jueves, diciembre 01, 2011

Yo fui antifranquista ¿y tú?

Pertenece al orden de lo subnormal  entrar en  este tipo de afirmaciones para quién como yo, al margen  sus convicciones racionales íntimas,  no profesa la más mínima simpatía por la izquierda que ha quedado en este país  y tampoco nada  por sus aliados -en inventos verbeneros-  nacionalistas que hacen a España imberbe, sonrosada, pajillera y rea de la máxima estulticia. Y claro, no desea verse envuelto en tan terrible compañía y alarde.
Algo así escribía ayer en twitter : "Cautiva la familia Franco y desarmada la Iglesia, las tropas zapateras han alcanzado su último objetivo: Franco vivía escondido en el Valle de los Caídos y ha sido finalmente derrotado”- ¡Que cruzada contra un fantasma de unos desarrapados (aunque de muy esmerado vestir) intelectuales!
¿Se puede imaginar  a Zapatero y al cinegéticoqueridoemilio  JUEZ Garzón como antifranquistas, de haber sido ambos un lustro más jóvenes?   No es, evidentemente, una hipótesis plausible, no es  razonable, susceptible de inducción ni una  proposición o proyección válida, sino más bien una hipotenusa de huida tras los vértices. Basta con recordar cómo cuenta ZP su profundo sueño a pierna suelta la noche del 23 F.  Vigilia de vigía antifascista. JUEZ Garzón  hubiera estado en las monterías con Franco, exaltando alguna pureza de origen o destino del franquismo, ávido de renombre y poder, Garzón humano my friends. ¿Pero alguno de estos, y tropa, fue antifranquista? ¿Quién: de la Vega,  Iñaki Gabilondo, Enric Sopena…Ni estuvieron ni se les esperaba, de ahí que se concedan ese sainete de  reescritura de sus biografías y, en su psicosis, de la propia  Historia. Y como esta pandilla, legión.
Hace ya años le conté a mi hijo entonces  adolescente -que veraneaba en un pueblo de la costa vasca, y que creía a los del  pueblo abertzales desde el comienzo de los tiempos- quienes eran los antifranquistas del lugar durante la dictadura. Le detallé nombres y actividades o familias para que los reconociera: salían 6 ó 7, incluyendo a los  culturalistas del euskera y lo vasco. Un troskista, ningún etarra,   juventudes  del PNV, algún abertzale independiente... Evidentemente yo sí  conocía a todos. De manera que el ahora escritor, de la izquierda abertzale, uno  de aquellos, es el que más respeto me merece de todo el pueblo, al que no vuelvo.  Cuando me pasé a los veraneantes de Bilbao y algún vitoriano, no salía ninguno, quiero decir: ninguno, ni  mi iracundo examigo, de familia franquista por cierto, que había abrazado el abertzalismo  ya mayor, ausente por completo y  al mismo tiempo del antifranquismo que de lo vasco durante la dictadura entera. Mi hijo no daba crédito, sus amigos le habían hecho  creer que la lucha  de los vascos (la suprema resistencia a la dictadura) fue de siempre.
Franco reposa donde los españoles con su inacción, connivencia, conveniencia, consentimiento, cobardía, indiferencia, oportunismo, pragmatismo o adhesión inquebrantable decidieron que estuviera. Gracias a una sociedad repleta de Zapateros, jueces Garzones, Gabilondos y Sopenas.

En este país millonario en parados  y exhumadores, estos tendrían que haber hecho un túnel,  accedido a la cripta y haber birlado los restos de Franco, (y luego profanarlos de desearlo) como se hizo con los de Eva Perón. Hubiera sido el único acto de antifranquismo posible y real entre tanto falso antifranquista despreciable y  ofensivo, amén de sinvergüenza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estos antifranquistras están haciendo bueno a Franco.

Salu2,
EDH.