jueves, diciembre 24, 2015

Primeros regalos: la alta arquitectura


Estábamos hablando el día de la lotería del gordo, mientras E. pintaba un exterior, comenta por mi "si a ti te tocase el gordo no se te notaría lo más mínimo, no cambiariás ni siquiera de coche (no sé ni los kilómetros que tiene, es de segunda mano) ni terminarías de arreglar la casa… solo se te notaría como gran recurso dialéctico, en el blog…
-¿Y Fer?
- Fer, sí, se compraría un velero.
-¿Y yo nada?
- Pregunta a tus amigos
Me trajo un souvenir consistente en un pesquero de Boston (tengo cantidad de barcos), donde estuvieron recién en una boda, y un gran libro de Frank Lloyd Wright el grandísimo arquitecto autor de mucho Chicago, la Casa de la Cascada, el Guggenheim de NYC.... Es un auténtico genio, precursor de la arquitectura orgánica. Me quedé embobado con el libro, al punto que lo tuve que dejar, para no agotarlo, que me ocurre muy excepcionalmente. Había visto un reportaje sobre él hace años y recuerdo la viva impresión que me causó, los interiores tienen tanta o más fuerza que el exterior, el uso de la madera es avasallador: marquetería , ebanisteria, artesonados, los muretes de madera que sustituyen a barandillas tienen propia autonomía, son presencias orgánicas como sin función, Reconocemos enseguida el vocabulario de su lenguaje. En mayúsculas. El mobiliario como en todos los grandes nombres de la arquitectura siguen 100 años o casi, de diseño. Otro dato más de genialidad.
E. me dice, tenemos que ir a la Casa de la casacada está a tres horas de Washington. De repente veo mi vida estimulada y ampliada, el goce estético es uno de los mayores placeres que puede dar el espíritu. Y realmente la arquitectura, el arte contemporáneo y el urbanismo son elementos que me siguen motivando. Y lo que más en el mundo, leer y escribir.
El aire fresco que representa la venida de mis hijos, con otras historias, otras vidas, gustos, regalos de gusto exquisito es una bendición.    




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