domingo, octubre 28, 2018

Unos libros en almoneda, según un tema que nos ocupa

Resulta que de Jorge Edwards aparte de leerle en prensa, verle por televisión, saber de él, le he leído en libro, pero ahora mismo no recuerdo qué. Y no pienso revisar mis estanterías No es desdoro del autor: he comprado el libro a sabiendas  y lo voy  leyendo muy a gusto, porque su escritura y persona me atraen. Diremos que  no me queda un título sino una escritura. Un valor superior, por cuanto es una fiablidad, credencial, una solvencia, no un golpe de suerte o un acierto
Vuelvo a Francisco Aguilar y Paz, mi intención es editar toda su obra, que no es en absoluta larga , pero si difícil y más para quien no maneja los métodos y espíritu  de investigación. Arencibia da una referencia interesante de él. Apolítica. Yo soy político desde que nací.

Este es un libro gigante sobre mi padre, que también fue pintor, sin excesiva dedicación, hay que decirlo. Hice el epílogo y el autor dispuso que era "modo" epílogo, y me entresaca, debidamente entrecomillado, lo escrito sobre él. Veía el libro en el registro de los libros de universidades españolas, y no era consciente de que figurase como coautor. Pues de hecho figuro. Me llamo como mi padre, pero él no es coautor del libro.  O sea que tengo otro libro de coautor para el registro de las bibliotecas de las universidades españolas. No sé como ha salido el tema  hoy, y le digo a XY que lo que escribí era una basura, algo de lo que avergonzarse, de lo más indigno escrito por mi. Uno tiene su propio patrimonio tangible de deshonor, como debe ser. 
Seguimos hablando XY y yo, y en un acto de decisión extrema cojo el libro, me buscó al final y leo algunas transcripciones mías. No doy crédito y le pido a XY que lea. Es realmente digno, habida a cuenta lo ilegible/ininteligible que suelen ser las críticas de arte; realmente es lo más crítico, en términos artísticos o estéticos, del libro 
Este es un izquierdista advenido a su propio marasmo. Ensalza a Marx y el comunismo (ideas claro, el libro va de ideas morales) pero es nostálgico y padece  melancolía de la socialdemocracia.  Le conocía entre otras cosas por su condenas a los intelectuales que habiendo sido de izquierdas (me entero que colaboró con Zapatero -gran post-socialdemócrata- en la memoria histórica) se habían hecho liberales y centristas. Racionales, habían evolucionado. No conozco a nadie que se haya hecho derechista, aunque en España el liberalismo lo sea para comisarios de este tipo.
El autor atribuye la presunción de la superioridad moral de la izquierda, no a las personas -por lo que no entra en el debate ni refuta nada, sino a las ideas, "y clase a las 11"- básicamente empatía, ideales de justicia social, e igualdad y solidaridad. Pero no cae en el sentimentalismo socialdemócrata, se le escapa. Un profesor erudito como ha de ser, incompetente en materia de subjetividad, psique, estados emocionales, respuestas sentimentales.  Quita a los sujetos todos y pone a flotar las ideas allá en el firmamento, allá donde vivía... y había una rancherita... Un cura de los años 60 que se inventa un debate en la esfera del platonismo primigenio 
Este libro lo quería leer, yo soy de simpatías marroquíes y bereberes, me interesa mucho el tema
Gran libro por el escritor, no por el Rastro. Su joya "las armas y las letras" me lo robó mi hermano 

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