miércoles, junio 18, 2025

Con una colección de traidores: de ETA Berri, ETA 5ª Asamblea y ETA político militar


El lunes pasado comida en Vitoria con el gran Teo Uriarte, Luis Emaldi, la querida Ana y nosotros. Teo Uriarte me puso de nº 2 en la lista (concejalato) a la municipalidad de Plentzi, por el  PSOE presanchista -¡qué vergüenza, yo!-, en torno al 2000. Por esos mismos años  dejé de votar al PSOE, intuí conexión.  Fue íntimo de Mario Onaindia, sabio, critico, valiente, de ser condenado a 2 penas de muerte en el proceso de Burgos a tener que vivir con escoltas, perteneció a ETA V. Por ETA político militar,  Luis Emaldi, hombre de acción, barojiano y pensador muy especulativo, uno de los responsables de la organización y su disolución, 
Por ETA berri-komunistak-MCE (así conforme evolucionaban escapando al vacío de Gauss), fue Kepa Bilbao con el que quedé el 1 de junio, éste derivó al pensamiento también, con verdadera ruptura epistemológica, mayor que la de Althusser.
Acabantes de bajar de la guaguasera que nos trasladó a Vitoria,  encontramos a Gonzalo, amigo de Eguiar, que llevaba a su bebito de paseo. Habíamos quedado  con Gorka Angulo que nos iba enseñar el MEMORIAL VÍCTIMAS DEL TERRORISMO, Pero también teníamos comida con Luis, Teo y Ana. Resultó  un día glorioso. Vitoria, mucho verde, bicis y bastante emigración, donde nunca hubo alguna que no fuera guipuzcoana y con la localización de la gobernación vasca (que sirvió para hacer a los alaveses vascos, y ellos encantados), vizcaínos.

  Gonzalo  es una muestra más de la conversión de los alaveses en vascos, y no por obra de San Ignacio de Loyola sino de otros guipuzcoanos,  y cuando quedó Vitoria de Washington vasco, por vizcaínos funcionarios y mandamases.
La estructuración del pensamiento y  sentimiento se articula en buena medida a través  de mitos y su potente carga emocional.
Si apareciera alguien de mucha prosapia, morro y predicador  y les convenciera de que eran sirios, pues todos sirios.
                                       
Con mis dos bastones anduve muchos kilómetros, escaleras mecánicas, entradas en el metro, guaguasera, hasta el regreso, felices, durante el interminable anochecer aquí (no en el subtrópico canario), a nuestro habitat, la civilizada y laica Las Arenas, donde tienes la sensación de que no llega la gobernanza.
Tras el viaje a Vitoria, y plena sintonía y admiración por estos  amigos, pensé que ellos han vivido siempre, a favor y en contra, en el eje de gravitación del tema vasco. Que felizmente me lo perdí durante más de 40 años, estuve de lejos, tibio, adormilado, hasta que  activamente ausente.  Ya nos encontramos cuando el tema vasco es mitigado con instrumental médico y episodios trans-hospitalarios.

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