domingo, febrero 10, 2013

La revelación fetasiana


No los conocía, empecé con Mararia que me parece una buena novela, digna de su popularidad, es toda una historia en el  que el paisaje , el viento, las esquinas de las humildes calles, las rocas, cruces y caminos hablan, tal la densidad ambiental. Hablan o silban, todo el mundo.
He leído el prólogo de Isaac de vega –el que pedí en la biblioteca resultó que no estaba, pero eso lo arreglo yo pronto-  sobre un libro de Antonio Bermejo. El prólogo me encantó-  algún artículo menos-  como todo lo que se dice de él, lo mismo ocurre con Anrtonio Bermejo.
No imaginaba ni por lo más remoto que existiera una literatura de tal altura y tan interesante, a tenor de todo la subliteratura que sale como de un desagüe,  que ha hecho nobeles a Corin Tellado y Marcial Lafuente Estafanía. Por lo que el choque es mucho mayor. Lo raro es que no caigas fulminado.
Bermejo es un narrador que vive dentro de  su propia literatura con un control  preciso y frío –es literatura que brota, no que se intenta, que debería estar prohibida-  como si su discurso fuera isomórfico de  la estructura de un mineral, el ámbito natural de su verdad porque  lleva escrita su vida más profunda, la que llevaba vivida y la que le faltaba por vivir, también estaba escrita: premonitorio y trágico.
Los protagonistas están siempre fuera de la familia y la sociedad de donde deben ser expulsados, creo que eso  también es fetasiano, por  lo leído.
La enemistad manifiesta es con la vida, en su elemento fundamental: la biología. El semen. Además de refutar la sociabilidad, por culpa del ser humano, reivindica el odio, como una redención transitoria en el camino al barranco.
También estoy con Los puercos de circe, a pesar de no haber hablado nunca con Alemany siempre me ha caído muy simpático. Hace un tiempo comencé a hojear sus artículos de prensa que me irritaban. Que un autor de referencia demostrara  pobreza ideológica y argumental y hasta irrelevancia estilística,  empañaba  su aureola literaria. No me encajaba.
No soporto a los escritores de ficción metidos a comentaristas políticos, que se ponen combativos y antifranquistas en prensa, nunca dicen nada original y propio y siempre buscan conectar con los estados de opinión más  sólidos. Hoy tocaría Bárcenas.  Deben creer que lo que dicen de política y actualidad merece tener un plus de fuerza, por cómo se ponen de moralizadores y heridos.
La máxima expresión de la corrección a veces concluye  en crítica generalizada y llanto, hablo en general. Sin embargo Los puercos de circe me parece acorde con su merecida fama. Cosida a una época, me recuerda al Goytisolo de entonces, Carlos Fuentes, la inspiración de Julián Ríos mitigado ( y desaparecido en combate) y Cortázar… Es una novela relevante. Aunque  yo soy más  de obra y autor/mundo que de novelas a registrar.

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