese tema y he aprendido algo. También quiero escribir en alguna web islámica, que ya me han sacado. Lo que haré es divulgación, que me apetece mucho, los académicos universitarios (que son fuente de conocimiento) no suelen hacerlo. Divulgar porque no soy investigador nin tengo enemigos que hostilizar a hostias.

Rebelión y competitividad
Que mi hijo me escribiera que esta leyendo en Miraflores, Lima "Conversaciones en la catedral" (menos mal que la Tía Julia y el escrbidor, que leé Shilpa ya había leído) de Mario Vargas Llosa desencadenó en mi la rebelión y rivalidad invertidas, con el hijo en lugar de con el padre. La volví a empezar. Llegué al sexo, no excesivamente exquisito y continué.




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