miércoles, julio 20, 2011

el Dignité y la payasada a cuenta de Gaza

El DIGNITE. Este barco de pesca de recreo, un yate de nuevo rico, desbordado de obra viva tipo elctrodoméstico, sin bodegas ni contenedores ni cubierta ni posibiliad de carga, airoso, no hundido ni gravado por ningún peso o mercadería, sino muy superficial,  plano como una tabla de surf, diseñado  para la pesca de atún y el ocio, y comidas con martinis previos, ha sido interceptado por la Marina israelí.

Con cuánta "solidaridad" podríamos  especular que llevaba, además de las vituallas para la travesía por el Mediterráneo veraniego, parece ser que con poco más que la bandera palestina, que luce con muchísmo heroismo en la cubierta de avistamiento de pesca de lujo. La población de Gaza registrará desde  hoy la requisa de una bandera palestina de importación, y quizá algunas revistas pornográficas de los compulsivos activistas de circo y onanismo.
Según cuenta nuestro corresponsal,  las playas de Gaza estaban saturadas y desbordadas de población cívico militar religiosa que esperaba ansiosa y agónica  la bandera palestina que lucía la nave  Dignidad, además de algún detalle que pudiera portar en uno de los pequeños armarios del camarote de proa.
Los centros comerciales de Gaza no estaban en la mañana de hoy anegados por compulsivos consumidores que veneran las financiaciones y donaciones de Irán y emiratos, porque habían acudido a las playas a retirar los artículos imprescindibles y básicos que el dignísimo Dignidad casi aerotransportaba volátil.
La frontera de Egipto entretanto permanecía abierta de par en par  durante toda la mañana, tarde y noche, y los túneles colador que horadan la frontera de Gaza y Egipto como un queso gruyere, por donde el Pais nos mostraba como cruzaban vacas para los mataderos a Gaza, se veían en aun mayor desuso.
Las cajas de puros y eventualmente una  parte del bonito que haya pescado el yate de lujo, viajará de Ashkelon a Gaza con  los convoyes que a diario cruzan la frontera. Los exhibionistas y onanistas preocupados, como acreditan, en exclusiva de su notoriedad y heroismo, para quienes Gaza es Hollywood, siguen sin querer ir ni a Siria, ni a Libia, ni a Egipto ni a Yemén ni a lugares en donde la gente les pudiera estar esperando. Qué manda cojones. Pero saben que no habría  televisión, ni tantos medios y portadas. Los comediantes necesitan solo el espectáculo, amén de resolver algunos problemas psicológicos relativos al narcisimo y la necesidad de reconocimiento de las  fantasía de gloria. Basta ver a alguno de ellos por televisión. Esta tropa no son los turcos del año pasado.

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