domingo, octubre 20, 2013

La vida es de derechas

Nunca se podrán comparar las injusticias, condicionantes,  contingencias, tragedias,  falta de oportunidades que impongan estructuras económicas y sociales como las  del capitalismo, con las que impone la propia vida.
No hay comparación,  ni siquiera la situación de los niños que trabajaban en minas de Gales o Bélgica durante 14 horas en el XIX, que podría ser o no revocada  admite comparación. El origen social, geográfico, racial, todo tipo de déficits,  la falta de oportunidades y de igualdades básicas, pero también la salud,  inteligencia,  buena o mala  presencia, simpatía, desgracias, muerte,  que entreveran la vida, generan mucho más sufrimiento, verdaderas  y variadas tragedias personales que el capitalismo.
La vida discrimina y diferencia mucho más, el peso e influencia de sus condicionantes  es muy superior, pero además la vida no da segundas oportunidades, las más de las veces sus determinaciones son a fuego.
Previas a  las injusticias del capitalismo están las de la vida, con un grosor  y un cariz mucho más acusados, al capitalismo se  le hace responsabilizarse de ellas subliminalmente. La magnificación del capitalismo ha venido muy bien para ocultar la vida y la naturaleza, se trata del cumplimiento del más viejo sueño humano: imponerse a la naturaleza y someterla.
En realidad la mayor parte de las características de la derecha no están escritas por ella sino por la propia vida.
La derecha admite mil correcciones –incluido apenas distinguirse  de la izquierda-  y mejoras, progresos que la vida no admite. El capitalismo puede permitir la igualdad de oportunidades, pero la vida la niega e impide de raíz.
La derecha es capaz de pactar con la vida y de reconocerla en todo su recorrido, con la tradición y sus enjuagues como  la religión y el saber heredado. La derecha tiene mayor aptitud de pacto con la vida, de humildemente aceptar su poder, que no es otro que el de la naturaleza.
LA IZQUIERDA
La izquierda dice rebelarse contra el capitalismo y la injusticia, en el fondo contra lo que se está rebelando es contra la vida. Ese el trasfondo. Como dijo Albert Camus todas las rebeliones son metafísicas, la izquierda –la humildad de la derecha es soberbia  y superioridad en la izquierda-  persigue como finalidad estratégica e impulso motor no solo modificar estructuras sino la propia vida y ahí está el mito de Prometeo que siempre enarbola, del héroe que robó  el fuego sagrado de los dioses para entregárselo a los hombres.
Metafísica y mitología de la izquierda.
La metafísica de la izquierda no solo se atrinchera en su gran mito: Prometeo, sino que en todo aquello que pueda erradicar del hombre  su condición mortal y natural, como los mitos del HOMBRE NUEVO, NUEVA SOCIEDAD, REVOLUCIÓN CULTURAL  y siempre que ha podido CAMPOS DE REEDUCACIÓN, CONFINAMIENTO EN  PSIQUIÁTRICOS            para  su readaptación al nuevo  modelo antropológico y negación del espíritu libre y singular, la INGENIERIA SOCIAL como implacable pedagogía para transformar al individuo en correcto y tutelado, y un sobrehumano  CULTO A LA PERSONALIDAD  de las nuevas deidades  entronizadas, todo ello rebela que la izquierda ansía  trasmutar la naturaleza humana. Pretende ingenuamente que todo es cultura, plastilina, ingeniería.
EL CREACIONISMO DE LA IZQUIERDA
La derecha en todo caso reprime y destruye, la izquierda es la que emulando y sustituyendo a Dios trata de ser creacionista, ser deidad, redimir al hombre  de viejo a  nuevo, la radical deshumanización de  tratar  de asesinar (simbólicamente, porque literalmente  ha roto todos los records del mundo) al hombre mortal, al que niega, no acepta y como  no puede con el ya creado, busca  crear el suyo propio en un nicho  idóneo.
El peligro de la izquierda no es su aversión  a la libertad –siempre tratando de relegar los derechos individuales y sustituirlos por los colectivos: sociales, nacionales, de género, ecológicos, da igual, apoyando o justificando abiertamente tiranías, cómo dijo Lenin: libertad ¿para qué?-,  el peligro de la izquierda (me refiero en particular a la española,  la que conozco) es su odio latente a la vida. La deshumanización  torpe  y completa que aguarda  tras sus fines  últimos tratando siempre de suplantar a Dios, actuando como ingenieros  teólogos. Pedagoga, moralizadora, superior...

No hay comentarios: