lunes, noviembre 14, 2016

Esto lo tengo que contar

No es para menos, 4 horas en el banquillo, de 9:30 a 12:30, menos mal que han sido dos. A una edad
no existe la mínima excusa para no  hacer lo que debe hacerse, de manera exacta. Tenía fácil zafarme, pero no lo he hecho. El lacaniano, al que no aguanto como viste, presume de equipo, ha de ser que ha tenido fichajes muy bajos en su vida, se nota por el vestir y la pretendida agudeza, que es ambicioso aunque  mermado de inteligencia y gusto, Otra vez con los mocasines con borlas. Decía que presume de un equipucho de barrio de mala muerte, un poco vilipendiado en prensa, porque no se ha visto en otra. De lo que él presume yo siempre me he avergonzado.
Los partidos, o ganados  o empate. Es ganar en los dos casos
Hemos ido mi hermano y yo a Termini, con la mañana hecha. De pena de telediario, de eso que dicen, nada. Ayer mandé mi libro y sigo esperando el prólogo del Niño.
He estado con la acusación particular del juicio playero.
-Le digo: "le tienes acorralada a la casta" Y no me dice: cuál casta, ¿la antigua o la nueva? 
-Si viajabas con ellos.
-Por eso- me contesta. La verdad que eso ya me había contado hace tiempo. Nos reconocemos porque nos ponemos a hablar en  marxista. Este lo es.
-Pues no te queda ni IU, eres un outsider. Va y me contesta: sí, así es. 
-Pues como está el mundo, no estaremos en el mismo  bando... 

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