miércoles, mayo 18, 2011

Washington,una ciudad botánica y griega

En el centro del Imperialismo  está uno verdaderamente a gusto y tiene motivos para estarlo. Con sensaciones no muy distintas a las que se podrían  experimentar en las campiñas inglesa o francesa o en los valles alpinos, si además estuvieran ofrendadas al arte. Al arte con  un doble vector: al neoclasicismo más grandioso jamás antes construido  y al maridaje urbanismo/arquitectura mejor conciliado. Una ciudad extraordinariamente habitable, cómoda, bonita, homogénea, trazada a retícula, de edificios de 8 ó10 plantas en la zona de mayor movimiento y una explosión de una naturaleza feraz, armoniosa,  cromática que germina en la ciudad racional y geométrica para constituirla en ciudad parque y museo.
Washington representa la afloración más  fecunda y exacta de un par de lujo: la naturaleza y el arte neoclásico. En Washington existen los templos griegos erigidos  en honor a Thomas Jefferson, Abraham Lincoln... 
La naturaleza se ha apropiado por completo de la ciudad racional, elegante, culta y moderna como no hay otra en el mundo. Su dominio se extiende a toda  la ciudad, invadiendo las calles tan primoriosamente ordenadas y limpias, por las aceras  y por  las paredes, por los jardincillos, macetones, césped,  setos, enredaderas  y  jardineras que desde las casas y escaleras exteriores alcanzan  la acera que se interpone entre los árboles de  sus bordes, por los parterres que están en todas partes y de todos los colores. Hay muchos momentos en que  el mismo centro solo es naturaleza, túneles de árboles por donde pasan los coches. Una naturaleza impulsiva y gozosa que  festeja su feracidad explosiva.
Hasta quien esto escribe va ir hoy al  botánico, a pesar de considerarlo innecesario. La humedad, el calor, algún chaparrón, los cielos marítimos (no estamos lejos de  Cheasepeakes Bay), deben influir para que los colores del trópico hayan tomado residencia en  la ciudad federal.-
Al borde del Potomac, entre sus islas y afluentes, la naturaleza llega hasta el agua sin que haya intervención alguna del ser humano, éste de tan replegado parece que ni existe.El norteamericano ante la naturaleza o la domina o la respeta como un indio nativo, como si fuera un dios. Ni siquiera la ciudad sigue el modelo agreste, naturalista y romántico de la jardinería inglesa, aquí la naturaleza es primaria y sin corromper, a una escala impresionante, como la de un río que fuera el Misisipi de Mark Twain, Tom Sawyer y Huckelberry Finn.
Tan es así que por la ciudad no solo se desplazan las ardillas, de noche y en zonas arbóreas también los renos, y otros muchos animales.
Como conocen los cultos europeos EE.UU. aún es un territorio donde el hombre no ha exterminado a la naturaleza ni la ha parcelado en pequeños muestrarios muertos. EE.UU, a diferencia de la Europa, conserva animales salvajes: osos, pumas, búfalos y muchas especies más.
En Washington están las universidades de Georgetown, John Hopkins, George Washington, American, Howard, muchos Think tank (fundaciones de ideas)…. dedicadas a la excelencia en el conocimiento, a los mejores profesores y estudiantes, a las nuevas ideas y aportaciones. Por lo que la cultura y el conocimiento se palpa constantemente y adivina en muchas apariencias con las que te cruzas
 Las vetustas, decadentes, burocratizadas, perdidas en los ranking mundiales universidades españolas no son más que esparcimientos en las que el mayor prestigio cultural  alcanzado es la cultura de la bufanda  + bicicleta de impulso ecologista (que no prospera ni les hace holandeses) y el intelectual: el pensamiento pancarta.
Uno ve demasiados signos como para no formarse la plena certeza de que sin  EE.UU. la democracia habría pasado  a mejor vida en el mundo, desde hace tiempo, a vestigio histórico, no así las democracias populares, las repúblicas españolas  como eclosión de todos los instintos totalitarios amen de sanguinarios, populismo hereditarios, bolivarianismos, comunismo, nazismo y una amplia gama de tiranías de la segregación masiva y la miseria. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

buenas noches señor Lizundia. de cuando tengo la posibilidad de leer en internet, suelo seguir su diario. tengo una pregunta que hacerle respecto al conflicto: ¿que vision tiene usted sobre el informe de 2009 sobre gaza del señor richard goldstone, famoso juez judio?

José María Lizundia Zamalloa dijo...

Aunque he de reconocer que no estoy muy informado sobre el tema. este juez judío que, parece, que emitió un dictamen o resolución desfavorable a la intervención israelí,más tarde, en base a nuevas investigaciones y mayor conocimiento corrigió su anterior posición.
En general supongo que tiene que ser muy difícl sustraerse al apriori anti-israelí, igual de unánime que furibundo.
Ya está certificado, por quienes pueden hacerlo, las organizaciones internacionales de derechos (Human rights watch), que tropelías imputadas a Israel luego se han demostrado falsas.
Los que odian a Israel, con lso instintos más oscuros, dijeron del juez que se había sometido al Mal judío (de esto saben mucho los españoles). Si no lo hizo a la primera, y no le pasó nada, por qué iba hacerlo después cunado ya disponía de la verdad demostrable.
Además cuando Israel pierde una tras otra todas sus versiones,esa era una más. Ocurre que años después se desmontan la mayoría o buena parte de sus posiciones

Lobo dijo...

Qué pedazo pieza literaria te ha salido aquí.