La vida subrepticia de mi hermano, la musulmana muerta y Muerto del Rosario (Fuerteventura)

                                        

Desde que tenemos al cubano ex tropicana Israel (el nombre también cuenta) los fotogramas se hacen en pie (de guerra). No tenemos en nuestras filas ni un solo progre de progreso, del tipo recitador. Con respuestas corales para todo, previsibles, prejuiciosos, autoprogramados, siempre en sus mayorías (de pensar y sentir) por enanas que sean. La recitación no les hace aedos y rapsodas de la Grecia antigua, como mi querido Rap (de rapsoda): mi hombre de confianza, lugarteniente, secretario general, brazo derecho y pierna izquierda (ex rota rótula y ahora lumbociática).  

Mi hermano no conocía a Israel, Israel ha vivido de la noche y la hostelería y con Fernando y Ana se queja de la nula vida nocturna que hay ahora en Santa Cruz de Tenerife, y lo aburrida que es. Yo que dilaté mi juventud al máximo, ya me da igual.

Ahora si le preguntas a mi hermano por su ex-musulmana  dice que ha muerto, aunque no lo diga, quiere decir que para él. Sufrió  un gran desengaño con el ser de luz, mujer bella, vivieron un episodio  de amor y pasión incontenible durante enero y febrero. Era tal su apetito y desenfreno de hoteles y hoteles que le ofrecí la otra casa, la villa

- ¿Sí,  de verdad podemos venir a desenfrenarnos sin frenos? 

Pero ese crepitar, el paroxismo  de la  pasión y ebriedad amorosa, esos estallidos de obnubilación y locura.... todo mentira e incompatibilidad. Nada existió. Salvo ingenuidad (lado) e interés (otro lado),  estimulaciones impensables y fantasías olvidadas, dos aprovechamientos convergentes, un amor puro entre iguales

En la queja de ciudad aburrida, mi hermano le comenta, de la capital de Fuerteventura donde lleva 7 años desterrado, a Israel

- Su capital que es Puerto del Rosario, los de  fuera la llaman Muerto del Rosario. Intervengo:

-es que mi hermano, como ha sido toda su vida noctívago, pájaro de noche, juerguista, mujeriego y follador , drogadicto y cocainómano, borracho y pagador de rondas...el Muerto se le queda aburrido y  la Muerta desinteresada e inocente,  platónica y sincera, espontánea y no calculadora. Israel se ríe. Le conocía de verle en los bares horas y horas con un solo café, con libros y partituras