jueves, octubre 24, 2013

DE IZQUIERDA Y DERECHA A UN TIEMPO

 Tenía este post esbozado, lo retomo y me encuentro con su noticia. Fabuloso. Elena Valenciano es un  ejemplo de todo: "de la sanidad privada llegado mi caso" y del tatuaje y la chupa.
La división entre izquierda y derecha proviene de la  Asamblea Nacional francesa (de su posición en ella)  tras la Revolución, y como constructo histórico  surge de  las condiciones de una sociedad muy poco compleja, que diría nuestro amigo de Debates macaronésicos, el catedrático Juan Pedro de Nicolás. Por tanto  bastaría un determinado grado de complejidad político  social para que tal división desapareciera.
Sin duda la capacidad de inventiva y evolución de la especie humana hace casi milagroso que aún perviva la dicotomía que nació de una pugna histórica entre nobleza y  burguesía en la Francia del XVIII. Por no estar, ni estuvo la clase obrera luego heredera de uno de los polos, y ahora disuelta.
Creo que hasta yo puedo servir  de ejemplo de una complejidad mínima
-Moral y costumbres: sería de izquierdas y en EE.UU.  considerado liberal de izquierda. Soy partidario del aborto, la eutanasia y demás y el relajamiento de las costumbres de las sociedades abiertas.
Hay que aclarar que respeto absolutamente a la gente contraria al aborto, no me molestan lo más mínimo sus manifestaciones,  cánticos, ni aspecto. Están en su perfecto derecho. Que  derechos tan legítimos pongan enfermos a un montón de gente, ilustra del jaez de la izquierda hispana, troglodita, sectaria y con un inconsciente colectivo totalitario en el ADN.
Sin embargo hay en la dirección del PP dirigentes que son  madres solteras por inseminación artificial, cosa que no ocurre en el PSOE, cuya ñoñería ha de maquillarse   con tatuajes y chupas. La izquierda es históricamente  moralista, casta, culmen de  virtud, rígida, de doble vara de medir, ejemplarizante y pedagoga.
-Lo económico social
Todas las ideas fuerza de la izquierda en ese campo han desparecido: propiedad colectiva de los medios de producción, avance de lo sistémico,  planificación económica… Ahora  todo se reduce al mantenimiento del sector público, una lucha de agónica resistencia y conservación sin una sola idea de nada,  sin propuestas ni horizonte. Rogatorias nomás.
En realidad, ese pie en pared contra los cambios de la mundialización se ha basado solo en consignas pancarta como CONTRA EL TRABAJO PRECARIO, cuando arreciaba la pérdida de cualquier trabajo, a favor de KEYNES (varita mágica transhistórica), la POLITICA FRENTE A LOS MERCADOS cuando ya se sabía que la política era  ámbito de saqueo.
CHASQUIDO-DINERO-SERVICIOS
Ahora es cuando tiene realmente  mérito ser de izquierdas. Chasquido-dinero-servicios públicos. Antiguamente se hacía girando todos en torno a la hoguera con cánticos sincopados.
La izquierda se ha convertido en el más formidable proyecto de pasado, que pocas veces se ha dado antes con tal furia. En todos los sentidos. República, Memoria histórica, nacionalismos burgueses del XIX, y conservadurismo general.
Desde el punto de vista económico y social ser de izquierdas supone  seguir cada año un lema absurdo y mirar al pasado para proyectarse en él. Es ansia de pasado y terror al futuro.
No es posible tomar posición  en relación a  lo económico social, porque ¿qué ideas serían las de izquierda?
MODELO AMERICANO/ MODELO ASIÁTICO
 El futuro, en el  que no parece vaya a estar la izquierda, será un modelo parecido al de EE.UU, entre el asiático y el americano se elegirá el último. Los conservadores  europeos, ya solos, sin sus aliados socialdemócratas,  trataran de que una parte del Estado de bienestar sobreviva,  aunque pagándolo y no por  el chasquido  de los dedos.
Para la consecución de esas ideas atribuidas a la izquierda confío en la derecha  europea (fueron agentes históricos, no se olvide), tras la desaparición de la izquierda.
Culturalmente me gusta el arte de vanguardia y me interesa mucho la posmodernidad -lo que no tiene absolutamente nada que ver con el progresismo-, pero también soy un conservador porque sé que la tradición es fundamental, que no hay cultura sin tradición. En arte, en filosofía, literatura… no hay relaboración de nada que no pase por  revisión de  la propia tradición.
Desde hace muchos años ya, la gente interesante me la estoy encontrando en la derecha, nunca, ni una sola vez,  en la izquierda.
Pensamiento
Del pensamiento de izquierda más reciente  me quedé con dos británicos: Anthony Giddens (Tercera Vía) y Tony Judt (defensa de los servicios públicos).
Pero como politizado que sigo siendo para mi desgracia,  me interesa el liberalismo político y el pluralismo, soy contrario a las teorías comunitaristas y al multiculturalismo subsecuente, y sigo creyendo en el proyecto ilustrado que hoy encarna EE.UU.
Para contentar a los esquemáticos rocosos, dogmáticos delirantes y ralea  que se aferran al pasado, en mí habría más elementos de izquierda  que de derecha. Lo que en absoluto me obsta para combatirla en nombre del progreso/futuro.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Servidor como admirador suyo y elemento de su faunario me atrevo a etiquetarle como un Neocom lizundiense.

A discutir. jajajajaajajajaa

José María Lizundia Zamalloa dijo...

La riqueza extrema del pensamiento de izquierda se constituye por sus series de oposiciones, no por sus enunciados, programas, estrategias positivas y autónomas.
De forma que puede ser un año anti modelo de contrato, otro anti mercados, otro anti-clero, antifranquista-a-buenas-horas, antiMerkel, otro anti Tea Party,y anti Neocom, anti OTAN.
El problema es que la izquierda no es más que una enemistad general contra cualquier signo enemigo, todo en ella es muy interesante, sobre todo, no tener nada que hablar con ella.
Ni citando a Tony Judt ni a Giddens.
Supongo que bromea, pero los clava.

José María Lizundia Zamalloa dijo...

Se podría precisar mejor: de la lucha de clases a una enemistad general. Como inadaptación e incomprensión del mundo

Anónimo dijo...

ergo la izquierda es reaccionaria

salu2 edh