Ayer con nuestro amigo Nicolás. canario en Bilbao, que ha terminado su master de derecho en Deusto, fijo en casa para las uvas de fin de año, sobre la bahía de Santa Cruz, e hijo de Fernando. Un gran rato. 80 veces que comiera algo pero que había comido dos veces ya. 80 contra dos, pues ni por esas.
-Sácanos un fotograma, que esté cuidado y salgamos guapos.
-Ya os saqué el otro día y salisteis muy guapos
- Pues sí, por transfiguración, o en mi caso, transubstanciación. Y pon interés- me oye un compañero de él y se echa a a reír
Estábamos sentados en la mesa de siempre y para ir a la barra se me olvidaba indistintamente las parihuelas (que no son ) o piolets (que tampoco se llaman): son bastones de marcha nórdica y hago mucho brazo- y alcanzo la barra como si supiera andar. Me confiesa Idoia que agarró mi último libro de Israel-Palestina, dejó el que estaba leyendo, y comprobó lo poco que sabía del conflicto, que participando del gran Mainstream vigente, que arrastra como en otra época lo hacían los milagros de Lurdes o Fátima, comprobando que apenas tenia información, personal, elaborada ninguna.
Si uno tiene información, pueden ser varios miles de páginas leídas, ¡de todos!, es cuando se puede debatir con cualquiera, y si es critico con pensamiento personal, es seguro que siempre saldría bien de cualquier lance.
Enfrente, las subastas moralistas, con plañidos, desgarres, paroxismos de justicia, desesperados y exaltados por sobrepeso de moral, justicia y pureza de amor, en lo que el psicoanálisis tendría mucho que decir. Y están hundiendo a los que "necesitan" defender (¡qué sino de tanto desbordamiento emocional!), sin ofrecer vías intermedias, racionales, pragmáticas, sino van a por todas, a vida o muerte, pero no la de ellos, todos estos granujas que llegan al histrionismo nunca se juegan nada.
.jpg)



No hay comentarios:
Publicar un comentario