Había anunciado dos participaciones en encuentros marroquís y los dos se habían demorado, colgué que había sido invitado para tales fechas, y llegadas éstas yo seguía contando como me iba en general y nada de las invitaciones. Nadie lo habría percibido porque no tengo a nadie pendiente de mis planes. Distinto es que entren para ver que pasa, o de la familia, sin que pase realmente nada de mínima relevancia. Vida senecta, que no selecta. No había pues de qué preocuparse o cavilar. No me las había inventado, ya que esta de arriba ha pasado al 23 y 24 de octubre en Smara, ya regresados de EE.UU., y de la más reciente del Parlamento de Rabat, todavía no me han comunicado nada.
En una jaima a las afueras de Smara en el cauce del Saquia al Amra, donde los saharauis van de fin de semana para retomar contacto con su vida ancestral. El guía de todo era Bachir Edkhil (beduino de mayor honra, del Chejkh), estaba uno de sus hermanos, y el video lo sacó mi camarada queridísima, Clara Riveros, Con Jamal Mechbal sin ninguna frontera comunicativa Dariya -Hassanía
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