La xenofobia comienza a ser un riesgo muy serio para los blancos cristianos en Europa. Sí, parece ser que sí. El peligro es aún mayor cuando el xenófobo contra lo más endógeno (por eso debe ser muy xenófobo) come a diario en un bar turco, es muy simpático con los turcos musulmanes del bar, que hablan muy bien de sus maneras, y es rubio de ojos azules que por mera xenofobia asesina a rubios de ojos azules como él.O sea: pura xenofobia.
Hay una izquierda analfabeta, además de pedestre y chusca a extremos grotescos, que no es que no haya leído a Freud o Jung, que no sepa quién es Melanie Klein ni Julia Kristeva, sino que su analfabetismo abarca por completo a las grandes áreas de las ciencias sociales y humanas. Es un lastre absolutamente xenófobo y fanático que diría ZP.
Cuántos libros habrá leído Zapatero en su vida. A la izquierda analfabeta solo le queda la "acción" (versión simulacro posmoderno) y se pone miliciana a las primeras de cambio.Saca antifascismos y xenofobias de debajo las piedras. No hay más. Ni Buñuel.
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