lunes, septiembre 06, 2010

Otro homenaje a Ernesto Delgado Baudet recién llegado, es de Manolo Suárez

Conocí a Ernesto Delgado Baudet a través de Lizundia en una ya lejana presentación de algún libro y después, siempre en actos similares, coincidíamos (y confluíamos) invariablemente. Era yo quien lo buscaba. Nuestro trato fue muy esporádico pero disfruté todas y cada una de mis conversaciones con él, especialmente la última, en la que también estaba presente un particularmente lúcido Agustín Enrique. Sin saber cómo, y con todo aún inconcluso, en un momento dado de la noche que aún era pura potencialidad, lo perdí de vista. En mi caso, definitivamente.Me ha afectado profundamente, mucho más de lo que esperaba, la noticia tardía de su muerte. Me hubiera gustado poder hablar con él de su obra, que desconocía entonces y a la que, en parte, he podido acceder estos días. Me he quedado sobrecogido por su pureza y su falta de afectación, por su fatalismo aceptado de hermoso caído. He leído en algún comentario que había en él un dolor que le seguía punzando y una dulzura silenciosa que enternecía. Me pareció una descripción apropiada.Quedo en deuda con Lizundia por habérmelo presentado y con Ernesto por la conversación indefinidamente pospuesta. De un blog llamado “alcalima.blogspot.com”, en el que figura una breve pero magnífica selección de sus poemas, traducidos al gallego, extraigo lo siguiente:

“Necesito decirte que soy nada.
Esa circonita abandonada en tu arcón,
tu amor primero que marchó al recuerdo
o esa lágrima que airea por el puerto.
Necesito decirte que no sé del porvenir
ni de los niños que viajan heridos y solos.
Necesito decirte.
Necesito.
No sé, no sé nada, absolutamente nada”.

-“Preciso dicirche que son nada.
Esa circonita abandonada no teu arcón,
o teu amor primeiro que marchou para a lembranza
ou esa bágoa que aboia polo porto.
Preciso dicirche que non sei do porvirnin
dos nenos que viaxan feridos e sós.
Preciso dicirche.
Preciso.
Non sei, non sei nada, nada de nada.”

1 comentario:

Agustín Díaz Pacheco dijo...

Homenaje a nuestro simpre recordado y presente Ernesto Delgado Baudet, por las circunvalaciones de la memoria. Era como el aire pero con los pies en el suelo. He estado buscando en mi desastre (muchos libros) y he encontrado dos de sus libros. Fue cuando me azotó un viento siberiano. Se nos ha ido pronto, pero regresará, siempre que pensemos en él.