sábado, abril 06, 2019

No tengo nada que contar, sino que editar


Este es la nueva edición ampliada del libro que me confiscó mi hermano, se lo he pedido medio millar de veces y no me lo ha devuelto. Lo compraré  otra vez , como está ampliado, será una ineludible oportunidad. He dejado de llamarle porque carece de toda conversación telefónica. Está en circunstancia de perteneciente al reino animal y dentro de él al sector más doméstico y aniñado.

Mis relaciones en mi lugar de residencia se han contraído aun más debido al mal tiempo. Sigo con mi régimen monacal, y con las cajeras, dada la fluidez de los pasillos de las cajas, a veces me comunico por señas con sonrisas idas y venidas. Sin embargo tengo bastante comunicación exterior, nunca física. Lo que me ocupa es mi sello. Espero que sea algo de lo que quede muy satisfecho, que por ahí parece que va. Es realmente interesante el proyecto y ya empiezo  a saborear y anticipar los resultados. A veces soy un catalizador de proyectos en  los sectores donde me hallo, pocas, pero ha ocurrido, ahora estoy ante una de ellas. No lo voy buscando, y como Picasso, lo encuentro:  rutas antes no holladas, que muestran apenas tronchada  la hierba o removida la tierra. Ya resulta evidente por repetido que es por donde me muevo siempre o casi siempre.
Sí adelantaré que mi iniciativa comportará dar a conocer temas, perspectivas, posiciones, espacios  o no dados o apenas  transitados. Serán novedosos y enriquecerán la bibliografía española notablemente.
Qué más, que mi sello tendrá una singularidad, la de  nacer de forma internacional, con autores españoles, marroquíes y colombianos y abarcará una abanico de temas en torno al Magreb.
Tendremos mucho que contar, Según me dijeron desde Marruecos ya existe un claro interés por conocer mi proyecto, como que participemos en una feria de Tarfaya. Ocurre que los dos primeros libros están todavía en la imprenta. 

No hay comentarios: