Considero que fesiby (ese gran álbum de fotos de uno, renovadas con la excusa del perfil actualizado) tiene pocas fotos mías, pues aquí va la última. De anteayer, que salí de la conurbación para ver un poco el mar y la insularidad. Apenas he salido de casa (tampoco sé a donde ir), salvo los lunes que vamos devotamente a Los Reunidos. Sin estos momentos narcisistas seríamos todavía más anónimos, indistintos y absurdos de vida, que ya es aventurar. Voy conmigo: Me veo fuerte y eso que estuve espléndidamente medicalizado, un sedicente yachtman a quien una clara tosquedad sindicalista (¡qué degradante!) le delata.
En unos pocos días me he hecho con unos 130 amigos, que ni sé al final ni de donde han salido, casi no conozco a nadie. La mayoría son sudamericanos y marroquíes, que obviamente no conocía. Debido a que mi muralla es sobre mi colección editada. De modo que cuando entro en el muro es como si no supiera en que país vivo, pero que quita aburrimiento y azuza curiosidad.Me azoré cuando vi la primera ristra que me aparecieron, procedían de mi movil-celular, todos enemigos del trabajo. Gracias a la vigilancia a la que estamos sometidos por las grandes corporaciones -ojalá tuviéramos interés para alguna más y fueran más puntillosos, que para eso están las redes- fueron reemplazados todos los que seguían conectados a mi en cuanto se empezó a mover el muro.
Es sumamente curioso. Feisby no es divertido sino aburrido, no es personal sino de hombres letreros, no es una página de autor, sino de abonados a registros, y en lugar de hacerse preguntas, cábalas todos son como respuestas a encuestas, casilleros, encima favorecen el hombre anónimo (reductible a guarismos y fotos suyas) y sin apenas o nada que tener que decir sino colgar que hacen o que van a hacer. Y de eso informan. casi todo son etiquetas, reclamos ya hechos, diseños- modelo, tipo emoticonos gráficos, añadidos, series de frases, de Paulo Coelho, el gran coach del vacío. Lo que dure dura,
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