jueves, febrero 23, 2012

Libros versus porros ¡y todo lo que leen!

Tuve  mejor trato, sin ser exactamente deferente, en la Jefatura Superior de Policía de mi ciudad que en un cuartel de la Guardia Civil de un pueblo costero, en  el que fue pésimo. Ocurrió en tiempos de Franco.
Otra vez una porra rozó los extremos de mi tabardo que volaban por encima de un coche, lo que no me  hubiera supuesto absolutamente nada si me hubiera alcanzado, bañado como estaba en adrenalina. Era muy joven, el problema consistía en que te  pillaran y  te metieran ilícitos penales o te dieran de hostias dentro, no fuera. Mucho peor eran los secretas. Aquella vez, habría tenido –aparte manifestación ilegal- que responder de llamar hijos de puta a tres  metros de sus espaldas a dos miembros  de la Policía Armada durante la celebración  del Juicio de Burgos.  La calle de Pozas estaba tomada, ellos patrullaban y nosotros tratábamos de dar otro salto. Había  tensión, miradas, evaluaciones… que precedían a estos casos. El suicida de mi lado  les llamó hijos de puta pegado a mí, a  tres metros de sus espaldas, patrullaban con cascos, estábamos en guerra con toda la ciudad neutral. Aquel día vi detener a los grises a punta de pistola en el centro de Bilbao.
Por eso todos los que hablan de  correr delante de los grises no lo hicieron, y mienten. Se están refiriendo a  que cuando se cruzaban coches, volaban panfletos y se gritaban consignas,  la gente salía despavorida, de forma que 60 ó 100 quedábamos completamente acotados como reserva del raquitismo del antifranquismo, tras las huídas masivas, por lo que de alguna  forma se puede decir que corrían delante de lo grises aunque   antes de que  llegaran, lo que no suelen contar. Correr delante de los grises es un sintagma absurdo para cualquiera que hubiera estado  en aquellos levantamientos de minorías infinitesimales.
TODO LO QUE LEEN LOS ESTUDIANTES DE VALENCIA
La kermese de la luna de Valencia. Un problema de calefacción, ¡pobres sirios! Eso pasa por no mantenerlos a 23 grados/playa.
Resulta que los del instituto no eran  tan del instituto, muchas mentiras propias de dictaduras, en nuestros medios sectarios. Estos chicos de la playa que buscan un cambio revolucionario para que  la vida transcurra  a 23 º, no paran de leer, los libros forjan precisamente ese tipo de inquietudes… de granja. Lo raro es que si pasaban tanto frío no los hubieran quemado. Es lo único que se me escapa.
El líder de Valencia, de formación profesional, tiene pinta sobre todo  de leer. Como Leire y ZP.
PERIODISTAS COBARDES
Ningún periodista les ha preguntado cuántos libros han leído en su vida. O  por autores y títulos. La prensa sectaria se derretía con “los libros”, no tienen capacidad de ir más allá.  El histrionismo les ha podido a los hedonistas, intolerantes con la más mínima frustración. La Logse ha hecho estragos.
  LIBROS PARA TODOS
La paleoizquierda no es que  no tenga ideas, teorías,   proyectos, alternativas, imaginación, discurso, análisis y sea tan reaccionaria y conservadora:  SOLO DEFIENDEN LO EXISTENTE y los gestos ñoños y modelitos y monaditas, es que por no leer no han leído a Lenin, ni  tampoco  a Marx.  ¡Como puede ser tan mendicante para seguir detrás de cualquier  infantilismo/ Logse,  tibio y  cutrón! ¡Con padres, profesores /logse y  abuelas apoyando el carnaval! Tampoco  leyeron a Rosa Luxemburgo  toda esa pléyade de oportunistas.
Esta  izquierda es la necesitada de libros, y lo de la muchachada no pasa de un chiste. Dentro de unos años en España solo quedarán éstos (seguro que dedicados a leer), los buenos habrán escapado todos.



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