martes, julio 15, 2025

El Día: Se ha politizado a Pedro Sánchez en extremo

 El doctor Sánchez no tiene el más mínimo interés como político. No es más que la posibilidad europea e indistinta de los Kirchner, Maduro, Petro, Ortega, AMLO-Sheinbaum. Su figura se infla cuando es despedido del PSOE por intento de amaño de elecciones, y se contrae y humaniza cuando, cesando a Máximo Huerta, se pone a hablar de sí mismo y de cómo pasará a la historia. Tiene su vida psíquica imperiosa gravitando sobre él. La responsabilidad pública, el bien del Estado, la seguridad de los ciudadanos, la estabilidad histórica están subordinados a las convulsiones que le dictan sus fantasmas. Hay un asunto no suficientemente valorado en la conducta del narcisista soberbio, que es su suicidio político, civil, de imagen y reputación.

Las ínfulas del matrimonio, que son tal para cual, ya advertían de un potencial destructivo casi infinito. Hay que desconfiar de aquel que con sus propios actos va cerrándose las puertas, cegando su propio futuro; si es así para sí mismo, de qué no será capaz cuando los afectados sean terceros.

Hace muy pocos años se especulaba que el engreído narciso se postulara para altos cargos internacionales, que si la OTAN, Comisión europea, ONU. Los psicópatas poseen la aptitud de la seducción y así parecía con Von der Leyen, hecha ojitos, y en los encuentros en Bruselas derrochando simpatía y sociabilidad (de un sociópata de acreditada carencia de toda empatía). Se ve muy problemático que en un futuro pueda moverse por España sin que sea constantemente incomodado e insultado, ya está ocurriendo algo histórico: en todo tipo de concentraciones por toda España se le insulta gravemente, a coro. Tampoco será nunca reclamado por universidades y tribunas europeas y norteamericanas para conferencias o meras opiniones. Ni es predecible que las grandes empresas y consorcios lo elijan por sus conocimientos, capacidad de gestión e influencia. No sé si este oscuro y objetivo panorama sea ya intuido irremediable, por parte de él y la catedrática, aunque probablemente todavía no, sus desvaríos y fantasías han sido constantes. Los gestos, detalles, actos inconscientes siempre han sido de gran significación, la de una pareja con su propio mundo de ilusiones e imaginarios. A uno le sigue asombrando un acto repetido, como son sus recibimientos, en la Moncloa, a las visitas oficiales. Es incapaz de descender los 5 peldaños para recibir a sus visitantes, y le da igual que sean jefes de Estado, como ocurrió recientemente con el Rey de Jordania. El César espera arriba de las escaleras. Macron baja todas las escalinatas de El Eliseo, Trump espera a la puerta del coche del invitado, el rey también desciende. El guapo, no.

José María Lizundia

https://www.eldia.es/opinion/2025/07/15/politizado-pedro-sanchez-extremo-119699615.html

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