Toda esta casi semana hemos tenido un tiempo magnífico, que viene a derrumbarse hoy. Los preparativos nos han conducido a la extenuación, pero hemos comido de lujo con Serena, Antonella y Mirna, la excelsa cocina italiana y caldos muy escogidos.
Ayer cenamos en el porche todos, Yisas y Al como masculinos . Ya solo por este encuentro en el 20 aniversarios de las bodas de Florencia, merecía la pena todo este trajín.
Hace unos días que hablo sin parar un italiano de mi creación. Antonella (por la que tampoco pasa el tiempo) me pide por favor que hable en español, que sería en espagnolo, capisci. Lo de hoy es una oktoberfest a lo grande en sus preparativos. Si no se fustra.
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