A uno le pasan tan pocas cosas en la vida que cuesta elegir de qué escribir (pero revelación)

Y no se resigna a no escribir nada (uno). Este es futuro pasado, futuro por no recibido (el libro), pasado porque ya está escrito (ese mismo). Mi grafomanía tiene que ver absolutamente con la edad y el saber que tengo algo que aportar, no a la humanidad, sino a mí mismo. ya que no tengo un mundo de vida, de generación, de debate e intereses, de interlocución y crítica. Supongo además a la mayoría desaparecidos.

Y sólo escribiendo uno es capaz de entender algunas cosas. Incluso decisivas. Asisto no con este libro de arriba, sino con otro de abajo, a una revelación que me hace cambiar sustancialmente el título, que era:

La rampa vasca: euskera, emigración y desierto demográfico

 Andaba perdido sin llegar a articular todo, hasta que como un fusil de asalto que compruebas puedes montar y desmontar con los ojos vendados, he descubierto la clave, que es del idioma, una nueva sociedad y el futuro que ya se vislumbra.