domingo, agosto 28, 2016

El abogado de mocasines con borlas y reloj de pared

Tras 10 km: unos vienen y otros se van



Mi hermano me invita a tres pintas
Irme a Málaga es una de las cosas mejores que me puede pasar, y equivale a estar con Al y Serena. He consolidado vínculos con la zona, puedo tener 8 frentes abiertos pero no por ello dejo de perder o mitigar intensidad  en las relaciones. Las relaciones no son solo  con las personas y sin las dependencias no podríamos vivir, ahora la escritura. Creo  que  es lo que más ayuda a vivir.
En septiembre tengo dos citas judiciales (y quizá  alguna –prejudicial- sorpresa),  son muy cómodas porque llevo mi último libro Las ruinas del sindicalismo y El País, me siento muy cerca   del abogado lacaniano de la USO-Canarias (el adinerado, según documentan sólo sus propias y repetidas palabras) que viene de Las Palmas en avión…tarde.  Y viste muy  esforzado (¿Vegueta, La Isleta…?).  No atino a adivinar la data de su finezza (mocasines con borlas, calcetines delicadísimos de ejecutivo de la City y reloj de pared).  A ver si  observo más. A mí ni me mira.  No se le oye y eso que pongo la oreja. Debe ser experto, con José Ramón Rodríguez, el gran  “Titulares”, el  secretario national de USO-Canarias (el que vacaciona en Japón con la nave en peligro ¡estos sindicalistas!) en la clandestinidad bajo el franquismo, esto ya es producto de su vis cómica. Son así de insolentes, ignorantes, avispados a su escala,  en sus niveles- cota minera. Para eso tienen mis libros sobre el tema sindical y laboralista. Voy a empezar a llevar los dos. Perdona que no abordara al  que lo es de las dos partes, como el saltimbanqui que lo fue y  muy operístico en mi juicio. Es el único DOCUREALITY que ha generado la jurisdicción.
Mi libro es el mejor, porque en realidad es el único ensayo, digno se ese nombre, que se ha escrito del sindicalismo y el laboralismo (los siguientes también son míos). He descubierto a un catedrático de derecho laboral, comunista claro,  que ha escrito unos 20, todos empiezan por “sindicalismo”, nos podemos imaginar el nivel y la capacidad crítica e intelectual.  Manuales vulgata  para el obrerismo y el megáfono. En la solapa o contraportada habla del futuro  sindical  con una simplicidad,  ignorancia y ombliguismo propio de manifiesto laboralista. Cultural y experiencialmente down underground. El obrerismo constituye objetiva y subjetivamente la máxima pobreza de la izquierda, la lucha económica por arrebatar unos incrementos (para el  consumo) que caen y como el mito de Sísifo que lo representa,  hay que volver a subir la piedra arriba y vuelta a caer y así.  Históricamente es el ámbito de la izquierda acrítica, antiintelectual y antiteórica. Fue el almacén de la izquierda, la intendencia, masas en todas las teorías marxistas, no precisamente la biblioteca, ni el puesto de mando.
Ayer pensé que mi programa judicial, está por medio USO Canarias por supuesto, tiene que ver con mis libros,  con y cómo escribo en general. Hay una actitud ante la vida y escribir, al menos lo que escribo yo, exige “actitud”. Ayer imprimí otra vez mi tercer libro sobre el Sáhara, que va a ser el de más trascendencia, hago lo que es mi mérito cierto, adentrarme por donde nadie lo ha hecho antes. Decidí distanciarme,  no corregir,  hasta Fuengirola, ya que llevo mucho tiempo encima,  aunque cierto que también leyendo e incorporando cosas.
No sé por qué, pero estoy escribiendo un artículo-ensayo  sobre el islam en el África occidental, para la web chilena. Me ha dado por eso. Lo lógico sería, si no fuera todo tan falso en los procampamentos, que si empiezas con el Sáhara, sigas con Marruecos y te encuentres con el islam africano.  Málaga tiene una enorme oferta museística y de librerías incluidas  de viejo,  que trataremos de aprovechar. Tengo otros asuntos para septiembre, no solo “pasear” mis libros   





sábado, agosto 27, 2016

Mi hijo del Banco Mundial al IRI

Photo published for Intendente Ferreiro se reunió con autoridades del Instituto Republicano Internacional de los...
Con el Intendente de Asunción


Con la Ministra Baiardi y senadoras el representante del IRI


De la gente con la que trato, la vida más interesante que conozco es la de mi hijo (e hija) con mucha diferencia. Y mi vida no es  de las más planas. Por tanto, dar cuenta de sus andanzas tiene una doble motivación, por un lado no le considero alguien repulsivo o repugnante, ni siquiera  nos detestamos ni abrigamos viejos odios o reproches, e insisto, se mueve por muchos lugares y con  gentes interesantes, pero su ocio no le va a la zaga.
Hace un mes se fue a la Universidad de Berkely para ver a The National  y a su cuñado.  
Durante años estuve preocupado en que pudiera salir un inútil por no odiar a su padre. El  natural deseo de la muerte simbólica del padre  (en  términos lacanianos), lo llevó al resultado preciso y no se entretuvo por su tránsito. Aunque se trataría más bien de una  fulminación. 
Leyendo el periódico de  Asunción que viene en el enlace de arriba: "reunión con autoridades del Instituto Republicano Internacional de los Estados Unidos", he sido consciente de algo que no lo había sido: que ahora trabaja para los Estados Unidos. Hay que leerlo. Representa a EE.UU., lo que me llena de orgullo.
Siempre he admirado a extranjeros que hacen algo para países que no son los de origen. Me parece  poder forjarse un destino y agrandar la vida una barbaridad.
Correo de E. contestándome, un testimonio in situ




En Washington? Qué va! En Asuncion hasta el sábado amigo.
Tenemos una agenda repleta así que no paro y cuando llego al hotel colapso. He conocido ya a la mitad de parlamentarios y gobernadores del país yo creo. Hemos estado en el Senado, comido con senadores y desayunado con el alcalde. Mañana vamos a una provincia del interior a reunirnos con líderes locales.
Ahora estamos volviendo de una cena en la casa de un senador (para variar) con la plana mayor del partido liberal radical auténtico. Nos han agasajado con fruición.
El sábado llamo!

Dado el nivel de superioridad analfabeta (científicamente demostrable por sencillos  tests) de los hispanos sobre los norteamericanos, sus prejuicios ignaros, sus consignas de gallinero anti, su odio soterrado vitalicio, aquí en estos dos enlaces tienen la oportunidad de rebajar patetismo, pero mantener vivas sus supersticiones (no somos tan crueles)

http://www.iri.org/                                           http://www.ned.org/
                              
hay que pasar el cursor por el enlace y pinchar
 A quien tenga mínima inquietud intelectual y política le aconsejo entrar en las dos direcciones

miércoles, agosto 24, 2016

El gran viaje

L.A. y Base naval de San Diego
Por fin tengo DNI y pasaporte nuevo para sacar los tikets ya. Oferta ahora.
El lunes  en Los Reunidos se perfiló más el viaje a Tucson (Arizona) a la graduación en Law de Espy.  20  horas a Los Ángeles: TFE Sur- Oslo-LA.  15 días. LA se ha convertido en un punto logístico, empieza este curso Pablo, el hijo de Conchi (venían de Tailandia y Myanmar, no sabía nada, se emocionó y lloró), en la UCLA. Igual para entonces tenemos más infraestructura allí. Él se incorporará a la expedición. A E. le gusta mucho la ciudad, y le parecen superficiales las  críticas habituales (españolas: tráfico). Debe haber más cosas además de coches, según críticos por elaboración personal, y no crítica en serie de a prioris (los estadios de banales).    En LA se incorporarán E. y S.  Al final nuestros hijos,  todo apunta, se asentarán todos en EE.UU.  Lo bueno de la vida es que sorprende siempre. Que no resulta en absoluto  como se intuyó, que puede dar extraordinarias alegrías y abrirse en horizontes bajo arco iris rutilantes. Nuestros hijos se  tienen por familia y mantienen contacto y saben que se tienen para lo que haga falta. A LA le daremos una batida, tenemos el Pacífico, Santa Mónica, Venice, la catedral de LA de Moneo, a Gehry, museos,  muchas cosas. De allí iremos a San Diego a sacarnos  una foto en la ex casa de Belén y Pedro y visitar la Base Naval, la mayor seguro  de EE.UU. El riesgo de guerra global no  está  en el Atlántico, sino  en el Pacífico, en los  pasos del Mar de  China,  y límites fronterizos. Es la zona caliente y crítica del mundo.
Fer y yo nos dijimos al unísono de ir a la base naval y visitar un portaviones y algún barco más que tienen de museo, aunque son más impactantes los modernos barcos de guerra,  que a los dos nos encantan.  La idea era o es pasar a Tijuana, ya solo el nombre es sumamente  sugerente. Para evitar colas pasaríamos caminando. Belén nos lo desaconsejó y que una  vez en coche tardó 4 horas en pasar la frontera. Según Belén es hórrido, más caro  y no vamos a oír mejicano sino inglés americano slam y además nos van a robar los pasaportes. De LA a Tucson nos separan más de 700 Km (500 millas),  es a través  de California pero sobre todo de Arizona. Las grandes rectas, las  gasolineras polvorientas y abandonadas, puertas batientes por el viento en locales de carretera que se sospechan deshabitados, los moteles con gente dudosa  y poco cuerda,  territorio de navajos y apaches (de Jerónimo), de bases secretas, de cactus, plantas heridas, rastrojos y el sol de la antigua España, la única que nos apasiona. Hemos de atravesarlo releyendo a Cormarc  McCarthy. En Tucson, apartamento a las afueras, de estilo y ambiente post-hippie, donde vive Espy. Traje y graduación. Dentro de  la vida americana. De Tucson tenemos Heroica Nogales a 50 km, o sea MÉXICO, vamos a adentrarnos hasta el Mar de Cortés en  el arco de la Península de la Baja California.  No tengo otros dos países que me puedan gustar más.

Belén que es española porque no puede ser norteamericana, nos aconseja ir hasta Las Vegas, ella es muy fan de EE.UU. –no descarta irse definitivamente, pero no puede-. Si Belén dice Las Vegas será por algo.  

martes, agosto 23, 2016

Reportaje/viaje de Víctor Hernández Roncero

TRATADO DE TORDESILLAS








Las casas del Tratado entre España y Portugal, en Tordesillas, son el testimonio de la forma más radicalizada de apertura al mundo, del ente que es el ser-ahí. Ser natural de Castilla en torno a 1494 y hasta el siglo XVII ha significado llevar a sus últimas consecuencias el modo de ser del Dasein en el abrirse al Ser y al Mundo, como lo son igualmente los viajes de descubrimiento, las conquistas, el aprendizaje de las lenguas nativas para evangelizar a los indios, la fundación de Universidades en suelo de Iberoamérica poco después del descubrimiento, la creación de ciudades espléndidas, las misiones científicas de exploración, el progreso de la cartografía y el arte de navegar, la exclusión de los indios de la jurisdicción inquisitorial, el mestizaje profundo, el descubrimiento del régimen de corrientes y vientos en el Océano Pacífico, imprescindible para navegar, la introducción en la América Hispana de las mismas formas políticas que regían en la Península -con el mismo status político-. Todo esto estaba latente y en el horizonte inmediato, en el futuro más próximo, cuando España y Portugal se repartieron aquel año el orbe con la bendición de la Santa Sede. El Dasein puede serlo en diferentes grados de intensidad, y en los siglos de que te hablo se registró un hito en su Historia que no tiene precedentes -el Dasein también tiene una Historia rigurosa en que se materializan los alcances de su apertura al Mundo-.



El Día: Las "diferencias ideológicas" del PSOE



lunes, agosto 22, 2016

Nuevo trabajo y más al sur de América


Con la Presidenta del Poder Judicial de Paraguay (a la dcha)

En  el Centro Franco  de Paraguay, recibida también la delegación de IRI


Firma invitada: El DALAI LAMA EN VALLADOLID

Fotos: Das ist Valladolid
Schalom, hermano: En el vagón del Albia conté con la presencia física del mismísimo Ortega y Gasset,  a quien hice esta foto furtiva. En mi vida he tenido jamás la experiencia de una semejanza tan asombrosa de una persona a otra. Los planes en la meseta son Tordesillas, las casas del Tratado,  lugar en que Portugal y España se repartieron, literalmente, el mundo. Las había visto, pero sin entrar, hace cinco años, porque estaban cerradas, y ahora quiero aprovechar para ver los documentos que están expuestos en el museo. Intentaré ir a Burgos el miércoles. Entretanto, recréate con estas fotos. La de Ortega no la cuelgues, que no sé si entramos en infracciones del derecho a la imagen. Por cierto, en el tránsito a Castilla el ferrocarril cruza un paisaje majestuoso, henchido de una luz irradiante, que se desborda e  irrumpe sin pudor en retinas como las mías, poco habituadas a la naturaleza como espectáculo, confinadas siempre al ámbito de la letra impresa. Hay instantes de la existencia en que el Dasein no necesita abrirse al mundo porque es el mundo el que le penetra sin pedir permiso ni llamar a la puerta. 

¡Cómo conmueven tus palabras y pensamiento, extraordinario escritor ágrafo! El editor



domingo, agosto 21, 2016

Diario gráfico narcisista de un viaje por Vascongadas, Navarra y Castilla IV

Ahora mismo cuando escribo estas líneas, mi hermano está a punto de salir de la Estación de Abando de Bilbao en un Albia dirección Valladolid, por lo que estamos a punto de entrar en la última fase del diario: Castilla, la más larga. Me mandó fotos de casa y de Bilbao, pero las borré. Por lo que no habrá documentación gráfica, pero sí de alguien que le puede muy bien sustituir: el Dalai lama. Me refiero a la línea invariable en el vestir, que vemos ligado a la espiritualidad o intelectualidad.  Ninguno de los dos hace concesiones a las modas, al que dirán, tendencias, marcas, colores,  novedades dictados por los fabricantes. La espiritualidad del Dalai Lama se corresponde con la intelectualidad de mi hermano. No se gasta dinero en ropa pero es el único  que  tiene estilo en el vestir, que viste exactamente como es, su envoltorio es su interior o sustancia.  No podría ni un solo día del año pasar por alguien distinto a él, ofrecer dudas. Con los compromisos existenciales no puede haber concesiones, que a diferencia de los llamados ideológicos –esa superficialidad máxima y absurda- no son  pura estética encima moral, un minimalismo de delirios docentes.
Hace poco hablando con alguien decía de mi hermano, que gozaba siempre del respeto de las élites. De eso soy testigo yo, además de todas: culturales, intelectuales y profesionales.


El diario de un escritor comprometido. 14: patatas fritas



PONFRITS
KÖENIGSEE
Jamás me he frito ni  una sola patata. No he puesto nunca ni una sola en  la sartén. Tras este dato pareciera que nada tuviera que decir sobre ese tubérculo. Hablando de ellos, jamás he probado la batata, el asco empieza por su nombre, que suena  a banana  y  postre.
Sé que es muy sencillo pelar patatas –estuve todo un día en el campamento militar de Córdoba haciéndolo- trocearlas y echarlas al aceite. Sí, pero  nunca lo he hecho, es mucho más fácil abrir latas. Cuando pienso en qué receta debo hacer para el día siguiente, pensé en las patatas aunque fuera en negativo, hasta que caí en la cuenta que de negativo nada de nada.
Tuve un corto  periodo de actividad  en la hostelería alemana, que mi ingenuidad y malos consejos unidos pusieron fin. Estaba de alta y legal, en el borde  de un lago alpino bávaro (arriba).  Abríamos a las 9 o así, el dueño, el turco (recoge mesas) y  yo. Servíamos desde el  mostrador un montón de cosas, todo tipo de salchichas, pollos, embutidos, sauerkraut y el producto estrella que eran las patatas fritas, que era lo que más se vendía a la tarde hasta que desaparecían los turistas y cerrábamos.  En la barra estábamos el dueño y yo, y la cajera Silvia, una austríaca que andaba enrollada con el hermano del dueño. El dueño era literalmente asqueroso, más de las SA que de las SS, o mezcla,  su mujer que siempre llevaba el típico traje bávaro   me excitaba muchísimo (ojo, ella no hacía nada, todo yo), lo que me incitaba a detestar aún más al dueño. Al mediodía  me dejaba solo, entonces me  enfrentaba en solitario  a las hordas. Hacía de todo, menos cobrar, ante la mirada conmiserativa del turco, que solo tenía que esperar que se vaciase alguna mesa para retirar los restos.
Lo peor, aparte de atender a las mesnadas,  era las patatas congeladas que tenía que freír en dos freidoras. Sacarlas de las cajas, echarlas a las freidoras con el subidón de calor, olor, pringue, salpicaduras, suelo embarrado de grasa y deslizante, servirlas en cucuruchos con una tenedorcito de plástico y normalmente ponerlas Ketchup, mientras otros pedían cosas distintas. Al atardecer la cola salía del establecimiento y era entera para mí. Y todos pedían “ponfrits”. Eran niños hijos de puta la mayoría. Había bastante norteamericano que me hablaba en inglés –entonces les entendía perfectamente (ocurría además que  odiaba al imperialismo de manera personal)-,  les decía en alemán  que no entendía, entonces me señalaban, y yo o me avenía o seguía en mis treces. Era cuando Silvia me reprendía discretamente. Entiendes de sobra y estate tranquilo. El turco no paraba de admirarme. Antes me había descolgado del servicio étnico alemán con los que comía en el restaurante del hotel, tras un biombo, no en el autoservicio de fuera donde trabajaba, porque no me hacían ni puto caso, ni me saludaban, por lo que   me pasé a la cocina a comer con  los turkisch. Lo  que les gustó mucho, no lo hice por marxismo, sino por repelido.
Pese a mis malas caras, melodramatismo, enojos lo cierto era que llevaba  solo el chiringuito en su actividad central. Debí pensar que era imprescindible. Una noche hablando con Silvia, nos referimos  a nuestros  sueldos. Tú eres tonto, me dijo. ¿Y qué hago entonces? Pedirle un aumento y si no que  te vas. Dicho y hecho. Entré al hotel y se lo dije así. Muy bien, te vas. Era de noche y había que ir a Berchtesgaden para poder coger el tren para Munich. Pero ahora no me puedo ir, será mañana. Mi habitación era del hotel. No,  ahora mismo. Fui al hotel de al lado, donde estaba Manu, que tenía trabajo de turco, oye que nos han echado (de la habitación los dos y yo del trabajo). ¿Qué has hecho? Nada, una reivindicación salarial. De madrugada estábamos en Munich, como en un gran circo, donde jóvenes  de todo el mundo dormían en sacos en el suelo. Nosotros nos pegábamos codazos cuando veíamos a las tías buenas meterse en bragas en los sacos. Los marcos me salían por los bolsillos de los vaqueros. Entonces MH estudiaba germánicas, andaba por la zona  y tenía contactos benefactores en Munich (residencia ilegal). Antes de su guerra con Herr Arnold, profesor de la universidad.  


sábado, agosto 20, 2016

Diario gráfico narcisista de un viaje por Vascongadas, Navarra y Castilla III

Foto:  Das  ist Pamplona, einz
Foto: Das  ist  Pamplona, zwei
Si hay una figura incordiante  e  inédita en este  mes de  agosto de turistas por  España,  con turbas   ensayando distintos modelitos y conjuntos, según  ubicación  si húmeda o calorífica, pero  todos  en  un mismo  empeño, dejando como nota común el  claro compromiso vacacional (efímera y espejeante tierra de promisión), ese es mi hermano. Mi hermano  no  tiene plan vacacional, un  cúmulo  de destinos,  algo que fotografiar (él solo fotografía su  interior), que  probar,  saborear,  poder alguna  vez ostentarlo. Mi  hermano  al tener unos intereses vitales y existenciales muy superiores al común, no precisa dispersarse, tratar de descubrir que le puede gustar,  romper la rutina, buscar modelos y ofertas que les  vendan que considere convincentes o al menos aceptables.
Mi hermano no hace sino  prolongarse, su apetito intelectual al ser de tanta solidez y hondura, no precisa de aspavientos,  ornatos,  hazañas, incluso  signos ideológicos siempre superficiales y demostrativos, es el espíritu el que a él le guía, no el mundo sensorial más primario.  Y mucho menos la turbamulta.
Su opción intelectual y  espiritual  es de tal magnitud que ni un solo signo le hará  asemejarse al resto de  deambulantes ávidos de vacaciones, para los que no son, en el fondo, más que un concepto legal de finalidades funcionales. 


Diario de un escritor comprometido. 13: Chorizo

Este plato es de  los que  me  gustan:  van  solos. No  soy de los que puede decir le  pongo esto o lo otro, y tenga alguna clave, o una especia esencial  y basculante. Y menos pueda hablar de cocina y recetas, como las conversaciones sobre bebidas exquisitas, no me gustan y no participo si no es para decir lo que estoy escribiendo.
Este chorizo es  de Mercadona, es picante y  muy bueno, algunas veces me  lo como crudo,  algo que  también hacía mi madre cocinando y con una copa de vino. Cuando  lo hago me acuerdo de ella,  que me  caía entre bien y muy bien. No se trata de ningún chiste  porque me cae muchísima gente fatal.
Cuando no tengo nada que comer acudo a los huevos fritos a los que les pongo  el chorizo, que impregna  de color y sabor a los huevos.  Me gusta mucho la sopa de sobre, más que la  natural en cantidad de casos.  Es otra cosa que siempre  compraba (y acumulaba porque no se hacía, yo alguna vez), aunque me dicen que no es nada sana y me he frenado un poco de comprar,  seguramente por todo lo que  me  cuido.  Pues bien, a la  sopa de sobre, el Gallo es la que más confianza me inspira, le ponía unos trozos de chorizo del mismo –como soy muy tiquismiquis hay muchos chorizos de  los  que no  me fío y me dan asco- y  hervidos quedaban  geniales. La sopa la tomo como mi padre –entre mi  padre y mi madre noto que no me dejan hueco para ser yo: se tomaba primero el caldo y dejaba  los  fideos para el final.  Hago lo  mismo. Supongo que sería infantil, pero me  lo transmitió. Bueno,  no quiero pensar en otros padres.


viernes, agosto 19, 2016

Diario gráfico narcisista de un viaje por Vascongadas, Navarra y Castilla.II

En el Museo de Bellas artes de Bilbao,  ante  Unamuno
Salaz  y  sicalíptico ante el pintor fauvista vasco Iturrino

Mi hermano ayer paseó Bilbao. Estuvo en una de las librerías del nuevo oligopolio y dijo que   era mejor que  las de  aquí, estaba en filosofía.  Fue al Museo de Bellas Artes del que soy amigo, por si hubiera alguien que no lo supiera, y  había tal cola, que le aconsejaron que fuera a las tres.
Qué has comido ¿café?-le pregunto.  No, no, una tortilla de patatas que  he  repetido y una  cerveza, creo que  es suficiente.
En el Museo se ha tirado dos horas y media. El Museo lo merece, pero son lugares que cansan mucho. 


El diario de un escritor comprometido.12:revueltos

Hay muchos revueltos: de setas, espárragos, ajos tiernos, gambas… Los únicos que hecho yo son los de setas. Siempre compro  setas, que luego caducan o terminan en paellas. Me gusta mucho los revueltos  de espárragos, pero echar  a los fibrosos y delicados  espárragos en aceite, es como hacer un tattoo a un bebé.
A las setas las pongo los condimentos típicos vascos, ajo muy troceado y perejil, y por último el huevo. No tiene ninguna ciencia. También  he hecho  setas a la plancha,  pero no tengo recetas propias  de nada. Soy un artesano malo, no un creador. Mi estilo como he repetido, ahora introduzco la novedad, es de ama de casa, sin descendencia o con mucha, que exige la misma pericia culinaria: escasa.
Luego  subiré a la cota 600, a ver libros. Aparte algunas cuchipandas, he trabajado mucho este mes.   Mi hermano regresa el próximo viernes y yo me voy el lunes siguiente, igual ni le veo.


jueves, agosto 18, 2016

Diario gráfico narcisista de un viaje por Vascongadas, Navarra y Castilla I

Foto  titulada: Ya he llegado
Foto titulada:  Das ist  Bilbao
Puede  observarse detrás  las  txosnas de  las Fiestas de Bilbao,  un lugar muy poco recomendable si vuelve al tema político, como ha hecho estos días sin consecuencias.
Iremos dando cuenta  de  este apasionante viaje conforme  nos llegue  el material gráfico. 

El diario de un escritor comprometido.11: Bacalao

La dieta de fin de semana  pasa necesariamente por  el pescado fresco. Aunque nunca  cocino yo, sí diré que aparte lubinas, doradas…  el cherne  y el pámpano son de  mucha calidad   y precio, como el buen bonito. Nada de eso hago yo, a veces se trae pescado  congelado  para entre semana y ese sí hago yo.  Pero  no tiene  ciencia,  se puede hacer hasta  en el microondas rociado con aceite de oliva. Es como una comida de enfermo. Durante tiempo todo lo solucionaba con ajos, ya a casi a nada pongo –los ajos los como crudos, con aceitunas, para no abrasarte la boca, como hacía  antes- a   estos  pescados sin fuste hay que  echarles  mayonesa. No  lo suelo buscar en   el congelador  hasta que lo  ves de noche  descongelar,  y sabes qué vas hacer para comer. Hay unos que pueden casi  pasar por no congelados.
También he ayudado  en muchos bacalao al  pil-pil, que es un ejercicio  de muñeca muy específico, que requiere   su maña. Durante los meneos   hay que apartar la cazuela del fuego para hacerlos  y  volver a ponerla, se trata de cadencias  con unos resultados alquímicos.
Del bacalao blanquísimo al vacío  se puede sacar, aunque  parezca mentira,  la  salsa del pil- pili, mediocre pero sale, del  roce de la piel  del bacalao con el aceite de oliva en la cazuela de barro, que es como se hace.
Este bacalao si lo he hecho pero con pimientos de piquillo. Ayer me llamó mi hermano desde Bilbao a la noche, supo llegar.  Se ha acabado  la diversión y las risas perpetuas.
Aunque MH y Arantza conocen a Fer y Rosita desde hace muchos años. Con Espy pequeña  estuvieron  en Mundaka  en  casa, ayer comentaban la espectacularidad de la pareja junta o por separado, según  MH juntos son un crack.  No fueron para menos.   


miércoles, agosto 17, 2016

El diario de un escritor comprometido.10: morcilla con pimientos

Despedida

Hay momentos  en los que la carne que queda en la nevera está caducada o ya no hay, un fácil recurso es acudir a la morcilla de Burgos envasada al vacío y mirar si tienes pimientos de piquillo. Una morcilla entera ahora, a esta edad mía,  llena, y si es con pimientos más.
Como cocino de manera muy mediocre y ahora con alguna pretensión de extender mi “carta” para satisfacción nuestra, daré cuenta de un plato que me gusta, mucho más cuando lo hacen que cuando lo hago yo. Veremos esas dos fórmulas: de pasivo y activo.
Cuando la  hace la gran instrumentista, y de mítica fama –ahora dice que le ha dejado de gustarle, lo que nos  puede perjudicar—se pone en un cazo de aceite y ajos partidos longitudinalmente  en dos. Se echan los pimientos de piquillo sin el agua, y a medida que se van haciendo, se va echando el  agua de  la lata, cuando se va haciendo más, agua, hasta que se ponen como de  una suavidad lechosa y aromática. En la sartén se fríe cortada la morcilla sin aceite, porque como decíamos  se  fríe con su  propia grasa. Se saca y se echan los  pimientos sobre la morcilla, cortadas en unos 8  ó 9 trozos.
Mi proceder presidido por mi  impaciencia y  tosquedad, abrevia el procedimiento. Me limito  a  pasar los pimientos  de  piquillo por muy poco aceite hasta que  adquiere unas vetas negruzcas –como los pimientos de  caserío que se  hacían sobre la  chapa-   y después las hecho  a la morcilla. Queda  también bien.  
Nuevamente  tuvimos celebración, con   Rosita  resultan  memorables. Mi hermano va perdiendo  chaquetas por ahí, le llevo contadas cuatro. Se van todos a Bilbao hoy, incluido mi hermano, que es mi informador diario de la  gente que  ve. Luego quedaré aislado.  Fer  me  dice de ir a caminar. Tengo muchas cosas que hacer,  básicamente corregir mi último libro sobre el Sáhara. Me he  entrampado con el  nacionalismo de los grandes teóricos, he ido más lejos  de lo que preciso.   El prólogo o el epílogo lo hará El Niño, ayer hablamos. Es la vuelta que no se había dado.





lunes, agosto 15, 2016

El diario de un escritor comprometido 9 berza, garbanzos morcilla

NUESTRO PARRA

Para preparar un plato de berza (col), garbanzos y morcilla, preciso ayuda solo para acuchillar la  col. Me parece una tarea técnica y violenta. Salvado ese escollo, se trata de hervir, la garbancera es de frasco, pero ha de hervirse  igual, pero separadamente. Una vez hervidas las sacas con una espumadora y lo pones en el plato. A simultáneo fríes ajo  para rociar por el plato, como confetis de oro y café.
La morcilla que ha de ser de Burgos y de arroz,  también de Merca, la corto y la pongo en una sartén sin gota de aceite, la grasa de la morcilla se encarga de freírla. La  morcilla, a pesar de que no me gusta usar muchos platos porque después hay que  fregarlos, la pongo en otro plato. O voy comiendo de los dos platos, o dejo para el final la morcilla. Lo normal es comerlo todo en el mismo plato, combinando los tres ingredientes. Este es otro plato baskisch.
Mis pautas de cocina como ya hemos advertido son todas de ama de casa sin descendencia. Jamás he cocinado nada para nadie (salvo XY) ni lo haré  en mi vida, ni nada que propenda o insinúe  la exquisitez. O la mera experimentación, que solo  hice  hace muchos años con el arroz. A lo pobre (hervía zanahoria, ponía  perejil… tonterías)  y sin resultados.
Ayer retornamos  triunfales al Parra tras un encuentro muy desagradable. Al llegar me recibe Rafa el dueño, muy contento.
-Rafa, ¿cuanto tiempo que no vengo?- un  clásico
- a ver….año y pico- contesta
-¡si señor!


domingo, agosto 14, 2016

El diario de un escritor comprometido 8 confit de pato

¿Se podría decir que Mercadona representa para el hombre mínimamente autónomo de hoy, lo mismo que supuso la píldora para la libertad sexual de la mujer en los años 60?  Seguramente no, pero desde que nos lo formulamos y tenemos la necesidad de esa analogía  estamos dibujando un paralelismo, asociación, trasunto... Tal vez nos incorpora mejor a otro horizonte de vida, porque lo facilita.  La cocina pasa a ser una biblioteca que se amplía cualitativamente. Entran Kant y Montaigne, el codillo y el pato.
Jamás he andado y desandado 20 metros para ir a la nevera y sacar un producto, un comestible, para mostrarlo como si fuera algo único. Sí lo he hecho para buscar libros incluso alguna pequeña obra de arte o curiosidad, pero nunca por comida.
Estábamos en el jardín ponderando la oferta de Mercadona la noche del codillo y quise enseñarles el confit de pato de esa marca. Estaba  en su envase y al mostrarles les dije “a que tiene buena pinta”. “Sí, sí, muy buena -me respondieron al unísono- tenemos que ir cuando volvamos al de Bilbao, han abierto dos, el otro en Barakaldo”. “Jon, me ha dicho que le lleve boquerones”. No papita chica, mojo, o queso-cabra (que sí creo van a llevar), sino Mercadona dreams. Ayer que por toda salida fui a Mercadona, le compré boquerones a Jon.
Les conté que antes metía el confit en el horno, así años hasta que descubrí (leí) que bastaba el microondas.  Con verduras hechas de no sé qué manera con jengibre, es su gran compañía, pero eso es muy engorroso para mí. Y no me gusta (hacerlo).
Ayer estuvieron MH y Arantza en El Parra y que estaba hasta la bandera. Turbas. Creo que tras el penoso incidente en el Callejón de  Gaza solo volvimos otra vez.
Evocación que me induce a concluir con la llamada de ayer de E. (tendría relación), muy contento, le van bien las cosas. Hay urdimbres familiares de sensibilidades, ideas, valores, desde luego, en absoluto serviciales de los entornos cómodos y sectarios de siempre en los que uno ha decidido permanecer predeterminado la  vida entera, y  sin conocer   en la propia vida personal  ni una sola disidencia o autonomía real y vital –experiencias de verdad y propias- y que al final regresan como para intentar probarte. Se da, si has elegido ser el que es capaz de guiarse por sus propias pautas personales, renovarlas por el pensamiento, avanzar por el  conocimiento y decidir  por la propia experiencia (acto abierto de vida y comprensión/función  crítica); y no por el mundo cerrado que siempre le ha cobijado y resguardado de absolutamente todas las contingencias en una vida burbuja en una viga  de  hielo. Sonríes: todavía hay clases.


sábado, agosto 13, 2016

El diario de un escritor comprometido 7 carne picada

Según el sistema binario que seguimos escrupulosamente, ayer no tuvimos jardín, o  sea terraza de verano de cuatro. Sigo trabajando duro, es todo lo que hago. Los  raviolis  resultaron  como de costumbre.
Mi padre nunca cocinó y eso que era de txokos, pero  en casa de amigos, en un caserío que compró un amigo de él y en algún otro lugar cocinó barbarismos: marmitako de salmón, donde el bonito más óptimo, y cuando el salmón no estaba de moda. El sin sentido colonizaba  el resultado. Otro amigo de él (tipo compinche y del mismo pelaje, creo que aún peor) en otra ocasión,  los asquerosos caracoles terráqueos. Mi ex familiar dominicaba (perdón por el neologismo) paella con mucho aderezo de mandil y  órdenes; ninguno de los tres  había frito un huevo en su vida. Los tíos propenden a la alta cocina  de esmero y presencialista, sin tener ni idea, cuando hacen algo lo quieren a lo grande.
Yo sin embargo me muevo por parámetros más de ama de casa sin familia: mi comida no tiene destinatario extra. Hago arroz de siempre, según XY muy bueno, no le pongo nada (ajo y muy pocas veces un poquito cebolla muy seccionada), luego kechup y huevo, pero jamás  se me ha  ocurrido  hacer una paella. Para empezar por la laboriosidad, y por ahí no paso. Tampoco me gusta la cocina. Los fines de semana sin embargo, como de gran restaurante en casa, muchas veces mucho mejor que fuera pudiendo elegir cualquiera. A lo más, yo he ido a Mercadona, como enseguida haré.
Hago una carne picada que creo  he inventado por mi vagancia endémica. En lugar de hacer hamburguesas o albóndigas, yo que soy muy ajista, troceo varios dientes de ajo, cuando se han dorado le echo la carne picada, más  picada, a la sartén, y la voy troceando mientras se hace,  cuando ya está, le pongo un huevo, pimienta negra y lo revuelvo. Es rapidísimo y sabe bien, o sea, un escalón por encima de “se puede comer”.   


viernes, agosto 12, 2016

El diario de un escritor comprometido 6 pasta

Ayer me dijeron si salíamos, dije que prefería jardín y sobrepasamos las 3 de la madrugada en él otra vez. Tienes la certeza de que eso es lo que va a ocurrir. Debemos estar a gusto porque no hay otra explicación. Todas las bendiciones las volvió a tener Mercadona, hace años era por la cosmética, ahora es por la variedad y calidad, que haya boquerones,  tantos tipos de mermelada,  Hacendado  con buena pinta. Hace 30 años íbamos de Mundaka  al Eroski de Gernika, veíamos la carnicería y decíamos aquí puedes comer todos los días del mes distinto. No sentíamos como ecuatorianos o bolivianos.  
Cuando era  dogmático lo fui a niveles patológicos. Que  es como se es cuando uno es dogmático, combatí en las  filas de los  negacionistas de la pasta, la pizza y la comida italiana, sosteniendo  que no fueran  cosa distinta a comida basura. Hay italianos (restaurantes) en París, ¿no verdad? Pero  si hay en Londres, ¿no? ¿Será por algo? No conocía Italia. En la primera visita, escasos  de recursos,  apenas la caté, en  la segunda disfruté mucho y me sorprendió, no así mi necedad, que ya daba muestras de su dimensión, y en la tercera entendí que sublime. Como he perdido mucho interés por la comida,  aquí me sigue pareciendo  bastante batallesca.
Procuro no  entender de platos ni de vinos, ni sugerir restaurantes donde se coma muy bien.  Me gusta comer  y beber  bien, sin incrementos sutiles  de calidad. No digamos  excelsitud.  Y quedarme mudo cuando se habla de esas cosas.  Me gusta no quedarme  con nombres de vinos. Intento no conocer  nombres de platos.  Deduzco que hay un poso de superioridad como bilbaíno, modalidad “a mí me vais a contar”. En mi época todo era muy bueno y de verdad, incluso se comía de temporada. No había mariconadas ni muchas variedades, pero la carne, el pescado, verduras, legumbres… eran muy buenos. Los  pasteles, los bollos de mantequilla, turrones.
Los viernes,  o sea hoy, como siempre pasta, más que por asociación  con Termini por dejarla hecha. Lo que más me gusta son los espaguetis western que  llevan más agua y sal, y tienen una cocción más lenta y tienes que ir probando, en cambio los raviolis son dos minutos, les pongo boloñesa y  paprika para darle marcha.  Quiero volver a  los espaguetis western, punto.  La lasaña no me hace ninguna gracia. 


jueves, agosto 11, 2016

El diario de un escritor comprometido 5 fabada

Un producto alimenticio que ha sido esencial en mi  dieta durante décadas ha sido la fabada Litoral. En Bilbao y Vizcaya el plato nutriente, dador de potencia, suministrador de energía, espiga telúrica,  el equivalente a las espinacas de Popeye,  de los hijos dioses del matriarcalismo vasco, eran las alubias rojas de Gernika y en Guipúzcoa las de Tolosa.
Un amigo  mío tenía  un  bar muy conocido en las Siete calles de Bilbao.  Tendríamos  20 años y me llevaba a comer gratis  claro,  a su  restaurante,  en  el menú del día del comedor cercano a la barra ponían  alubias  de lata, que  eran tan buenas como las otras.  También me  invitó  alguna otra  vez el  hijo de los de otro  restaurante más  conocido, siempre en  régimen  por la patilla. Los lunes que cerraba el primero íbamos  a saquearle  el bar, pero nuestro amigo tenía   que  luchar contra las  culpas, la deslealtad y la traición filial. Nos  conmovió  y cesamos  en  las  súplicas saqueadoras.  Me comportaba tal cual  Atroz ahora, inmune a los procesos de socialización y con el prurito compulsivo  de sacar el máximo partido a todas las ocasiones,  tomaba Schweppes de naranja para gusto  del paladar  y  una vez casi  pierdo un dedo  por exceso de gula  con la cortadora de jamón.
En el barrio del Toscal de Santa Cruz había una  tienda (venta, como dicen los nativos en amazigh)  cuyo estante superior estaba lleno de Litoral. Eran los años 80 y aparte el sabor y calidad era una comida muy limpia, no tenías por qué mancharme los  dedos. Me las comí todas, iba comprando el estante y lo veía acortarse. Me inventaba arroces con zanahoria pérfidos.  Si tardaba, allí seguían  y reanudaba el adelgazamiento del estante. Tomaba mucho zumo de naranja, porque fumaba como un   enfermo mental, y para no contraer el escorbuto. Quedé sometido a Litoral. Hasta hace unos  años  me comía el de medio  kilo, quitaba morcilla y tocino casi todo. Ayer  comí, Mercadona  tiene  unas alubias y lentejas, jardineras se llaman, con  verduras, no están mal  pero no tienen la  consistencia de las otras.
Las mejores son las Gutarras de frasco, que hay que hacerlas, me iniciaré en ella. Platos largos nunca he hecho salvo porrusaldas. 


miércoles, agosto 10, 2016

El diario de un escritor comprometido 4 codillo


Ayer cenamos en el jardín, solo ocurre cuando vienen MH y Arantza, que no hacen sino celebrarlo, como pasó con otros vascongados de mucha dimensión que lo siguen recordando. XY no puede prescindir de los detalles, puso velas aunque no en la mesa. Hablaron de La Palma.
Cenamos un plato muy Mercadona que suelo hacer yo, pero que es preferible que lo haga XY que a todo le pone gusto y ciencia. Codillo, sauerkraut, remolacha y gurken (pepinillos) le falto puré de patatas al plato, no a mi deseo. Antes de cenar ya nos habíamos pimplado, las vascongadas un blanco bueno y frío  y nosotros cervezas, en la cena y la post-cena nos bebimos algunos botellines de vino tinto  más, ninguno de los cuatro dejó pasar una ronda de vino. La socialización neotestamentaria del vino.
En una de estas dice XY “siempre hay que hablar de ti”. A lo que respondí "porque a mí no me gusta hablar y preguntar, y saber de los demás; seguramente nada"  y añadí “ocurre que mi vida es mucho más trepidante o accidentada que la media, y por supuesto que la vuestra, es decir que a mí me pasan más cosas”. Para impresionar a MH y A  les dije, “yo solo he pasado cinco veces por el banquillo”, lo que no les dije es que habían sido quizá bastantes electivas.
La mayoría de la gente nunca daría pie a determinadas situaciones, porque siempre las evitarían. Esta gente a la que le falta un potencial enorme de experiencia, de garra y acumulación y libertad  de vida, son de perfil  muy chato, timorato, contenido, no salen  de sus zonas de confort  jamás. Es gente a la que resulta imposible no ya admirar sino tomarlas mínimamente   en consideración, yo suelo hacer lo contrario, no porque lo tenga planificado, sean normas  de conducta o pautas de actuación, sino que según sea cada situación tomo posición. Quizá me exija mucho, pero nunca veo otras opciones, sino solo una cosa que es la que hay que hacer. Las circunstancias deciden por ti, no tú. Un señor advocat, que dice renegar de su profesión ardorosamente, pero –se lo he dicho más de una vez- por insuficiente, laxa, imperfecta, profana, ordinaria –él busca la excelsitud y el máximo rango en el tema advocat, que  no es el mejor sitio para buscarlo, y se abate,- aunque a este análisis ni llega él ni sus afines, me comentó que él (corporativo vulgaris) no actuaría seguramente -¡menuda panda, y éste va de disidente!- contra dos abogadas, a tal  efecto recomiendo mi  último libro. Saben que a ellos jamás les pasaría. Yo les quiero mucho pero no se aproximan a la gente a la que yo tomo mínimamente   en serio, la considero,  puedo  admirar, y reírme. Con la que hablaría de algo serio y me interesaría su opinión. Esa gente la tengo absolutamente, el acuerdo es previo a todo, es de vida. Al, Fer...por ejemplo y hay más.
Bueno pues ayer hablaron de mí, curiosamente,  pero por mis amigos vascongados. Fue  por un acercamiento reciente, también búsqueda de retomar contactos, a los que no he respondido cuando seguramente debería hacerlo.  Tras romper con todos ellos, nunca pensé en cómo eran, quedaban los profundos lazos de amistad quebrados, vida vivida. XY desde hace unos pocos años, cuando salía el tema,  en su momento no recuerdo oírla, me decía de mis amigos que eran muy divertidos, simpáticos, que le encantaban todos, que siempre se  portaron  de maravilla con ella y que todos   me adoraban. Lo que no se me había ocurrido nunca. Lo que chocaba radicalmente con  mi  actitud  de corte. MH que les conoce a casi todos de siempre, decía lo mismo. Al parecer propendo/propendía a ser bastante querido. Muy bien ¿y mis enemigos de clase? Incluso me contó como un íntimo lamentó la ruptura, se lo dijo varias veces.  No lo sabía.