Conocí el año pasado en una anteboda celebrada en Los Tamarises de la playa de Ereaga (Getxo) a un bilbaíno arquetípico, acabado y reluciente. Simpático, afable, divertido, todo hacía de él, bilbaíno del canon. Cuando fui entendiendo al personaje más me acerqué a él, haciendo que competía con él en bilbainía, y ganó el, por su impecable conjunto.

1,. Había nacido en la clínica Guimón, céntrica de Bilbao
2. Vivido siempre en Indautxu
3. En casa siempre El Correo
4. Pertenecía también de siempre al IGUALATORIO (decisivo) MÉDICO QUIRÚRGICO (la tríada Virgen de Begoña/ Athletic/ Igualatorio)
5. Había estudiado en los jesuitas de Indautxu
6. Egresado en la Comercial (Harvard bilbaíno) de la Universidad de Deusto (más jesuitas)
7. Socio del Athletic Club de Bilbao
8.- Se había casado por 1ª vez en la Basílica de Begoña (donde el Athletic ofrenda sus títulos), no recuerdo si así mismo con una Begoña.
9. 8 apellidos vascos
Le di en llamar RH Ion
10. Sabía euskera (me lo ofreció como as en la manga), pero pasa que el euskera no añade absolutamente nada a la condición bilbaína, no computa, sí lo puede hacer a la vasca, porque jamás se ha hablado desde la fundación de la Villa en 1300.
En Bilbao hay un casticismo, distinto a costumbrismos y ethos local, muy fuerte, que alardea de una jerga netamente bilbaína (de Jebos) que se nutre más de derivaciones del español y que figuran en la viñeta de arriba (son un número de palabras y que por tan castizas, bocheras siempre he destetado: chirene, chimbo, mojojón...) , afortunadamente pocas.
Post scriptum: La esgrima de las tarjetas de crédito por ser atrapada por el camarero (nobleza y esplendidez bilbaína).
Fuimos a a la barra a injerirnos un gin tonic, obviamente (en el ejercicio de bilbainismo mamado) saqué mi tarjeta rápido, pero él (más joven) inmovilizando mi mano anteponía la suya, pugnamos por pagar, en esos casos acostumbro a tirar la tarjeta al otro lado de la barra para tener que ser cobrado yo, pero no había ya camarero, era barra gratis. Esta era la prueba de fuego de la autenticidad del nativismo.

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