miércoles, noviembre 14, 2012

HUELGA GENERAL

Hasta donde sé las consignas de los sindicatos y lemas  son todas proposiciones negativas y conservacionistas. No a tal, no a cual, no a pagar la deuda…. en definitiva: NO. Una acordeón o dragón chino de "noes". Hagamos una ficción lógica,  y pensemos que todos esos "noes" tuvieran una  gran virtualidad y se convirtieran en "síes", los repercutieran. Que todo lo “no” fuera “sí” y la huelga ganase absolutamente.
Consecuencia: En  abril, a más tardar, no habría Estado ya. Ni de derecho, ni social, ni el de ahora ni el de hace 35 añios. Es un reto  que la Historia nos puede deparar. Con que nos cierren el grifo caemos, en lo que hoy nadie  de los huelguistas va a pensar. La pobreza intelectual de la huelga es infinita. Otra cosa es que sea más que entendible. Hay culpables, hay soluciones, este sintagma es  una proposición falsa (y de monjas), que las pongan entonces en conocimiento de nuestros prestamistas, Merckel, el FMI…  ¿o prescindirían de ellos? No tengo duda de que en la siguiente sí lo van a hacer.
¿Se me podría refutar mi aserto de la caída del estado, si es así con qué argumento? La calle sin Estado sería el dominio del Leviatán y el nuevo  homo homini lupus, el campo trillado para las revueltas y luchas en la calle  o para cualquier salvador. ¿qué estoy exagerando..? ¿por qué a la gente si no se le escapa y dice tener  miedo a una guerra? En la Transición también se decía. 
Frente a la huelga no hay posibilidad de debate, porque ni se plantean alternativas, lo más, un optimismo difuso mágico- animista (¡la izquierda dónde ha llegado!) con el que poder determinar el futuro, ni hay tesis o construcciones argumentales desarrolladas ni sin desarrollar. Ni análisis, ni crítica racional (el maniqueísmo visceral es tontorrón),  ni imaginación como  cero ideación creativa. Mientras el empeño es no perder lo de hace 35 años como decía un sindicalista, dentro del haz de tendencias regresivas y conservadoras que sustentan un discurso con asiento solo en el lamento. La renuncia a idear o crear algún futuro conforme a las nuevas condiciones  objetivas, es definitiva. Es lo más increible, la expurgación de todo lo concerniente al futuro y a la realidad dinamica de la sociedad  mundialmente  enhebrada. ¡Oh, fuerzas del progreso, qué mentira!
Se respira claramente el final de un  modelo o paradigma (ya lo dijo Felipe González hace años), flota en el ambiente como al final del franquismo, ya está aquí, algunos que piensan comentan y coinciden: “nunca volveremos a la situación anterior”, la que la huelga pretende exorcizar con las armas del anhelo y  la rabia. Todo aparece como siempre fue en todas las clausuras epocales: los culpables, las "soluciones", la irracionalidad, la sugestión , la preminencia absoluta de las emociones.  En tales circunstancias objetivas, hay quien habla –no necesariamente los más inteligentes-  de la   superioridad  de los derechos sociales sobre su falta, que  es tan obvio y parvulario como estúpido, que entiendo solo sirve  para firmar en el momento presente los más inteligentes manifiestos a los   lumbreras. Mi adhesión sin matices a estos profesores  de derecho y en general al conjunto de la ciencia jurídica y jurisprudencia, como  a quienes elevan a escritura pública  los axiomas científicos verficados en probetas de alta precisión, con el boato del  pan de oro en laboratorios de terciopelo.
Partiendo de  este nivel de conservadurismo literal y simbólico real, recordar, a los que se creen vivir en burbujas de derechos, que el embate no es por el lado de los Mercados (ese agente del Mal desde hace tan solo 4 años)  sino de quienes  repercuten sus movimientos y posibilidades: los millones de trabajadores en el mundo que antes no estaban  (y sí excluidos  de la tarta) y ahora sí, produciendo a ritmos endiablados y compitiendo en el único mercado real y existente: el global. Ellos han roto la baraja, por eso se les ignora como hace el avestruz. Poco a poco lo iremos comprobando empíricamente, no como abstracción, que eso nos cuesta mucho.
Pertenezco a la cultura de izquierda que es algo, si se ha perseverado en su conocimiento y visión del mundo, que me va a acompañar siempre. Creí que era una divisa excelsa el internacionalismo proletario, y creo que en términos marxistas se puede explicar esta crisis en lo fundamental, simplemente remitiéndose a ese núcleo de la contradicción entre las relaciones de producción existentes y necesidad de desarrollo de las fuerzas productivas a escala ahora global (¿saben que es algo que tiene que ver con el progreso real y material? Lo digo porque los derechos en España siempre son concebidos ingrávidos y gaseosos sustentados directamente por la Providencia cualquiera)  o al desarrollo desigual del capitalismo y sus consecuencias.
En mis tiempos, y ya lo escribí en mi libro Abogados laboralistas, había muchas izquierdas, alguna excepcionalmente estudiosa y crítica, incluso revolucionaria, y no solo la obrerista o laboralista despojada de todo acerbo crítico y teórico.
Este fin de época a la que asistimos es también el del suicidio de la izquierda española. Hoy  harán la huelga, pero entre los vectores que vayan a escribir el progreso ni estarán ni se les  espera. Lo que a nadie favorece y resulta sumamente peligroso.  Que aprovechen el tiempo de descuento.  No han leído a los clásicos, solo creen en las virtudes epifánicas de las  pancartas. Y no como decía Maozedong en el análisis concreto de la situación concreta. Sus anteojeras están fijas en el pasado.
Nunca cabe tener depositadas todas las ansias en el pasado, no hay ideas sobre el pasado, las que valen son las que recaen en el futuro que, lo diremos una sola vez, es lo contrario al pasado. ¿Nos damos cuenta del calibre e inevitabilidad de la derrota? Hace tiempo que se acabó el juego de la memoria histórica y demás zarandajas con las que rehuir siempre el futuro abierto.

2 comentarios:

Ciudadano dijo...

Vamos de cabeza al chavismo. Prepara el exilio.

José María Lizundia Zamalloa dijo...

el futuro está más abierto que nunca, una tentación para las fuerzas oscuras de la fosilización y la seguridad extremas. Es un futuro global, esto es lo radicalmente nuevo y determinante.Ahora podemos observar los descartes, los que no van a estar