Antes de poner holístico lo he comprobado en el diccionario y no hay mejor término que convenga que ese: holístico, porque representa muy bien a este conjunto indiviso de semitas, a musulmanes y judíos. Y aquí está el islam y el judío Amos Oz, junto a otro gran escritor marroquí que es Tahar Ben Jelloun (si no recuerdo mal una vez lo citó Miguel Bosé, o lo habré soñado) al que admiro profundamente, casi tanto como a Oz. Mi viaje (fue una excursión más bien) a Chauen en el Rif, que permanece vivo en mi memoria, va unido a su lectura interrumpida y ampliada por la contemplación del paisaje. Quedaron fundidos
Empecé con el Sáhara -más abajo hay un suceso indignante que me ocurrió el viernes-, y me he ido por los alrededores. He llegado a la España musulmana. Es curioso, me ha pasado hace un rato mientras lo leía y es que me identifico con los cristianos, -será porque lo soy, ser creyente o no como dice Yael es una estupidez- con los Alfonso VI, Alfonso el Batallador. Si tuviera un hijo le pondría Alfonso, como Al. No hay identidad sin infancia ni referencias ni mitos o religión. Lo descubro claramente leyéndolo. Qué curioso, descubro a continuación que sería incapaz de leer una historia de la España cristiana. Lo que tiene de sugestivo, embelesante es precisamente la alteridad: el otro. Si todo fuera igual, neutro, analítico en cualquiera de sus míseras maneras -conozco el percal-, no podría haber curiosidad, afán de descubrimiento, atracción por lo extraño y distinto. Admito hasta exótico, como un viajero del XIX, romántico claro, como fueron.
Me resulta familiar, porque en algún sentido vengo del Magreb, que lo he trabajado. Los almorávides sobre todo y los almohades son conocidos míos. Quiero seguir haciéndolo como divulgador de la cultura andalusí en África. Una amiga chilena que ya me ha sacado en su web, me ha invitado a que le mande trabajos.
Amos Oz es uno de mis escritores de cabecera, es judío. Esta es mi lealtad incondicioanal. El comprarme tantos libros hace que no los acabe de leer, los interrumpa, no los empiece... He puesto un mínimo de orden en mi mesa del estudio de lectura. Estaba harto de los aludes. Y he descubierto que tengo magnífico libros comprados hace poco, pero que estaban en las profundidades de la cordillera de papel.
Como soy miembro de número de la de Tenerife y fui muy bien recibido en la de Las Palmas (el público se abstuvo), quiero seguir con Canarias también, una vez termine mi libro sobre sindicalismo y laboralismo, de lo que estoy realmente satisfecho.
Este libro lo dejaré para cuando vaya a La Palma, tras nochebuena.
Perdón me he olvidado de Mercadona, es la respuesta a que has hecho este fin de semana: ir a Mercadona; y que más, nada más.
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