miércoles, julio 18, 2012

Próximo viaje: frente a Miami Cuba

Hubo unos señores advocats que avanzada la década de los 80 del siglo pasado, mantenían incólume el sustrato emocional y mitificador  de la pubertad. A esa edad, el chapoteo  en la propia biología es compatible con imágenes de extraordinaria  pureza. Se fueron a Cuba a ver el hombre nuevo, que básicamente se diferenciaba del antiguo,  en que era una suerte de robot, sumiso, acobardado, militarizado que se manifestaba con una banderita  infantil de Cuba por el Malecón, o firme, como las masas nazis, aguardaba horas de arengas y  paparruchas de un militar histriónico y teatral. Seguramente el mayor demagogo de la historia. Les debió gustar mucho a nuestros amigos y se debieron sentir moralmente solidarios. No era para menos el gesto, incluso la gesta.
Los juegos olímpicos de Londres y el Ché
Los juegos olímpicos a celebrar en Londres no van a permitir imágenes de nazis, Stalin ni del Ché. Al Ché  se le empieza a hacer justicia, y llegará un día en que sus crímenes en Sierra Maestra , desde el gobierno al que rendían pleitesía nuestros amigos bienalimentados, en África y en la propia Bolivia saldrán a la luz, como las terribles frases que jalonaron crímenes y  existencia.
Los gays algún día  catalogarán a los grandes homófobos de la historia. El Ché en ningún caso va a faltar de esa lista.
La Dictadura castrista, también para las estadísticas, jamás podrá compararse a la Alemania nazi.  En menos del 10% de tiempo los nazis modernizaron todas las infraestructuras, industria, agricultura, eliminaron el paro, dotaron de asistencia y seguridad, ganaron olimpiadas… y no fueron literalmente  mantenidos por la URSS durante décadas y décadas. Los genocidas nazis consiguieron muchos más logros sociales -sin miseria- que Castro. Los propagandistas del comunismo ajeno siempre comparan,  por los mitos de sanidad y educación, a Cuba con Haití o Republica dominicana. De donde salen  pateras e ilegales, ni uno solo va a Cuba que la tienen al lado, sino a Miami.
MIAMI
  Aparte de ser una capital turística mundial, es la sede de grandes sectores económicos: finanzas, medios de comunicación, industria del entretenimiento, comercio… El desarrollo de las fuerzas productivas (hubo una izquierda marxista que daba  importancia a estas cosas) es incomparable, y en consecuencia el progreso material, objetivo, tangible se expande en toda su realidad.
El mundo globalizado está permitiendo la afloración de nuevas comunidades, deslocalizaciones curiosas, así la capital de lo hispano ha surgido en principio fuera de su ámbito en Miami, si no fuera porque la cultura hispana ya está siendo una de las constitutivas/constituyentes de los EE.UU. del futuro



Allí se dan todas las intersecciones, encabalgamientos, transiciones de lo latino, lo caribeño, andino, mediterráneo, atlántico… conjuntos y subconjuntos. Todos los mestizajes, superposiciones, acotamientos, ósmosis, todos los híbridos son posibles: de lenguas, de acentos, colores, olores, toda la policromía y la variedad, la Libertad y  todas las libertades, la intercomunicación, las mixturas, la ebullición sin tregua.
Un orbe mundial permisivo, liberal, a donde la gente acude a riadas en busca de las oportunidades de una sociedad abierta y cosmopolita. Es ahí donde  se ensayan nuevas formas de convivencia, identidad, mentalidad… es donde se anticipa lo venidero más creativo y fértil. Los haitianos, tan pobres, cruzan el Caribe con 2 objetivos: alcanzar Miami y no caer en Cuba.



1 comentario:

YaelHOaknin dijo...

Buen viaje!!! Besos, Yael