domingo, enero 19, 2020

A Melilla a abrir nuevo inicio de escritura

He estado tres veces en Ceuta, las tres solo y no de paso (que han sido más), sino destino. He dormido en hotel, parador y en un pensionado como me gustaba decir. El martes hice algo que sistemáticamente omito como es ir a conferencias, aunque hay algo que omito aún más: las presentaciones de libros. Desde muchos años nula relación con el sector, como con el colegio profesional de médicos o ingenieros industriales. Podía haber dicho otro, históricamente más próximo pero ni se me ha ocurrido.
Pues esa conferencia que está dando tanto de sí, aquí me refiero, es la que pronunció un ilustre africanista, el historiador Víctor Morales Lezcano, al que he leído bastante, gran especialista en África, el Magreb. Llevé a Washington en navidades precisamente un libro  de él, que  era sobre Egipto Turquía e Irán y no el Magreb. Pues este señor al que iba a saludar y por un amigo íbamos a hablar, al final no lo hice porque me fui, debido al frío polar reinante -era en el Instituto de Estudios Canarios de La Laguna- que era tal que vi como se abría una posibilidad impensada: ir directamente de allí al centro de salud más próximo, para abortar una neumonía u otros procesos que desencadena el frío.
La foto es del rey de Marruecos en la sinagoga de Mojador- Essaouira
Ahora voy a la referencia y cita del autor. Víctor Morales se refirió con verdadero encomio a la ciudad de Ceuta, que era una maravilla con gesto que invitaba a ser visitada. Nadie hizo el mínimo caso. Aparte sus libros me une al historiador Ceuta.
El próximo fin de semana hemos quedado en Málaga con nuestra familía que siguen en Madrid, allí nos despediremos, con Alfonso y Serana. Ellos regresaran a Madrid para los últimos días y de allí a Washington, yo a Melilla y alguna incursión en Granada
Desde hace tiempo abrigo las ganas de visitar Melilla, que se han vuelto en deseo casi irrefrenable. Estando en esas me vino una idea, con similar fuerza que es tener un tema de escritura, desencadenarlo y proveerlo poco a poco.
Cuando no escribo echo en falta cuando lo hago, su entrega y motivación. Nunca tengo un libro siguiente esperándome, espero pacientemente que surja, supongo que si excluimos los de sindicalismo, que me los iban marcando el gentuallo de señoritos vagos emboscados.

No hay comentarios: