jueves, noviembre 24, 2011

Twitter: mensaje y prosa fundidos


Que tengan un feliz Thanksgiving day
Me está pasando últimamente que abierto internet, no sé a dónde dirigirme. Falta de mundo, pienso entonces. Para depurar mis entradas en el blog (que no computen las circunstanciales u oportunistas) he suprimido entradas convocadas  por determinados nombres o imágenes: nombre de ciudad mejicana, nombre y foto de animal totémico, país centroamericano y actriz erótica que siendo muy buscados llegaban a mi blog y computaban como entradas mías cuando no lo eran. Lo he hecho otras veces.
Me sigue entrando gente en el blog, no son muchedumbres pero son bastantes, y muy estables, salvo que salgan unos y entren otros.  Si fueran muchos más lo cerraría. Detesto las mayorías (de joven ya las encontraba faltas de sazón, que podría decir José Rivero Vivas) y su promiscua  garantía de  mediocridad.
Pro twitter
Facebook es como la comida basura o ejércitos de Belén Esteban (aunque a mí me caen  muy bien tanto ella como su niña), es ese nivel popular  áspero y ordinario, prefascista o populista (de izquierda claro), donde cualquiera puede tunear su vida.  Facebook es una máquina de las peores mayorías. Lo más prosaico y pedestre se socializa, y sindicados quedan  afectos o ilusiones que siempre debieron quedar sepultados en el yo más celoso de sus peores secretos.
Así como en el blog los lectores son apreciables, en twitter tengo 19 seguidores (yo sigo a más , muchos judíos), dos se me han ido, debió ser por incompatibilidad, y cuando me quedé en 18 apareció el 19, otro.
Twitter exige una determinada prosa y mensaje. Apotegma, aforismo, retruécano, enunciado limpio, depurado, proclama sentenciosa, proposición de verdad inmediata y compacta como un submarino, un balbuceo anodino, el acontecer que retiene sin motivo nuestra atención, y que puedan  refulgir como poesía.
El propio formato exige reflexión y el contenido obliga a la eficacia. La idea para que resuene precisa de la retórica, de forma. En todo ello hay voluntad de estilo Eso es twitter. No como la algarabía pestilente de las pancartas de escritura lábil  posmodernas, versión pacifista o progre asambleario en general.  
Twitter hace del ciudadano combatiente de la polis, señor del espacio público porque puedes llegar a entrometerte (con tus peores artes, por supuesto) en cualquier debate.


2 comentarios:

Gregory Apple dijo...

Andreíta, cómete el pollo...

Tox Hank dijo...

Debes prodigarte más en Twitter.