domingo, marzo 31, 2013

La soberbia literatura de Alexis de Tocqueville

El viernes  santo transcurrió entre la reunión  de nuestra asociación de amistad con Israel y la subida a la Laguna (algo tarde, ya que departíamos muy a gusto). Cuando llegué ya no quedaban procesiones –carezco de toda devoción- , antes subió XY, fuimos hasta el Cristo, recorrimos la ciudad como si lleváramos chándal que no tenemos, vimos mi nueva sociedad,  todo cerrado. Pides queso,  y queso curado con aceitunas y  ajos de frasco, y lechuga central a tijera: ¡La (santa) hostia!
 


Me pareció que la Laguna está perdiendo su patrimonio Unesco, o sea   los progres. Lo mismo están en  Corea del Norte para ser utilizados de proyectiles antiimperialistas. He visto entradas raras en este blog y ha resultado que les han colgado a las juventudes de Izquierda  Unida (esa congregación para la defensa del dogma y la vida inteligente en el planeta), en un llamamiento a favor de Corea  del Norte –yes-  mi post sobre Carrillo y Ceaucescu, y me pinchan. Se chinchan.  
Antes, en la reunión del sanedrín hablamos de Israel y de Ratzinger. Mi hermano reverberó. Saqué a colación el Discurso de Ratisbona, del que he leído un poco,  y el concepto que me dejó prendado para siempre de MINORÍA CREATIVA (Ratzinger), lo que supone invertir el papel de la Iglesia por completo: de mayoría establishment amorfa y del gran poder –constituido, a lo contrario.
Nuestra asociación también es una minoría (con mucha más verdad) y creativa. Funcionamos, nos reunimos y vamos a seguir haciendo cosas, hemos estado en los lugares en los que queríamos estar en el último trimestre de 2012, sobre todo.
Tiene una ínfima importancia pero la tiene. Somos minoría creativa. Para mí el valor “político” (ideológico) máximo depende  de los efectos  que un pequeño acto o iniciativa "audaz", imprevisible y descartada por el rechazo  a priori o el consensus gentium/masa, en su sentido más masa posible,  es capaz de adoptarse y mostrar. El efecto de ruptura de lo establecido, norma política intocable  es potente y categórico, es chispa, desacato, resulta que había disidencia, lo “otro”, minorías creativas, por lo que  claro que podemos rechistar.  Siempre cabrá la interposición –esta es la lección general-, la calle no es de ellos, es de todos. Hay sociedad civil y banderas libres. Lograr eso, es gesta.
Suspender mis macros lecturas literarias canarias –estoy excitado por todas  las ideas que van saliendo y voy elaborando- ha sido necesario  y han supuesto alguna tarde de verdaderas vacaciones.
Nuestro círculo de lecturas ex liberales, adoptó dos lecturas para la siguiente reunión: La  democracia en América de Tocqueville y la ética protestante del capitalismo de Max Weber
He releído esa joya literaria que es el pequeño libro de Tocqueville “Quince días en las soledades americanas”, una narración imborrable y he encargado la democracia en América.
Tenía mal leído la ética del protestantismo y aunque casi nunca las hago, hay relecturas  indispensables. Con todas las vueltas que he dado en los últimos años a las diferencias entre los cristianos y sus distintas éticas y morales, dejaba pasar ante mis narices el libro axial de Max Weber. A ver si se animan las juventudes comunistas atómicas (hispano coreanas)...

sábado, marzo 30, 2013

09-04-13 mi nuevo libro del Sáhara en el Casino

                          Presentación 
 
 9 de abril de 2013, a las 20:30 horas
 
El Sáhara, perspectiva de revisión

http://www.rctfe.com/index.php?lang=es

La página web del Casino no da  cuenta de mi presentador que es a la vez prologuista del libro,  se  trata de MANUEL VIDAL.
*MANUEL VIDAL, Premio Nacional de Periodismo, fue fundador de Canarias 7 y Gaceta de Canarias, del que fue director. Actualmente prepara el doctorado en ciencias históricas sobre el Sáhara

viernes, marzo 29, 2013

Viernes Santo y reunión Israel

La contrarreforma y el barroco
Seguramente esté ahí el genio español, la singularidad, la proyección universalista española con la recepción de esos dos fenómenos, de lo que tienen buena culpa, entre otros,  jesuitas y algunos arquetipos literarios  y artísticos de la edad de oro. No hay mayor altura.  SÍ la Reforma representa la modernidad, también la Contrarreforma, me corrigió alguien muy docto una vez  y efectivamente es así, la modernidad es dual.
Es fascinante ver las procesiones, la extrema singularidad de  esa religiosidad  barroca y envolvente, dramática y pesada, misteriosa y dinámica. Es un apogeo estético formidable y único, pero también de máxima expansión de la religiosidad con su mayor carga devota. En un mundo estulto deificador de marionetas diversas.
Sepan los llanos y poco complejos “antiglobalización” que la semana santa española representa una contundente   excepción de la globalización, si entienden algo de estética, antropología, psicología social, experiencia de lo sagrado y todas esas cosas que colisionan con su ejemplar llaneza de superficie, y recogimiento de avestruz frente a los desafíos del mundo y el futuro presente.
HOY VIERNES A LAS 20 HORAS REUNIÓN donde siempre  ASOCIACIÓN AMIGOS DE ISRAEL
Incorporo a dos amigos

miércoles, marzo 27, 2013

El ansia de petrificación

La posmodernidad se muestra  prematuramente en el mundo del arte, y en concreto de la arquitectura, en la confluencia de los 70/80. La modernidad reniega de cualquier avance y desarrollo, y se pone a bucear en su propia historia (la del arte) y a jugar con ella. En 1992 Francis Fukuyama (un hegeliano americano) sentencia: la historia ha muerto.
La posmodernidad incorpora todos  valoras culturales actuales: el relativismo como absoluto, el pensamiento débil, la deposición de la razón, hedonismo, consumismo.
Con todo este pack ya perfectamente interiorizado a nivel cultural e ideológico, que no es el mejor,  nos precipitamos en la globalización. La globalización es ya un tema mucho más fuerte y material  porque afecta  a la base económica,  a la realidad  infraestructural.
Globalización en la base económica y posmodernidad en la superestructura cultural. Un dualismo aciago.
Así la  época, surgirían  más tarde todos los desencadenantes de una nueva era ya radicalmente distinta: subprimes, ladrillo… factores  exógenos y endógenos. La mentalidad previa era deletérea y tóxica, estábamos abonados a los excesos gratuitos, a la espuma.
Ayer hablamos de que ya algunos niños llegan sin desayunar a las escuelas, unos sí y otros no, y de los comederos sociales. Una  funcionaria de la izquierda genérica, aboga por la obra social de las cajas de ahorro. No ve, ninguna  cesura o hiato, una situación descompuesta entre niños y obra social (no se resigna), si  no tienen para desayunar es que ya no queda margen para obras sociales pseudo bancarias, o de qué estamos hablando. Nadie puede garantizar nada, no un gobierno sino una coalición de gobierno, no solo están los factores internos sino la extrema dependencia  y aleatoriedad de los externos.
Como dijo nuestro catedrático de ecología en el casino el  sábado, estamos ante una crisis (extrema) de complejidad, no hay conocimiento ni recursos para combatirla, estaríamos  en el Renacimiento. O cerca del colapso que supuso el final del Imperio romano.
La de la izquierda genérica se queja también de todo el empleo que se está destruyendo, como si fuera designio de una  voluntad perversa, o entronización de una situación inmerecida e injusta, que no pueda ocurrir nunca con ellos. Los mortales siempre erigen causas y axiomas, sistemas de creencias y consuelos. Ansían la petrificación.  En la sustancia del rechazo a cualquier revés, en la negación a aceptar la adversidad, si quiera como punto de análisis, la demolición de la razón abre paso a la mentalidad animista y mitológica que  les atraviesa e invade. Es lo más impactante.
Como marxista que fui, le tengo que decir que los europeos ya hemos dejado de ser los más guapos, acreedores del mejor derecho, ahora ya somos  iguales a los demás de verdad, a los que monopolizan la industria textil en China  o la naval en Corea del Sur, producen  mucho más por 190 dólares y que no tienen estado social, el marco y el mercado son únicos y no hay manera de escapar. No pueden   asumirlo y parece que nadie fue marxista. ¿Se acuerdan de aquella colisión entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción existentes, o tampoco?
Hay sectores y debates con los que no debo ni rozarme, no les conozco.

domingo, marzo 24, 2013

Pertenezco a la Real Sociedad Económica

 
- Miembro de la Real Sociedad Económica de  Amigos del País deTenerife
-El sábado en el casino hemos acabado con los liberales
- Mi hermano toca el piano en el casino ¡GENIAL!
- Con el Opus Dei
 
Desde el pasado martes soy miembro de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, una entidad histórica más que venerable fundada en 1777 al calor de las ideas de la ilustración. La lista de personalidades que han pasado por la entidad  es fabulosa, como su patrimonio histórico: cultural, científico, intelectual… Me siento muy complacido. Algunos méritos debo tener (hablaba en alto). Lo sé yo, el mundo no. Estímulo para hacer cosas.
De la ilustración era un  partidario acérrimo, ahora menos. Pero sigo creyendo en sus dos proyecciones  esenciales: la idea de emancipación y el universalismo. A muerte.
http://www.rseapt.com/
La ilustración empero tiene fallas políticas, por algunas doctrinas  engendradas, e intelectuales, como el optimismo antropológico (otra superstición boba) y el poco seguimiento a desarrollos de las ciencias humanas y sociales tras el positivismo del XIX.  
Otra idea que expresa la Asociación y que me gusta a rabiar es que la cultura es tradición, no hay corriente o ensayo filosófico o de cualquier  otra disciplina que no asuma y revise  (“supere” es un decir) la tradición, otro tanto ocurre en el arte. Nada parte de cero, haciendo omisión de Zapatero y el pensamiento Alicia o adanismo, ni revolución Cultural china, ni el Ché ni genios similares.

El sábado en el casino hemos  acabado con los liberales
Las cenas que se llamaban del círculo de lecturas liberales, tras nuestra toma del poder, ahora son ex, pasado, no vienen. Del liberalismo doctrinal, sobre todo de la Escuela austríaca: Popper,  Von Mises, Hayeck… todos estaban un poco hartos, la facción vencedora.
Tras la cena subimos al salón noble, un catedrático se encarga de comentar los paradigmas científicos de Kuhn, y mostrarnos muchos de sus libros, que circulan por el salón. Un solo gin tonic en toda la noche y un nivel de debate intelectual excitante y sumamente placentero, de altura, aunque yo, en un momento dado, me refiriera a la teoría del conocimiento de MaoTse Tung, “concomitándola”  (perdón) con  la de Popper. Menos mal que no estaban los liberales más genuinos.

Mi hermano  toca  al piano en el casino, ¡GENIAL!
Era una imagen escénica de extraordinaria fuerza y plasticidad, el Maestro Roncero  tenía  esta vez  en su mata de pelo su verdad máxima y definitiva justificación: Von Karajan.  Toca a Wagner, Bach..  Hatikva (el himno de Israel) y el de EE.UU…

Con el Opus Dei
Quedé con Arturo al mediodía, empeñado que vaya a unas charlas organizadas por el  Opus Dei. Antes me había hablado de un médico que había estudiado filosofía y que no es nada infrecuente entre los numerarios del Opus,(obligado que numerarios o supernumerarios deban estudiar además filosofía y además teología.
Es un día de la semana  a la hora de comer. Hay alcohol, pregunto,  pues no voy.  Tomamos antes unas cervezas, me dice, no, así no vale.
 Pero resulta que Ex Doktor Harris también va junto a 30 ó 40 personas, algunas esperan desde media hora antes las ¡charlas de filosofía! lo que no consigue la universidad. Voy a ir, vaya que sí. No pensaba que eso pudiera ocurrir en esta ciudad, que existiera otra. ¿Dónde he vivido yo: en Babia?
Un  refugiado ruso, Alexander  Kojéve, en la década de los  treinta del siglo pasado, revolucionó Paris. Se dedicaba a dar   seminarios sobre Hegel (básicamente La Fenomenología del Espíritu), a un público en el que podían figurar desde Sartre a Raymond Aron, pasando por Bataille y Merleau Ponty. Uno de los adictos era el psicoanalista Jaques Lacan. A partir de la  teoría del amo y el esclavo de Hegel explicado por Kojéve erigió  Jaques Lacan  su teoría del reconocimiento. El deseo no es sobre el objeto sino es deseo sobre el deseo del otro. Clave en el psicoanálisis lacaniano.
Tiene visos de que en ese piso el Opus se está dando algo parecido, pensamiento, cultura. Evocable, que ya es muchísimo.

jueves, marzo 21, 2013

Frases nuevas y palabras hueras


Me salí de mi rutina de burro que mueve la noria, y un miércoles, ayer noche,  estaba sentado  en una plaza muy recoleta –Palarea hubiera escrito placita azocada- donde campa la burguesía local.
Llegué de trabajar, ellos permanecían desde la comida gin tonics mediante. Éramos  parejas mixtas. Dos norteños –(ex)vasco yo , el otro vecino cantábrico- y dos (ellas)  canarien.
Era como rubia francesa del distrito XVI de París, y yo me desplegué con cuatro cañas succionadas seguidas como un F- 118 por la cubierta de un portaviones, de  pura potencia. Estuve simpático, desenvuelto y …. gracioso. Uno lo sabe porque  la otra persona se  ríe complacida. Para elevarme  me puse a  hablar de mi hermano, generándole simpatía y admiración, ansias de ser votado para lo que fuera. Siempre funciona. Una mujer ultra inteligente. Hizo disecciones sobre los norteños y las canarias, que jamás las había oído. En un momento dado le dije, eso nosotros no lo hemos pensado, y al poco saca otra frase aún mejor. Me quedé desconcertado por la inteligencia.
“El canario es buena persona”, dice la canaria. “Bueno y….” le digo. “Pues eso: buena persona”. Enmudezco.
“Los del norte tienen inteligencia social e intelectual, pero no emocional”. Ya ni respondo.
Observaciones de microscopio.

Como sigo con mis prospecciones, 2  libros de Jorge Rodríguez Padrón sobre la narrativa canaria, entre los dos 20 años exactos: Muy interesante.  2 libros de Víctor Ramírez, uno bibliotecario, otro comprado, un  viejo relato.
El primero  es de artículos. Con 6 ó 7 palabras, ni una  más, soltadas al buen tuntún, se hace un tratado de independentismo. 6 ó 7 palabras trastabillantes y beodas, me abocan de golpe al esclavismo, emerjo en la época  de la esclavitud. Lo del célebre y cacareado colonialismo (puro cientifismo) me suena  a futuro por venir, a una intuición sobre una fase histórica que parece podremos  alguna vez alcanzar, pero no todavía, es muy pronto. Es una intuición para los más clarividentes y estudiosos.
Los pistoleros etarras más rudos  de los 60 ó 70 eran comparativamente catedráticos de la London School of Economics en nacionalismo y teorías revolucionarias. Los de la VI Asamblea, ya antes de pasarse al troskismo, los consideraban  aun así toscos, ignaros, pedestres. Otra época (preesclavista).

CONVOCATORIA
Sábado 23 en el casino, a las 21 horas, los de los círculos: los paradigmas científicos de Kuhn. Hay que cuidarse.   

 

martes, marzo 19, 2013

El futuro socioliterario canario

Dentro de 20 ó 30 años los licenciados en letras tendrán un filón del que extraer sus tesis y doctorados. El pasado ansiado  será nuestro  momento presente. Es pronto para saber si por sus resultados literarios inequívocamente consolidados en el tiempo, o por las circunstancias  que rodearon al hecho literario en sí o el discurso y agentes  que lo orquestó. Me temo que   esto último al menos  gozará del olfato y favor de los doctorandos y futuros estudiosos. El elemento socio literario, o sociohistórico que diría Domingo Pérez Minick.
El tiempo actual es un tiempo de absoluta extravagancia y por ende subversivo, se ha demolido a conciencia cualquier idea de tradición y referentes sólidos –algunos los llaman canon-, el principio de jerarquía y verticalidad que impone la calidad, y el verdadero  valor literario  ha sido sustituido por el confusionismo, la amalgama y la horizontalidad, de forma que  la artesanía –el manierismo de atender a medidas y preceptivas muy  tasadas– , algo tan radicalmente endeble, sea  criterio axiológico y parangón con el  mundo. Hay zonas en las que la posmodernidad más alegre  y radical arrasa, hurtando el debate racional en favor  de  sus prejuicios, consuelos  y ensueños.
El mercado artesanal tiene sus leyes, ya que son mercados muy acotados en vigilia permanente, en pos de obra idéntica e intercambiable pero  bien contada y entretenida que consumir. Es un segmento de mercado enormemente consumidor, incluso  compulsivo, que deglute su propio  género con avidez. Este mercado tan singular se autoalimenta y es casi autónomo. No es el “mercado central” ni el segmento más fiable y de prestigio.  Ni el que estará en las grandes listas, premios, ediciones, estudios, la historia, la memoria, en  las   hechuras de experiencias singulares … Es un segmento tan activo como lateral, endogámico como marginal. En determinados vuelos invisible  y dominguero.  Nada diremos del humilladero del bestseller, que catapulta las   honras del provincianismo más paroxístico.  Ese tipo de lectores son muy voraces, de estímulo fácil, en serie de series, con adeptos a lo mullido y trillado, que corresponde a determinadas franjas culturales que nunca han abandonado. Durante  el franquismo se mostraron en toda su amplitud  sociológica su más asertiva realidad.
¿No habríamos pensado que esta literatura de géneros no era analizable? Mucho más valiosa en términos sociohistóricos y comparativistas que como noumeno o cosa en sí, que da lo que da.
No estamos en la época de Syntaxis y Liminar, ni en otras más importantes,  han surgido nuevos establishments y se han volado y pulverizado todos  los cánones. La vida, la verdadera, de la que se hace cargo la literatura, debe fluir por cursos menos enmoquetados y acomodaticios.


domingo, marzo 17, 2013

Tres escuchas fundamentales


Freud                                                    Jung
Tras el magnífico viernes, me quedó como signo resonante en  la  resaca el significante  “escucha”, por algo que medio hablé, o mejor escuché. Fue la palabra de ayer.
Ayer a la tarde vi que el post de abajo tenía dos entradas, una sumamente amable, lo mejor que yo pueda escuchar - cuando digo que no quiero que me lea ni mucha ni determinada gente es la pura verdad, me molesta que lo hagan- y comprobé que incluso  hablando de la Iglesia había vuelto a referirme  a la “escucha”. O sea que era asunto que arrastraba al menos  desde el jueves. En realidad es uno de los últimos descubrimientos de la vida, siempre hay novedades y pensamientos nuevos.
Hay tres escuchas fundamentales.
1.-La Confesión de la Iglesia que es un mecanismo para la restitución de la inocencia. Lo peor de la Iglesia para mí son Jesucristo  (historiado) y el sacramento de la confesión, con diferencia.
2.-La escucha en el psicoanálisis  freudiano de la Asociación Internacional del Psicoanálisis. En la resistencia interna (o defensas a decir /escuchar) a señalar el hecho traumático, que en   1900 Freud descubriría su carácter fantasmal e imaginario,  que supondría la curación.
3.- La escucha en el psicoanálisis lacaniano. La escucha  relevante es la que llega a  hacer el psicoanalizado de sí mismo, que generará el hastío ante el propio monólogo narcisista interminable.
No ser neurótico tiene algunas ventajas, pero también  desventajas, y ser neurótico tiene muchas ventajas pero definitivas desventajas.
El neurótico es narcisista e infantil y jamás accederá  al orden de lo simbólico, a la ley del padre que  decía Lacan. Por contra suelen ser divertidos, pirados, inmaduros  y atrozmente  insoportables. Lo mejor es ser fronterizo: tener los dos pies en cada orilla, y no voy poner ejemplos.
 Por mi doble propensión a la insociabilidad y a la sociabilidad intensa, que es lo mismo, me he pasado la vida huyendo de las mayorías y lo establecido. Como mis rechazos son tipo bíblicos, la gente se da cuenta. Me  gusta (me sale) hacer ostentación de mis sentimientos, cero diplomacia ni disimulos, hosquedad- no tendría gracia en otro caso, ni función psicológica- ni una sola persona que detesto lo ignora, de ahí que siempre  serán legión los dispuestos a hablar mal de mí. Lo que no me hace llorar, más bien me excita. No obstante uno no  está suficientemente preservado con personas que  sin despertar rechazo acerbo, no estás dispuesto a escuchar la mínima.  La ecuación que manejo es bien simple: si no tengo nada que decir, menos que escuchar, y es en lo que me aplico. Preside mi vida social.
Antes me manejaba más en impedir que se hablara en serio de nada, pero  era por huida del aburrimiento y la seriedad. Si hoy fuera niño tendría algún diagnóstico de hiperactividad o alguna cosa de esas (fútiles). Aunque me hubiera perdido la neurosis, la ebriedad, el radicalismo, la arbitrariedad, cierto fanatismo… si acaso.
Ocurre que entretanto y a veces tenemos algo que decir, lo que no necesariamente está universalizado.

sábado, marzo 16, 2013

Viernes al sur

Compré/encontré  un libro de Ventura Doreste, alguien que me interesaba, y sigo abriendo círculos en la literatura canaria, frente a un ámbito replegado en el máximo ensimismamiento/ensoñación (anticrisis parece) de  toda su historia. Fui en ómnibus a San Isidro, leyendo el libro de Doreste a la inauguración del mejor despacho de abogados del sur y al primero que yo siempre recomiendo.  Lawfirm   

José Antonio Manzano Obeso
Abogado
Laboral, civil y mercantil

San Isidro tiene aceras de Harlem en devastado arquitectónica y urbanísticamente, gracias a la autoconstrucción que ha laminado el paisaje y no los hoteles. Volví a ver muchos muslims, seguí a un grupo que se aventuraba por una perpendicular, iban todo de blanco (viernes) creyendo que asistían a los rezos de alguna mezquita, hasta que vi que se desperdigaban: No iban, volvían. Media  vuelta. Una negra llevaba tres niños muy guapos y unos mozarabíes (expresión mía) gamberreaban, una chelfa saharaui, un atienda 100% venezolana ultrapatriótica y así todo.  Como sabía que iba Sarito llevé una camisa comprada en Miami. Y me preguntó por ella: “Pues esta  camisa es de Miami, no ves la talla para americanos  zafios y gordos que solo comen comida basura”. Ni me contestó. Me ve venir.
Lo que sí conseguí fue que me  trajera un café. Estuvo todo el rato sentada en la mesa de la secretaria. Tardé una hora en lograrlo, una combinatoria de recursos, pero lo conseguí, era un propósito muy difícil por machista. La gente es mucho más sutil de lo que parece, e imprevisible. Odio lo previsible pero tan lo contrario tampoco.
Luego nos fuimos al Médano, a una terraza sobre el mar. Pedimos distintos platos, era merienda cena, y yo me pedí unos extranjeros, si surferos mejor. Les dije a los camareros que ofrecieren  subir a cualquier extranjero  que entrase que yo les invitaba a cervezas, y los tasé: si surfero belga tres cañas, si alemán dos etc.. Los camareros me daban palmadas en la espalda y era muy ostensible que me trataban como a un cliente carismático.
 Había entendido que les había hecho gracia a los camareros. Nos vamos  al último bar de la playa, (camarero austríaco), y afirmo que soy gracioso, -habían sido testigos de mi triunfo con el camarero uruguayo, el italiano y la local, la más fan, de un poco antes- y todo el mundo se hace el taciturno. No debo de ser gracioso, a pesar de que el público se ría conmigo (no con ellos),  la pregunta para el futuro que deberé formular es si soy humorístico o divertido, porque lo de gracioso se me resiste. Llevo años reclamando ese reconocimiento inútilmente.
La noche es opaca y sin contrastes, lo único que se vislumbra es la luz roja de Montaña Roja, como desplazada al nordeste y colgando del cielo.
Hablamos de un acontecimiento que nos va a convocar dentro de poco más de una año en la Costa del Sol, y cómo solo hay una persona  de los convocados, los  presentes lo estamos todos, que no lo sabe ni muestra curiosidad alguna. Esperemos que ese  no sea motivo suficiente para saltar del listado.
Fue un día perfecto, es el plan que a mí más me gusta,  exactamente lo que hicimos. Yaniro, una abogada sudista muy guapa, simpatiquísima, divertidísima, reidora, una fulguración  de jade, aguamarina o estrella. Mi hermano sacó su vertiente pícara que es muy curiosa, es sexual, pero sin objeto: a ver si me explico, es como si el sujeto y el objeto habitase en la misma persona, y esa  patrimonialización fuera de siempre muy valiosa. El otro es lo que concierne a uno, por lo que la relación sujeto- objeto  se torna harto difícil. Y eso que Yaniro estaba como para dispararse en la sien o en su defecto en la rodilla.

jueves, marzo 14, 2013

La grandeza de la Iglesia







Carl Gustav Jung, el que fue designado como príncipe heredero de Sigmund Freud, pronto voló solo, estaba casi a su altura. Elaboró las teorías de los arquetipos, el inconsciente colectivo, las imagos y representaciones sagradas…  un sabio.
Jung sostenía que la religión existía porque correspondía a una función psíquica incardinada en la propia naturaleza humana;  sepan los estrechos de mente que se refería a todas las religiones, era además de cristiano suizo (no judío austriaco), un gran orientalista y conocedor de la mitología, la historia de las religiones, el simbolismo…
De un sabio a otros sabios, la elección del Papa ha servido para constatar el nivel intelectual y espiritual del Colegio Cardenalicio. Políglotas, grandes eruditos en filosofía, teología y otras disciplinas. Evidentemente la gran mayoría de ellos podrían hablar con Jung o Casirer o con otros sabios, cosa que la gran masa laica tendría más que  vedado.
La simplificación del laicismo, su falta de recursos intelectuales y culturales sirve para ocupar las cotas de pretendido dominio moral; se trata del refugio de los carentes.
La iglesia está legitimada para oponerse al  aborto,  el matrimonio homosexual  y al control de natalidad, no ya porque tenga  derecho a defender sus dogmas, sino por la profundidad moral y filosófica con lo que lo defiende, son unos contrincantes teóricos  de máxima altura. Por ejemplo no es  pintiparable al vocerío ronco de sus adversos, a los que la vida les resulta tan pesada porque Dios no les garantiza la quietud de la niñez.  Estará la Iglesia  equivocada pero solo  después de reflexionar sobre montañas de libros y cordilleras de bibliotecas con clarividentes monjes y arrojados  evangelizadores, infinitamente más inocuos que  los revolucionarios del S. XX.
Que no sea creyente y que  esté en contra de los postulados de la iglesia, no me coloca en ninguna posición de ventaja frente a ella, salvo que fuera tan estúpido de creerme moralmente excelso/progresista.  Nada de lo que yo pudiera decir  sería novedoso, interesante  o profundo para la Iglesia, en cambio yo sí tendría que escuchar sin límite  sobre lo que saben y experimentan.
En cambio los carentes que saben que su único patrimonio es compartir ideas sencillas de pancarta  echan ahí el resto, porque se saben vedados a intereses más profundos o conocimientos más sutiles.  Yo  con este tipo de gente no hablo ni escucho, por eso me he convertido en un solitario sonriente que desprecia la tosquedad.
La grandeza de la Iglesia Católica se ha visto en la suntuosidad de su liturgia, la monumentalidad del Vaticano (que es la de los símbolos de la sacralidad y de la historia), la belleza inmovilizante de la Capilla Sixtina y en el latido unísono de su universalidad, y en la necesidad de Dios. Es preferible adorar a Dios que a espantapájaros criminales. No hay conciencia de quienes son los subrogados de Dios –que es lo más despreciable- , quienes lo han reemplazado, porque la función psíquica existe. O idolátrica.
 





martes, marzo 12, 2013

El regreso de Ezequiel Pérez Plasencia

En google se asimila literatura periodística a periodismo literario pero no creo que quepa asimilarlos. Periodismo literario puede hacer mucha gente y no tantos la literatura periodística. Quien sí lo supo hacer fue Ezequiel Pérez Plasencia. Lo conocí a través de nuestro amigo Rafa, primero de referencia y luego personalmente, de forma breve pero  suficiente para caerme bien.
Ayer cuando subía paré en la biblioteca, debía devolver libros y sacar otros canarios. Me encontré con El regreso de Calvert Casey del que es autor Ezequiel, no me gustan las fotos de La Habana desvencijada y ruinosa como la  que aparece en la portada del libro y que tanto embelesan  en España. Lo abrí y pronto decidí  llevármelo, fue ayer y ya  me lo he leído, a pesar de tener ayer como hoy jornadas laborales acuciantes.
Es un libro perfectamente compuesto y que ofreciendo un amplio recorrido por la literatura cubana con testimonios de primera mano que aglutinan el exterior/exilio e interior de forma muy abierta y crítica,  no por ello deja de  ser  un libro de un viaje en el que el autor tiene un papel absolutamente dominante en torno a su mundo más personal: anhelos, búsquedas,  sentimientos, costumbres y mirada burlona sobre sí mismo. Todo se entrelaza con suma habilidad, y tiene voz. Tantas referencias y testimonios literarios de terceros, incluso historias literarias, no son suficientes para eclipsar al autor o subordinarle. Está él con su alegría, desazón, proyectos, decisiones ¡y omisiones! singulares  completamente a su aire.
Nos cita a Thomas Bernhard -no así a Peter Handke-  y a  Robert Walser. No todos leen a Robert Walser, Ezequiel  ya  tiene madurez para no tomarlos de modelos, cree en su propio camino, ni a Joseph Roth (otro citado), cuyo periodismo literario es de lo mejor que he leído, y asombra la claridad con la que ve su propio rumbo.
Es un libro que logra los máximos  resultados, nos deja una visión del mundo cultural de Cuba muy valiosa, de La Habana -la isla dentro de una isla que decía Cabrera Infante-, pienso que difícilmente  olvidable, de sus localizaciones tan cargadas de literatura, nos  ahorra todas las tediosas descripciones –hay cruces de calles letras, y punto- , ya que  es sin descripciones como los lugares alcanzan la mayor vibración y aura, porque los encuentros o pequeños acontecimientos se producen  irrepetibles y centrales. Hasta hay una heroína, y un sexo lejos de lo consabido. La Habana aparece con un semblante oblicuo y abstracto, sin papagayos, esterlicias y delfines.
Cómo logra alcanzar tantas cosas… en eso está  el arte y el talento.
Empero 2 máculas. Recusar su sonrojante  hagiografía del Ché. Hace 15 años ya se sabía  quién era, está documentada  su homofobia, su crueldad, falta total de escrúpulos y su delirio inhumano de redentor flamígero, como también  la frase  final pancarta sobre el  "bloqueo económico y político", que  la realidad refuta y no se corresponde mucho con lo que él ha narrado hasta entonces.
Lo que no sé es  de donde sale el pretendido culto de Ezequiel  por Camus –tampoco vi nexo alguno en su muy lograda  obra premiada con el Rulfo-, ya que las ligerezas de arriba  son absolutamente  incompatibles con las ideas  y lo que representa Albert Camus, incluso con su biografía. Convendría revisar ese supuesto culto. El “hombre rebelde” de Camus  no es precisamente el Ché que es justo la antítesis, ya que la de él es la rebelión más metafísica de todas las concebibles.

 

 

 

 

 

domingo, marzo 10, 2013

En la Pompeu Fabra

Entraba en rebiun –catálogos de universidades- (si te quieres buscar, entras en google, pones Rebiun –rebiun absysnet-  y luego pones el autor) para mirar si El Sáhara como metarrelato había sido adquirido por alguna universidad, sin resultado alguno. Pensaba que por los recortes de las universidades –elegirían títulos poderosos- se quedaría definitivamente fuera, con mucho más mérito para estar que otros libros míos, por ejemplo de narrativa que no pintan nada (ULL, claro).
Pero el sábado se produjo la sorpresa, entré y  por fin apareció El Sáhara como metarrelato, y lo más estimulante viene a continuación, en qué universidad, las siglas que no te dicen nada  y que resultan corresponder a la mítica Universitat  Pompeu Fabra de Barcelona. He sonreído, no había amanecido.
Si en mi veintena me llegan a decir que iba a escribir y algún libro mío iba a estar en la Pompeu Fabra,-por su nombre catalán siempre  lo asocio/confundo  con  la Rosa Sensat (escuela), que es  mi referencia mítica y política-  hoy sería bastante más soberbio  y contundente en mi  hostilidad. A esa edad seguía sin saber que podía hacer con mi vida, y sucumbía  a trances reñidos con la autoestima, la claridad, el equilibrio, lo positivo... Cincelé mi personalidad en la lástima que me producía, de lo que me alegro ahora,  (no queda más remedio) y lo único que me interesaba era armonizar el izquierdismo democrático –ya era un outsider-  y la cuestión nacional vasca. Fue igual de candente y atormentador -era todo (delirio) lo que tenía-, que para Unamuno la   inmortalidad del alma y la resurrección de la carne, por lo que yo en cambio sentía total despreocupación.
Ha llovido tanto que la Pompeu Fabra, (o sea  la Rosa Sensat) significante que refulgía, ya es acicate para la nostalgia.
Eso fue el sábado, el viernes me enteré de que Línea líquida había encantado a una catedrática que no me conoce y por ello no sabe lo  divertido (y gracioso) que soy, y a otra amiga, que se habían reído mucho y que la catedrática quería conocerme y venir un día con nosotros…  Pobre.
Sigo con la literatura canaria, voy a la biblioteca, y a la librería del Cabildo los  sábados después de Mercadona, hablo con Ángel, veo y compro.  Tengo una visión panorámica  de los lomos de los libros,   y controlo muchos metros, más de 20.  A algún autor lo leo -si se deja-  en sus comienzos y mucho después, y así el arco  arquea.
Resulta que el libro de Isaac de Vega discurre parte en el Sáhara. Premonitorio. Isaac  de Vega en  un momento dado me recuerda a Ernst  Jünger (no a Rulfo como he leído). Constelaciones disímiles concertadas,  órdenes  simbólicos y mitológicos que  cifran  la vida, de súbito un realismo de actualidad pasada zarandea aquellos espejismos y emerge una realidad imperiosa y bastarda.  Choque de placas tectónicas, ahí estamos.  El quiebro no parece causar daños irreparables.
De Las Palmas me dicen   que mi último libro del Sáhara destaca en la bibliografía sobre aquel territorio, yo también lo creo.
 
 

jueves, marzo 07, 2013

Del Dior español al chándal venezolano

Se dice que la pobreza ha descendido en Venezuela del 43% al 28%, sin embargo  en el crecimiento del PIB y otros indicadores está entre   los peores  de Hispanoamérica.
Antes de la llegada de Chávez al poder los excluidos sociales lo eran de una manera radical, no existían  ni política ni socialmente. Chaves les escuchó, se identificó con ellos,  se  volcó de la manera más  demagógica, y  adoptó –la estética es clave- un icono de la cultura de la marginalidad: el chándal. Él era uno de ellos. La premisa  del populismo.
Chávez  distribuía alimentos  y ejecutaba  políticas de vivienda, educación y  sanitaria con médicos y agentes cubanos, en detrimento de los venezolanos y de las estructuras sanitarias, educativas y  nacionales en general. A lo que unió expropiaciones (confiscaciones), pero manteniendo una oligarquía  afecta ligada también a la exportación  de petróleo a EE.UU. : el gran socio comercial.
Chaves  reparte alimentos, sanidad cubana, alfabetización, vivienda y empleos entre las bases  afectas, con cargo a un sector público superior al 50% e insostenible que el petróleo financia, a consta del desmantelamiento de la mitad de la estructura  y actividad productiva. Tal es así, que  saliendo todo del petróleo pero de manera  tan ineficiente y  parasitaria,  se crean nuevos endemismos como el desabastecimiento crónico de  productos básicos,  cortes de suministro eléctrico y  una inseguridad  apocalíptica que arroja cada año las bajas de Irak y Afganistán juntas, mientras ha logrado seccionar al país  en dos trincheras. Como dice Enrique Krauze, lo peor  era que  desde la radio lanzase la doctrina del veneno contra el enemigo  interior.
Nada de lo que hace se entronca en los esquemas  revolucionarios de raíz marxista, ya que sabemos que los  populismos caudillistas hispanoamericanos no  pertenecen a la tradición política revolucionaria de izquierda,  de   transformación radical  de    las estructuras económicas y sociales,  y capaz de imponer  grandes sacrificios colectivos, en pos de un horizonte de  cambios profundos  irreversibles.  Nada de eso se conoce en Venezuela, sino  la entrega  clientelista de  bienes y servicios, que en el acto de dar se agota porque no hay  proyecto, solo eslóganes como el Socialismo del S XXI, que no es más que un concepto chándal.
Todo es gasto social a chorros, no inversión social ni planificación, es todo coyuntural, nada estructural, es darles peces pero  no enseñar a pescar, supone  desincentivar,  inhibir, inocular el cáncer del subsidio clientelista y la cuchara a la boca, ni siquiera se realizan infraestructuras ni se renuevan  ni modernizan los equipamientos industriales.  
El populismo  se basa en la religiosidad literal y el vínculo con el Caudillo ante  el que prevalece la sumisión incondicional,  y  cobran prestigio  los  hábitos, valores, pulsiones, ropa y estilo de las clases marginadas: con vocación  de seguir siéndolo eternamente a cambio de  unas dádivas. Comida + electrodomésticos de cierta gama.
Ni uno solo de estos aspectos ha estado en la ideología marxista, que cifró su justificación en el hiperracionalismo de concebir   sociedades  renovadas por completo que rozaran la perfección,  en la igualación al alta por el trabajo, la educación y el esfuerzo productivo colectivo. Por lo que  tuvieron apoyo de intelectuales o artistas  siempre elegantes y sofisticados, que quemarían los chándal,  se reirían de la beatería, la telenovela, el  tono  tabernario, la chabacanería  atroz , el machismo cuartelario en el poder e institucionalizados, también de  las rogativas  y el fanatismo de las masas en entierros a lo   Ayatolá Jomeini.   Granjas dantescas.
Lo que se puede entender en la Hispanoamérica exhudante de religiosidad por todos sus poros, resulta grotesco y patético  en la izquierda hispana, que vuelve a demostrar su indigencia terminal  de ideas, propuestas, algún relato de ficción siquiera, mera posición en la Tierra  ante el presente y futuro. Es tal su nada que con sus tumbos  traiciona  hasta su dogmática  constituyente, sus esquemas básicos, su cuerpo teórico e ideología.  Están tan perdidos que se arrojan  a la luz de las estampas del Sagrado Corazón de la que emana, y  que ahora destella en el frontispicio de la República bolivariana.
Esta izquierda pútrida tiene su cuartel general  en el establo –empieza a tener fama mundial- de Políticas de la Complutense de Madrid y como comandante internacionalista  al  camarada Monedero y Jorge Vestringe, -y subcomandantes  a los Plejanovs, Troskis y Gramcis de IU-,  que ha circulado de la extrema derecha a la izquierda, por odio atávico  a la libertad que les traumatiza hasta la patología, y la desorientación total. 

 

martes, marzo 05, 2013

De Bogotás a Yemen

El domingo llama E desde Washington.
-S.  se va la semana que viene a Yemen.
 Me apresuro a establecer un marco fiable de situación, derivado   del sabelotodismo de  los viejos con experiencia: ¿del norte o del sur?- por dármelas de erudito.
 - Desde 1900 (ó 2000) y pico (me lo ha tasado como un agrimensor/auditor) hay un solo Yemen, por si no lo sabes, que parece que no – me contesta E.
-  ¡Y qué más da! Es igual de peligroso unitario   que fraccionado.
E, cada  dos meses y pico se va una semana a Bogotás y en un ocasión desayunó colindante a Juanes, a quien fotografió  subrepticiamente, a México va menos. Ahora toca el turno a S, que se va a Yemen y aún les queda, próxima,  un boda en Beirut. Pero yo sigo.
-  Dile que se ponga el pañuelo, y que no se mueva de la embajada americana, hasta que caigo en la cuenta  que va como funcionaria del organismo internacional  de emigraciones con sede en Ginebra, y no de norteamericana.
-          Sí, se le pondrá, claro, porqué no- me contesta evasivo y condescendiente
-          ¿Llevan escolta? que tenga cuidado- Oigo por el teléfono  “si lleváis escolta”, no sé la respuesta.
S estuvo de cooperante hasta 2 veces en Afganistán y se atrevió a ir a Bumiyan (donde radicaban los budas volados), en lugar de quedarse en las bases americanas de donde no se puede salir así como así, ni tampoco beber, por lo que la  viva transcurre casi entera en los gimnasios. Tiene fotos con pañuelo en tierra de nadie saltándose  la seguridad. En lugar de ser la típica americana láctea, ganadera  y pecosa, es muy racial por lo que casi puede pasar por lugareña de esos lugares, en muy guapa.
Luego se pone XY
-qué he oído que S se va a Yemen, pues dile que no se quite el velo.
Lo que para XY es velo para mi es pañuelo y eso da de sí la argumentación.

domingo, marzo 03, 2013

Prólogo de Manuel Vidal* de El Sáhara, perspectiva de revisión

José María Lizundia representa la provocación intelectual que todos necesitamos alguna vez, como aire fresco, cuando algunos asuntos se debate, como el del Sahara, se muestran mortecinos a base de repetir los mismos prejuicios y los mismos argumentos caducos. Hasta ahora, una gran parte de la opinión pública española se movía cómoda en este espacio trillado del sentimiento anti marroquí, la supuesta culpa del abandono del Sahara y la solidaridad con el Frente Polisario.
El autor no se va al otro bando, el pro marroquí, para establecer una nueva tesis del conflicto del Sahara, sino que entra en el propio terreno que pisa a diario la sociedad española, más sensibilizada con la herencia de la antigua provincia española, para preguntarse por qué hemos llegado a esta situación en que repetimos los mismos argumentos sobre el Sahara, con temor a repensar.
La rebeldía de Lizundia ante el adoctrinamiento y la pereza intelectual ya le llevó a concebir la cuestión del Sáhara como un el metarrelato, que de forma clarividente plasmó en su anterior libro, El Sáhara como Metarrelato.
Lizundia no es un historiador, pero tiene la habilidad de leer entre líneas en los principales hechos que rodean a la historia del Sáhara, desde que España dejara el territorio en manos de Naciones Unidas con el Acuerdo Tripartido de Madrid entre Mauritania y Marruecos, en 1975. 
Su línea de trabajo rompe con lo que hasta ahora se ha escrito sobre el Sáhara, que ya decía que se movía entre defender la tesis del Frente Polisario o la de Marruecos, más como propaganda política y de buenas intenciones. Incluso los más sesudos análisis que se han pretendido hacer sobre el conflicto del Sáhara tienden a caer en un compromiso mal entendido y peor explicado, salvo los estudios antropológicos, que se no suelen caer en esa tentación.
Lizundia percibió enseguida, en sus primeros acercamientos, que había una nueva posibilidad de hablar del Sáhara sin entrar, precisamente, en la retórica del discurso único, sino en desarmarlo para ver con qué piezas se había construido este rompecabezas. Le resultó tan apasionante este reto intelectual que le ha llevado a escribir el libro que hoy tiene en sus manos: El Sáhara perspectiva de revisión.
 ¿Cuáles son las aportaciones de este nuevo ensayo acerca de la cuestión del Sahara, aparte de provocar el pensamiento crítico y la revisión de los viejos prejuicios sobre el Sáhara?
 “Sólo hay algo no ha cambiado absolutamente nada en todas estas décadas, que es el discurso ético político de los amigos del Sáhara españoles y el discurso político del Frente Polisario, que no su praxis.
Los partidarios de la Causa han de estar plenamente convencidos de moverse en los fértiles valles de la ética, o de la conducta que promueve con intensidad: el eticismo”
Lizundia, como hombre de izquierda que ha luchado contra el Franquismo y contra otros ismos, tiene un gran bagaje empírico que le permite detectar las propuestas dogmáticas y el discurso dialéctico de la vieja izquierda.  Esa mirada crítica es de gran ayuda para entender qué ha hecho la sociedad española militante con la cuestión del Sáhara, desde los movimientos de solidaridad a los nacionalistas surgidos del colonialismo paternalista.
Porque Lizundia se declara hostil a los metarrelatos y a la hipocresía como forma de vida, muy característico de lo español.  Para él, la “deuda histórica” de España con el Sáhara es una construcción imaginaria sobre la que “se cimienta todo el edificio de la solidaridad española”, sin que haya contribuido esta a buscar una salida del conflicto. Entiende que se ha propiciado su dilatación desde la postura cómoda del que no tiene su vida en juego en la hamada de Tinduf o en las “provincias del Sur” de Marruecos.
Como abogado, Lizundia se atreve con los aspectos legales -- las resoluciones y declaraciones de Naciones Unidas y del Tribunal de la Haya sobre el Sáhara-- con una visión original y perspicaz. Lizundia nos provoca para que repensemos de forma crítica con la perspectiva que da el tiempo pasado.
También tiene ocasión de tocar algunos de los puntos menos atractivos del Frente Polisario y a los en el primer mundo solidario es muy sensible, como la esclavitud y el terrorismo. Pone en contradicción las ideas con los hechos y el silencio cómplice que acompaña la marcha fúnebre de los pescadores canarios.
Sin duda hay que destacar como un descubrimiento de su ensayo el acercamiento que hace a la bibliografía sobre el Sáhara e Ifni, que es su mayor se nutre de los libros escritos por militares españoles, “preparados para el sacrificio y el combate”, como José Ramón Diego Aguirre.  Este militar de la Inteligencia española, que vivió los últimos meses de la ocupación española del Sáhara y que luego se hizo historiador, es la muestra que escoge Lizundia para tratar de explicarnos cómo podía pensar ese núcleo castrense y el porqué de su nacionalismo saharaui.
Diego Aguirre fue una figura destacada de apoyo al Frente Polisario y algunos de sus miembros reconocen que ha hecho más por la Causa que muchos de los importantes dirigentes saharauis. Lizundia destaca en su medida la importancia de Diego Aguirre y descubre la mezcla que hace de historia con ideología nacionalista, con el mismo entusiasmo que podrían hacerlo Louis Aragon y Pablo Neruda de Stalin, los vietnamitas y los cubanos de Castro.
“No conocemos ningún otro ámbito o causa en que tantos militares, provenientes de un ejército colonial de una dictadura, hayan coincidido con bases izquierdistas como en la cuestión del Sáhara”, reflexiona Lizundia sobre unos militares que pensaron más en entrar en guerra que en la sociedad civil española de la época. Es decir, la deuda histórica del deber no cumplido parece ser de los militares, no de la sociedad civil.
El Frente Polisario escogió el enfrentamiento con el Gobierno colonial español, sin dar ninguna opción a la negociación, sino luchando en el terreno de las armas. Lizundia se pregunta cómo se puede traicionar a alguien que no es ni amigo ni aliado. Cómo se pide responsabilidad a España sobre el Sáhara cuando el Polisario no le reconocía ningún derecho, salvo el abandono del territorio y la pérdida de vidas españolas frente a la Marcha Verde marroquí.
Muy críticos son los capítulos dedicado a la solidaridad española y a lo que denomina “frente lúdico”, más lúdico que frente y más político que esencialmente solidario.
Lizundia nos incomoda con este libro porque nos saca de esa modorra que se había convertido el asunto del Sáhara. Con su ímpetu y originalidad nos hace un favor, pero no lo podremos apreciar hasta que nos despertemos del todo y nos atrevamos a pensar por si mismos. Yo ya se lo agradezco.

 *MANUEL VIDAL Premio Nacional de Periodismo,  fue fundador de Canarias 7 y Gaceta de Canarias, del que fue director. Actualmente prepara  el doctorado en ciencias históricas sobre el Sáhara