Como siempre la sinopsis
la brindó Oktaviansky: Todas las presentas son diferentes, pero esta ha sido la
más rara. Con frases como “mi vida no tiene ningún interés, pero las de los
demás tampoco…” –que debí decir-, parecías Beckett en su etapa más francesa. ¡Genial, genial!”.
Yo, tal como muestran las fotos, indistintamente
riente y festivo como circunspecto y ¡asombro! con rictus de mi padre.
Resulta que haciendo un libro de crítica de inmensos
burócratas, o sea sindicalistas de
profesión, me sale uno autobiográfico
(muy parcial y enfocado al tema). Me hubiera salido más profuso, tipo jungla
inextricable, uno sicológico por ejemplo.
Andrés es otro maestro en paradojas e ideó una fórmula
inédita. Con nosotros, antiguos y recientes resultan proscritos la rutina y los
lugares comunes. Las mayores tonterías de mi vida, la sarta de vacuidades, fláccidos sofismas, formulismos entecos, discursos
desmayados, simulacros tan delirantes como torpes los he oído en muy poco
tiempo en presentaciones. ¡Qué fue aquello!
Ayer no tenía nada que decir. De ahí que balbuciera y enmarañara ideas mirando al suelo. Como un
nihilista, un descreído que no se atiene a un criterio procedimental y comunicativo. Aunque es
importante la consciencia de que no hay lugar para mucha transmisión de ideas o
propuestas. Más que transmitir, mostrar
la dificultad, la fragilidad de motivos y explicaciones, el
distanciamiento escéptico de uno es lo
que se puede salvar. Lo más digno es
monologar sin mucha conexión, como si estuvieras ante un espejo y te estuvieras todo el rato esquivando.
Si no hay nada que decir, callar, si no repercutir esa circunstancia con arabescos, bordados y fumarolas al sufriente amigo. Lo que es
obsceno es hablar de uno. Como hacen los
prosistas del entretenimiento, lastrados por su propia vacuidad teleológica e
instrumental.
Le llamaste a J.L, - uno a los que está dedicado el libro-
interroga XY. No, contesto. ¿No le localizaste o no lo intentaste? No lo
intenté, le aclaro. Dicho queda.
Los que responden son los amigos, que es de lo que se trata, de convocarlos y tomar
algo. Eso sí es una delicia, una
celebración. A mis amigos el libro les
está gustando. La parte intimista, autobiográfica, qué cosas, quien me lo
hubiera dicho. Cuando era helio, poseía materia. Claro, no iba
a ser lo relativo al sindicalismo. El Herreño, que se lo había comprado
en una librería, lo tenía hasta subrayado. Pero ¿cómo me puedes subrayar? Pero
me lo explica bien. Hablamos de literatura como experiencia de vida y medio
único de transmisión de los nichos de intimidad, de conexión sensible o
ideacional, que no se puede compartir ni queriendo de otra forma.
Lo tomo de Zygmunt Bauman, de su Modernidad líquida, porque
eso es lo parecido a mi situación, estoy en una situación líquida, todo fluye y
nada es preciso asir y que tenga materialidad (salvo el armamento), sino
ser parte de fluidos o granizo de tormentas, las ochocientas entradas que lleva
mi artículo en el digital de El Día
sobre Domingo López Torres, el teórico frustrado, la intensidad que produce la
comparecencia ante la Justicia, el saberte buen combatiente, nada restringido
ni convencional, con frentes por abrir, llegar
con el periódico bajo el brazo gritando casi, mira, mira “militante de USO Canarias”. Yo. Eso el
miércoles, el jueves otra vez. Nos
reímos. Mi organismo no segrega ni una
endorfina, pero sí alguna sustancia emparentada con la adrenalina.
Coordinando ideas a través de la diagonal gafas-rodilla-zapato-suelo
Con el Herreño
El que siempre posa igual: para atrás. Es tan narcisista
que siempre posa en selfie. Es el que busca capturarse a sí mismo, autosuficiente, aunque el Líder estuviera a dos metros, que lo suplanta en su imaginario por su largo brazo
2 comentarios:
Lástima que solo pude llegar al Parlamento y poco más. Pero qué sería una presenta sin la croqueta? Un placer y un honor que cuelgues dos fotos tomadas con um móvil hasta que los Reyes me traigan una cámara...NAL
Lástima que solo pude llegar al Parlamento y poco más. Pero qué sería una presenta sin la croqueta? Un placer y un honor que cuelgues dos fotos tomadas con um móvil hasta que los Reyes me traigan una cámara...NAL
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