El Atlántico vuelve a ser un océano de cruce intensivo de hispanos de las dos orillas, al parecer vienen más de América de los que van, que no por ser menos, devalúan esa reciprocidad, ya que se trataría de personajes augustos. Políticos de prosapia. Es como si desde España se promoviera una segunda evangelización.España acoge a varios millones de emigrantes hispanoamericanos que no tratan de difundir ningún credo ideológico o vender obras políticas. Vienen a trabajar y labrarse su vida personal. No ocurre así al revés. La izquierda hispana de España sabe de su nulo porvenir en Europa y Occidente, se trata de democracias liberales maduras, con las que presenta más síntomas de incompatibilidad que de discrepancia.
Por lo que tiene su vista puesta en los patios más agitados de redención y liberación (una fatiga sudamericana congénita, de electroshock), indispuestos con el reformismo, el gradualismo y la concertación.Lo propio de aquella izquierda hermana es el fragor de los anuncios de redención, con una gran predilección por la metafísica y lo celestial. El desajuste entre realizaciones materiales, economías pujantes, sistemas sociales eficaces, programas educativos, consensos democráticos y morales, y la creatividad de fórmulas para conseguirlos es estruendosa e inagotable.
Les gusta más habitar en el mundo fecundo de las ideas luminosas que en el grosero de la materia/materialidad de las cosas. Crear, urdir, idear, soñar antes que acometer y realizar. De Hispanoamérica nos han llegado las recetas más embriagadoras, desde los jesuitas con sus reducciones de Paraguay, (un comunismo agrario), seguidos de oleadas de guerrillas rurales y urbanas, teología de liberación, populismos de derechas trasmutables a izquierdas, indigenismos, revoluciones, sindicalismos feudales, feminismos de combate, canción y castración.
Cuando España no estaba férreamente integrada en las instituciones y políticas europeas, sus izquierdas miraban a las europeas, desentendiéndose de las experiencias políticas americanas y las guerras del fin del mundo, que Vargas Llosa, nos narrara como símbolo edificante.
Es una vez lograda esa integración europea cuando dirige su mirada a los ámbitos y la furia antisistema, con Podemos, de clara inspiración hispanoamericana, reemplazada por Pedro Sánchez que no puede (literalmente) pasearse por ninguna calle de España ni Europa pugna por escucharle, pero sí sabe que hay personajes en el cono sur americano: Boric, Lula, Petro y Orsi, capaces de recibirlo.Alineados todos con una izquierda y su catálogo de soflamas grandilocuentes, como posiciones heroicas, frente a enemigos imperiales, sobre un fondo objetivo de corrupción (mundos Kirchner, narco revoluciones). Ellos prefieren el refugio, la semántica de los grandes conceptos (no realizaciones materiales), del Gran Sur, sin mostrar reservas estratégicas con la consumación de sus ideales en Cuba, Nicaragua, Venezuela.
https://www.eldia.es/opinion/2025/07/29/exilio-trasatlantico-izquierda-hispana-120146638.html