jueves, febrero 11, 2016

La fosa común de la inteligencia

Nebrijos de puta les decían los de los otros colegios cuando pasaban por debajo, y ellos les llovían toda suerte de objetos 


Le envío a mi hijo uno de mis dos regalos recibidos ayer, aquel en que aparezco entre las adquisiciones (de mi libro "El Sáhara, perspectiva de revisión") por la Complu de Madrid, exactamente por su exfacultad de políticas.

A lo que me responde desde Washington riéndose y diciendo que pida me saquen de esa "fosa común de la inteligencia"(por su facultad); conoció al más destacado y único profesor titular. Me enteré hace poco, me dijo que no era para contar lo de ese personaje.

A mí me ha puesto muy contento, mis libros sobreviven por el lugar exacto que me gusta que sobrevivan, y que lo hagan con el tiempo. Me he henchido de satisfacción, si se me permite tal expresión bastante cursi, y eso que estoy en un montón de universidades españolas. Digo yo que porque sea Políticas, aunque los que tengo en la Complu serán en esa facultad. Vasca Cultura estará en otra. En rebiun solo figuran las universidades, no las facultades. Esta vez lo he pillado en Facebook de la Facu. libros adquiridos.
Podría decirse que me he hecho un carrera académica universitaria (suponiendo que yo sea académico analógicamente, que no lo soy) comenzando y terminando por el tejado. Sin pilastras, muros, paredes...ni cimientos. No lo entiendo ni yo. Tejado/nube. Mejor un dron, con visor y artillado.
Mi libro sobre USO Canarias y mi acoso y desmantelamiento laboral, me está dejando un regusto enorme. Hago ensayo, por tanto análisis crítico, historia y también testimonio (menudo historión tengo) del sindicalismo y laboralismo, que no se ha hecho nunca. Y por supuesto, no he rehuido la altura que nos separa. Si hablo de tejado, nubes y drones no puedo eludir las alturas. Creo que es fácil de entender.
Mi libro de  Políticas del Sáhara, me ha motivado aún más para seguir. Encontraré tema y motivo. Lo único que tengo que hacer, es leer las octavillas que se escriben sobre el Sáhara. Me di cuenta el otro día comprando el libro catecismo que rehusaba comprar sobre aquel territorio. He contraído un vínculo sentimental con el Sáhara y Marruecos. Marruecos, aunque yo escriba del Sáhara, es más interesante, ni color. Pero no intelectualmente.
El otro regalo fue el correo de mi admirado filósofo, me animó, como puse, a seguir dando luz. Nadie me ha dicho nunca nada parecido y tampoco lo había pensado. Algo que me ha hecho reflexionar y tiene su verdad. Aunque luz para desmontar. Lo que es una barbaridad. Que construyan otros.




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