"Nosotros no luchábamos
ni por las libertades, ni por la democracia tal y como la entendemos hoy… hoy es democracia representativa
con elecciones libres, Estado de Derecho… nosotros no éramos demócratas. Yo
ahora cuando veo que hay gente que dice: ”No, nosotros, luchábamos
contra el franquismo, por la democracia y por las libertades, bueno…"
"Cuando dije que
éramos estalinianos, la gente se quedó pasmada y aterrorizada".
"Nosotros éramos estalinianos
atormentados, trágicos…" Javier Pradera
Yo añadiría que la famosa lucha por las libertades consistió
básicamente en tratar de remplazar un totalitarismo por otro. El arrasamiento
de la verdad histórica en estos 30 años
de Transición ha sido digno de un totalitarismo e impropio de una democracia
pluralista. Teniendo en cuenta el nivel
de los que hicieron la Transición no deja de ser tan absurdo. El magma de extrema
izquierda, ETA, marxismo (PCE y PSOE entonces también), nacionalismo de
derechas y de izquierda emergente, junto a derechas de fuera y dentro del
régimen, crearon (lucha política) gracias al consenso un
marco político e institucional aparentemente seguro y moderno,
pero lo que es la lucha ideológica y cultural la acabó ganando con los años y por
goleada el bloque nacionalista /izquierdista. Que no es
más que una versión (relato) de verdad infinitamente pobre y manipulada. Que no pasó de ser el mero desarrollo (atemperado, a Dios gracias)
de las pancartas de la Transición, ninguna obra de sabios o del debate de inteligencias acreditadas.
Si alguien representa
en España al intelectual de izquierdas ese sin duda ha sido Javier Pradera, y su amigo
Jorge Semprún. Para mí fueron sus iconos. Esta semana he pasado varias veces por el Corte Inglés para pillar el libro "Camarada Javier Pradera", y por fin
lo encontré ayer.
Javier Pradera intelectual de izquierdas paradigmático.
Editorialista, escritor ágrafo (como mi hermano) y hombre fuerte de El País,
editor de Claves de la Razón Práctica, miembro del PCE en la clandestinidad hasta
su salida con Semprun y Claudín en 1964, heterodoxo entonces, gurú intelectual
de la izquierda hasta su muerte ahora
hace un año. Hijo de padre y
nieto de abuelo asesinados por la facción criminal de la II República. El intelectual
Pradera es otro que confiesa que todo el
poso/peso de su catolicismo le condujo
al comunismo. A mi me pasó igual y directamente en el colegio. Lo que a todos,
que casualmente fuimos marea religiosa sublimada a su destino natural: la
verdadera iglesia. El PSOE, sin religiosidad, casi desapareció durante el franquismo, luego sería invadido por los religiosos de la
extrema izquierda, de moral y sentimentalidad henchidas, superiores, modelos para todos, bueno...
INTERCAMBIO DE TELÉFONOS
El viernes al mediodía en una presentación de papeles en el
Castillo, me encontré con LT. Hablé de él en otra ocasión. Es abogado, economista y joven empresario. Y un intelectual. Después se lo contaría a mi
hermano, quién lo estratificó en el nicho común, sin falta de modestia.
Pertenece al círculo de lecturas liberales: una reserva de
inteligencia, conocimiento y pensamiento
crítico. Los currículos se
compadecen con las trayectorias vitales,
y casan. No son cualquiera, como tampoco
los que quieren incorporarse. Algunos de estos ya son otros intelectuales.
Javier Pradera cuenta
los autores que leía: Marx, Lenin, Stalin,
Plejanov, Rosa Luxemburgo…, y a
todos los que no leyó durante su
formación y que luego hubo (tuvimos) que recuperar. Para que el hiato cultural
y de pensamiento no fueran grietas y vanos gigantescos e infames.
LT me explica como nadie la crisis económica, que me limito escuchar muy interesado. Me he dado
cuenta de que en los últimos tiempos me refiero mucho a la escucha y el hablar. Es algo que me
sorprende, porque es reciente, de un año o así. Por un lado o zonas no hablo y tampoco me
interesa escuchar nada de lo que se dice, pero por otro he descubierto el placer de la escucha, me pasa con la asociación y
con compañeros de los 3
círculos (judíos, liberales y antiguos upyd).
Curiosamente este año ha habido 3 ó 4 ocasiones en que se me ha escuchado con atención, momento en que callo.
No solo quedo boquiabierto como si fuera un pez.
-
Hablas como un marxista- le digo.-
-
¿Sí? ¿por qué?
-
Por la terminología: capitalismo, acumulación
capitalista, crisis y ciclos capitalistas, relaciones de producción…
-
No están mal los conceptos y análisis marxistas
¿no? Aunque me gusta más Hegel.
Evidentemente estos no se sumergieron en el dogmatismo
sectario y ramplón. Por eso con la izquierda no hay de que hablar, aunque la
mayoría evolucionó, si bien absolutamente nada por mi área, para mi desgracia. Por eso
LT es agua de mayo, y me da su teléfono. Le digo que las reuniones están paradas
y me contesta: “nos llamamos, si es preciso creamos un subcírculo de…
espiritualidad o de lo que sea”.
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