martes, octubre 01, 2013

Días en Bilbao

Mi Hermano en la calle del ¡PERRO! como así se califica
En estos días pasados en Bilbao me he visto obligado a coger  metro, tren y autobús en áreas consideradas oficialmente y desde el mapa de Luis Bonaparte vascoparlantes, y no he oído ni una sola vez hablar vascuence. En el mismo trayecto de metro hace años oías a madres  (euskaldunberris, que habían aprendido el idioma de mayores) hablarlo a sus hijos. Todos los jóvenes y no tan jóvenes que suben y bajan del metro lo han estudiado, pero no lo hablan. Mi  hermano y yo ponemos el oído a lo que dicen  (de masters en Oregón) un chico y una chica, pero siempre en castellano.
Siendo los años de mayores medios, “implementaciones”, obligatoriedad, casi ingeniería social para “normalizar” la lengua dejada de hablar, el plan ha fracasado de forma ya y para siempre inapelable. Es un plebiscito, los hablantes sabiendo mal que bien los dos idiomas (últimas generaciones) han decidido seguir hablando en castellano, y no hablar nada en euskera. Durante el franquismo había  cantantes, activistas culturales…  nunca nada parecido.
No sé cuántos filólogos y lingüistas vascos sacarán las universidades  del País Vasco, y cuántos de ellos serán  especialistas en pragmática, diglosia, bilingüismo… con estudios en universidades extranjeras... Han de ser muchísimos los especialistas. A la vez asesores del gobierno, que ha  de conocer la magnitud irreversible del fracaso. No volverán los años promisorios de épica vascofonizante, no habrá ya  “momento histórico” y medios y fiebre de compromiso como el que hubo.   
En cuanto a mí, mis sueños y creencias de juventud, creo que todos no es que hayan fracasado (afortunadamente), sino que ahora compruebas que fueron  verdaderas alucinaciones.

En el metro, mujeres
En los metros de Madrid o Bilbao, las personas que veía que  leían eran las mujeres y jamás ningún libro inferior a 300 páginas. En el de Bilbao no he visto a ninguna. Mi hermano a una. Dejo el tren y cojo el metro y en una de las paradas del centro  entran mujeres dignas de observación, la más joven y guapa se sienta enfrente mío y no levanta la vista del Whatsapp ni para mirar las estaciones. Yo, como el Faro de Matxitxako hago barridos secuenciales. Pero hay dos más interesantes, profesionales, altas, esbeltas, treintañeras finales que no paran de darle al móvil.
Así como para mí los hombres son pura fenomenología, soy incapaz de traspasar su presencia/esencia y nunca me sugieren nada, de las mujeres pienso hasta en  la lavadora, el dentista, sus gustos, ideas… en un campo inmenso. Estas dos no paran de mirar y escribir  en sus móviles, parece que de trabajo hasta que entran en lo que puede ser la fase amigas y desconecting. Eran, son  las que antes leían libros.
Sobre un documental
Hay dos imágenes que me he traído, la primera es que en las oblicuas escaleras del metro de Bilbao, todos se alinean a la derecha, dejando el lado izquierda a los más rápidos. Primera constatación (siempre que voy me llama la atención): allí hay un orden comunitario, la comunidad legisla, los emigrantes se pliegan también a los usos que ven. Sabes que nadie como los vascos para conceder la primacía a los valores comunales.
En la estación del metro del Casco Viejo de Bilbao se sale casi a ras de calle y hay cintas trasportadoras, me subo al ir y volver del tren de Atxuri, cuando  han pasado 2 ó 3 horas. Es notable, ni uno solo se “deja llevar” y todos caminan por las cintas. ¿Por qué lo hacen todos? No lo he visto ni en aeropuertos. Con esas imágenes y las de las escaleras yo  comenzaría un documental. Son activos, pujantes, no parece que se “dejen llevar”.
Las terrazas ocupan todo Bilbao, es miércoles pero parece sábado. La calle es comunicación y fuente de placeres cotidianos, se visten, se eligen, se invitan, fluyen socialmente. Aquí no estamos ante el individuo con balbuceos de sociabilidad, aquí se buscan y se encuentran, se necesitan, están enhebrados. Mi hermano: se necesitan incluso para matarse. Hay sociedad, no elementos individuales aislados, que se repiten en las mil actividades en las que participan. Estamos ante una comunidad, una sociedad que late acompasada como un organismo vivo.

Si hay tanta sociedad alguien sirve de referencia, alguno da un sentido y  marca pautas. Quien lo haga busca el progreso real y el  bienestar, la pujanza, la movilidad social, el progresar todos. Ha de haber elites, ya que no es el poder público el que lo pueda realizar. En 1970 en la universidad burguesa de Deusto eran mayoría los hijos de emigrantes, la aristocracia obrera de las grandes empresas del Nervión. Estos habían tomado como patrón a unas clases medias que buscaban la prosperidad, que  no se conformaban, que además nunca alcanzaban  su cota definitiva.
Yo he visto en otros lugares estar solo “escapando” (un gerundio que de tan antropológico  asusta), a madres concienciadas desear para sus hijos un empleo seguro, donde permanecer siempre en su misma escala social, no desclasarse y aspirar a más. Ni un solo estímulo.
XY que es canaria  me dice este invierno que hace 30 años vio diferencias enormes entre su comunidad y el País Vasco, pero que  ahora hay más diferencias que entonces.
-Tú crees…- le digo
- Sí, yo creía que con las autonomías, que con todo el dinero destinado a  la educación, a servicios, oportunidades, becas… que Canarias se igualaría a las más desarrolladas, que cambiaría la mentalidad de la gente, que todo mejoraría. Seguramente pensaba hasta en un cambio antropológico. Estoy totalmente decepcionada. Me gustaría haber nacido en otra tierra, incluso en otro país, Alemania por ejemplo.
- No va a haber segunda oportunidad-  añado.
- Ya, ya lo sé.
No hay sociedad, solo gobierno-teta a la que morder cuando no da mucha leche. Eso es todo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Ño! ¡Que bien (d)escrito!

1
aunque legalmente esté instalado en él ¿está Euskadi en el postnacionalismo real?

2
¿y está usted en el su post lo que sea?
¡mire que fijarse sólo si en las mujeres se dedican a guasapear!

salu2
EDH

José María Lizundia Zamalloa dijo...

indicar a los concernidos en el programa de celebraciones de mayo próximo, que ya se puede entra en la web