El conocimiento solo se puede medir por unidades de longitud. Con la particularidad de que en este caso el centímetro es muy superior al kilómetro.
Así por ejemplo hay quién, muy amigo de campanilleos y cabrilleos, puede hacer muchos viajes de foto turismo solidario a Tinduf, pongamos que 3 ó 4.000 km expedicionarios portando de regreso algún kilo de etnografía, modalidad “artesanía y talleres”, sin embargo tienen 12 centímetros de estantes de libros sobre el Sáhara, sin contar las revistas exaltadoras de su propio compromiso en el océano político solidario español: ¡hay 450 asociaciones y ayuntamientos, his(pánico)s evidentemente, super-pro Sáhara free!, you know?, todos ellos muy militantes, muy partidarios y comprometidos con la guerra o resistencia ajenas. Algo que me desquicia de los hispanos plurinacionales, tan fervientes de trincheras y combates agónicos ajenos (o muy pretéritos). Jaleadores, ellos sólo ponen el prurito moral público: la gran credencial, las fotos con turbante. Ufanos y solidarios afolclorados, no dejan nada para su intimidad. Los saharauis no pueden decepcionar, porque se les acaba todo, les cierran el grifo, la atención y el festival. Menos mal que los anglosajones y franceses, Amnistía o Médicos sin fronteras, y las monjas católicas se muestran muy distintos a estos apostadores de peleas de gallos. Ninguna, empero, asociación en territorio del Sáhara occidental, ninguna neutral, ninguna para niños ilegales, ninguna para devueltos o enfermos o lo que sea, marroquíes en España, ninguna para el “moro”. Su otra obsesión que llaman solidaridad, igual de selectiva, es Gaza y Cisjordania, allí contra el “judío”. Y no hay más. Meras coincidencias (¿memoria a fuego?) de la España igual de profunda y terrible (o más, que ya es decir) que la otra. La Guardia Mora frente a las milicias del Frente Popular, que tampoco olvidan.
La solidaridad de arenga y resistencia de los otros. No de los turistas del folclore solidario que peregrinan moralidad pública a los campos argelinos y obtienen reconocimiento y alborozo después en el barrio. Qué España más fuerte la progresista y plurinacional...
Me estoy dedicando de manera, más o menos, profesional al Sáhara, por lo que estoy un tanto carente de acción y vida, de forma que para no embrutecerme demasiado leo literatura. Delillo y McCarthy.
Conozco el tema Sáhara lo que dan 50 cm de estantería. A este paso llegare pronto a los 80 cm, lo que me permitirá cierta autoridad… comparativa.
Durante 20 minutos, aproximadamente, al día y de manera discontinua reflexiono sobre mi frenesí sahariano, sin lograr darme ninguna respuesta. Es como hablar con Dios. Me subo al estudio de escritura y sobre el Atlántico hago fichas sobre el Sáhara, incluso he dibujado dos planos de aquel territorio y de la zona de Tarfaya, Tan Tan, Cabo Juby, Villabens y el país de los tekna. Lo que nunca antes había hecho.
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