jueves, mayo 24, 2012

Bardem: metarrelato audiovisual del Sáhara

                                      Autenticidad pese al atrezzo
Tuve la inmerecida fortuna de ver el martes por televisión una entrevista de Buenafuente a Javier Bardem, nuestro héroe de Beverly Hills, a cuenta del documental sobre el Sáhara que ha producido, es decir de la región marroquí de  Tinduf donde están instalados los campamentos. Territorio saharaui, habitado por erguibis y tayakant,  usurpado por el ejército colonial francés al sultán marroquí -un encaje de la administración militar francesa-, cuando aquél  dispuso también del Protectorado de Marruecos, y que daría origen a la Guerra de las Arenas que enfrentó  a marroquíes y argelinos en 1963, año en el que Marruecos lo recuperó temporalmente. Como se sabe, la frontera entre Marruecos y Argelia sigue sin definirse, el primer país no acepta la existente, y así lo pactaron en 1961 ambos países: no reconocerían  las fronteras impuestas y heredadas del colonialismo.
Un filántropo donaría hospitales, becas, saneamientos, sistemas de cultivos ultramodernos…pero  Hollywood/Malasaña hace lo que sabe: cine. La imagen, la estética al servicio de la ética, ya saben pues  los saharauis  que deben estar agradecidos y no decepcionar a los filántropos solidarios,  tanto flujo de amor recibido y entretenimiento cualificado celebrado de formas tan variadas; de que lo que se trata es  de resistir, apretar los dientes,  porque fuera y lejos, el mundo cobra espesura con el sufrimiento heroico de otros, y jamás con el propio.
El metarrelato tiene la estructura del mito, con unos comienzos  que se esconden en  los tiempos primordiales y que explican la historia como una vez quedara  escrita para siempre, sin salida del guion  ni margen para la mutabilidad. Por tanto, sin historia y sin política. Aunque sí con festivales de cine acuciantes, maratones, caravanas de Land Rover con banderas tremolando  sobre las dunas y otros entretenimientos de semana en el desierto.  El metarrelato es esa narrativa que tiene un solo final, y que sólo así puede entenderse  y ser. Y que abarca lo acontecido como lo omitido, lo dado como lo soñado. Gesta, épica, resistencia, que todo lo integra, que  es autosuficiente y tiene  un sentido pleno.  Como el mito, es explicación única e intemporal y una creencia.

El metarrelato lo escribió el Polisario y su frente internacional, básicamente español: periodistas, novelistas, exmilitares españoles, algún  jurista internacional, publicaciones de Ayuntamientos y otras  administraciones  públicas españolas, autoediciones políticas o de viajes o de la “experiencia”, de solidarios curtidos en sus barrios.
Bardem,  en lo que a mi toca, muchas gracias.  Mi tesis me la estáis dejando redonda.

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