jueves, noviembre 03, 2011

Mi sincero homenaje a los "Mercados"

Mientras mi vida solo atiende al principio de realidad, como la realidad de una pista americana diaria por cierto, el mundo parece sucumbir ante ese principio, en el fondo benefactor.
Benefactor por todo su poder desmantelador de desvaríos, alucinaciones, delirios,  psicosis (que lo serían de forma individual, pero  no cuando son colectivas), imposturas, simulaciones, disimulos, engañifas, trampas, trapacerías…
Cuando el principio de realidad irrumpe y se entroniza como un faro rematado por un nido de ametralladoras, el baile de disfraces, las comedias y los sainetes  implosionan expeliendo adarmes de materiales de ínfima calidad en los que se cobijaban vaporosas  ilusiones.
GRACIAS A LOS ODIADOS MERCADOS y A LA DEUDA PÚBLICA Y PRIVADA alcanzamos los niveles de  consumo, servicios, carreteras, AVE, colegios, sanidad, coches, viajes, consumo compulsivo, fines de semana empotrados en grandes superficies o en aviones puentes y vacaciones, prácticamente todo.
Entre tanto los que creaban toda la confección textil, los barcos, electrodomésticos, o cien mil componentes de la mayoría de  los productos trabajaban y trabajan en Asía, África y América a cambio de 200 dólares.
Nunca nadie ha hecho tanto por nosotros como los Mercados.  A ver si las flotillas de Audi, BMW, los 4x4, los plasmas de última generación, los Ipod, blacksberrys, bulberrys  las inversiones  en ladrillo las adquiríamos porque ahorrábamos mucho para pagar al contado después. Gracias a la deuda privada ha sido posible todo eso, no a valores morales católico-izquierdistas, ni al ahorro, ni evidentemente  a la banca política: las Cajas de Ahorro, que vienen a demostrar  la superioridad salteadora de la Política, con el ramillete de beneficiarios, patrocinados, enchufados y asaltantes.
Qué hubiera hecho la poblada jungla de administraciones españolas, ese nuevo gran imperio español sin la DEUDA PÚBLICA.
Pensad en la Consejería más suntuosa que hayáis visto, que os evocaba la Suiza o Canadá de dentro de dos décadas, sofisticada de diseño y materiales nobles, obras de arte de firma, o en aquel hermosísimo instituto, o en exterior tornasolado  de un hospital, en las flotas de coches oficiales, las policías de nacionalidad, la televisión de nacionalidad… ¿quién y cómo se habrá podido financiar?
Y al final, hemos dejado a los Mercados en la estacada, porque nos hemos ido sin pagar, empezando por Grecia.
Solo Izquierda Unida nos puede sacar del marasmo. Fomentando el empleo y haciendo la reforma fiscal para que los ricos paguen a los pobres, entre los que procuraremos estar no bien ya estamos. Han echado cuentas. Por fin alguien  sabe sumar y restar y se deja de complejidades. Mi voto hoy, que se inicia la campaña, es para Izquierda Unida. Voto a la Política. Mueran los Mercados.

1 comentario:

el escritor escondido dijo...

Para izquierda hundida? Para esos cuatro diputados que van al congreso en taxi? Voto inútil .