Este monte es Lizundia, un monte como dice su fuente https://www.mendiak.net/viewtopic.php?t=49711 en la Guipuzcoa profunda, cerca de Deba, Motrico, próxima a Cestona donde Pío Baroja ejerció brevemente de médico. Y lo dejó.
Un padre tan vasquista y nacionalista como fue el mío y no sabía que existía -el monte tiene 500 m-, del resto de la familia mejor ni hablo.
Desde aquí hasta el fondo donde se yergue el mitológico Amboto, están todos mis orígenes de Lizundia. El monte, con ello y por fin la toponimia, que creía no existía. Elgoibar de donde procede el apellido y un poco más allá, ya en Vizcaya, Abadiño de donde era mi abuelo. Al lado del Amboto, el monte Urkiola donde casaron mis padres y dimos cristiandad a nuestro hijo, proveniente de matrimonio civil, pero que el romanticismo de los curas vascos -¡oh, cómo no atender a un bascongado de Canarias también abducido por la tierra madre-, que habían misionado en sudamérica y amigos de la transgresión y a saber si de la guerrilla, lo permitían todo. Como he escrito en mi último libro sobre Marruecos y Chukri, yo no di a mi hijo un dios, sino una religión, con la libertad que me es dada ejercer a conveniencia y con el sentido estético, antropológico y sentimentalidad lírica que donosamente me caracterizan, en un mundo de descaracterizaciones personales, a favor de apretados resúmenes grupales.
Este txabolo es del monte Lizundia, el paisaje por el que yo moría de niño, adolescente y joven, donde acontecía una suerte de hierofanía, de vivencia panteísta, de presencia de la divinidad con su unción sagrada e inviolable, mi vasquedad extrema, mi etnicismo nocturno, tierra prometida, blut un boden, cosmogonia imaginaria siempre convocada.
Yo que siempre me he sentido un bilbaíno de pro, desde hace años mucho antes que bascongado, ahora resulta que mis raíces son de la Guipuzcoa profunda, cierto que lindantes con Vizcaya. Tan escarmentado como sigo estando de la tierra tribal, gregaria, unísona, monista, cerrada y coactiva, que ni me afecta, pero celebro la aparición de la toponimia lizundia.
En unas semanas nacerá mi nieto en Washington CD, el espacio que se ha transitado desde monte Lizundia a Urkiola y el Amboto, que hemos visto más arriba se habrá multiplicado por un millón. Mientras otros quedan para siempre en esos pueblos y otros cercanos preparando cenas de amigos. Su elan vital. Un día sí, un día también.